Expectativas por inseminaciones en vaquillonas

La Inseminación es una herramienta que tiene ventajas sanitarias, genéticas y de manejo.

Procurando preñar la mayor cantidad de vientres posibles en la zafra, están en marcha y con una singular expectativa las inseminaciones de vaquillonas, herramienta que tiene ventajas sanitarias, genéticas y hasta de manejo.
El médico veterinario Guillermo de Nava señaló que “se está notando un mayor porcentaje de celo en los rodeos bovinos” a esta altura del año frente al año anterior. En su caso lleva evaluados 9.000 vientres para sus programas de inseminación artificial y los datos arrojan un 74,5% de ciclicidad en los vientres, e incluso se está dando mayor porcentaje de “montas robadas”, provocadas por toros que pasan alambres.
“Hay mayor cantidad de preñeces por montas robadas. Estamos en 4%, cuando lo normal sería 2% en ese volumen de vaquillonas evaluadas. Sumando esas montas robadas se llega a un porcentaje de celo de 80%”, explicó el veterinario.
Meticuloso con sus datos y sus documentaciones, las estadísticas de De Nava en el segmento de la cría marcan un porcentaje histórico de entre 66% y 68% de celo sobre un volumen de 10.000 vaquillonas evaluadas cada año. Hoy se está por encima de eso.
También advirtió a El País que el porcentaje de vaquillonas que presentan celo regular en los rodeos, es muy variable entre predios y también “amplio”, porque va de 40% a 90% en los establecimientos con mejores datos. El porcentaje de ciclicidad en los rodeos depende de la sanidad, del manejo nutricional e incluso de la genética, entre otros componentes.
De Nava afirmó que el costo de inseminar una vaca está prácticamente igual a los del año pasado. “El precio de las hormonas se mantuvo o incluso bajó, en algunos casos”, pero lo más importante es que “la relación precio del ternero (U$S 3,50 por kilo en el último remate de Plazarural) y lo que vale inseminar un vientre (entre U$S 10 y U$S 15 por cabeza), es muy favorable. Es de los mejores años en cuanto a costo beneficio”, remarcó.

RECUPERANDO CELO

Desde la región noreste, el veterinario Pablo Marinho también reconoció que los rodeos recién “vienen recuperando celo”. Es que el ganado “salió de un invierno duro y comenzaron a mejorar su condición corporal en la primavera. Le costó mucho reponerse”.
En sus trabajos está encontrando buenos porcentajes de celo regular y los programas de inseminación artificial, sea mediante sincronización con prostaglandina y con detección de celo visto o utilizando la inseminación artificial a tiempo fijo, están marchando a buen ritmo, según los datos que va recabando en terreno. No se le puede pedir a una vaca que presente celo regular si pasó momentos complicados cuando era una recría o si no tiene un adecuado manejo nutricional.

NO HAY EXCUSAS

El médico veterinario Sergio Kmaid manifestó que “no hay un solo productor en Uruguay que pueda poner como excusa los precios y costos de la inseminación para no hacerla. No es un problema de costos”.
En su caso, ve una lenta recuperación del celo en los rodeos, especialmente en departamentos como Tacuarembó y su área de influencia.
Expresó que “en algunos pocos rodeos donde se hizo transferencia embrionaria, usando vaquillonas como receptoras y en general en Durazno, nos fue muy bien. En estos casos son vaquillonas muy bien recriadas, en campos con cargas animales favorables y donde se hace un buen manejo del pasto”. En esos trabajos se usaron vaquillonas con 340 kilos de promedio.
Según otros trabajos de servicios en Tacuarembó, la recuperación de celo es más lenta y “ahora se van acomodando los rodeos. La respuesta a la sincronización de celo en vaquillonas ha sido menor a la esperada”, explicó Kmaid.
Cuando se sincroniza celo con dos dosis de prostaglandina (hormona) y generalmente se insemina a celo visto (con detección de celo), en un lapso de cinco días se puede esperar que muestren celo el 80% de los vientres.
Como otro hecho notorio, este veterinario consideró que los productores “están intentando mejorar el aporte de sales nutricionales, sales con oligoelementos y fósforo. En vaquillonas, que es una categoría que está en crecimiento, debería ser una práctica recomendada y muchas veces no se aplica”, dijo Kmaid.

LOS CÁLCULOS

A nivel general, es posible resaltar que inseminar una vaca, utilizando un semen de un toro superior, de origen nacional cuya dosis cuesta U$S 5, tiene un costo total de entre U$S 10 y U$S 15 por vientre. Este cálculo incluye el uso de hormonas para sincronizar celo, inseminador y veterinario que revisó el ganado y armó el grupo de vientres. Diferentes son los precios en programas de inseminación artificial donde usando un toro de similares características, el costo total está entre U$S 17 y U$S 25 por cabeza.
Es difícil que aquellos productores que hayan probado la inseminación artificial a tiempo fijo en sus rodeos no sigan aplicando esta tecnología para continuar progresando.