“Al conocer el trabajo del archivólogo comprenden por qué necesitan uno”

Las docentes de la carreras de archivología y bibliotecología realizaron la tutoría de las prácticas preprofesionales de los alumnos de la tercera generación formada en Paysandú.

Alejandra Villar y Lourdes Ramos son docentes de las carreras de bibliotecología y archivología que se ofrecen en la sede universitaria de nuestra ciudad desde el año 2006, aunque no de forma estable, sino por ciclos.
La actual es la tercera generación que se está formando aquí en Paysandú, “y uno de los requisitos de la carrera es hacer prácticas preprofesionales, que son la primera experiencia que tienen los estudiantes en encontrarse con aquello que es teórico y pasarlo a aplicar en esas prácticas”, señaló María del Carmen Pintos, una de las pioneras en esta carrera en la ciudad.
Villar y Ramos estuvieron en Paysandú tutoriando las prácticas que los estudiantes realizaron en diferentes instituciones, públicas y privadas, como la Intendencia, la misma Universidad, el Club Remeros y en otras oportunidades el Banco de Seguros del Estado.
En los últimos años la carrera ha tenido un impulso a partir de algunos cambios normativos que se han producido en el país, como la implementación de la ley de acceso a la información pública. Villar, en este sentido, afirmó que “Archivología, comparada con otras profesiones, se ha visto muy favorecida; creo que el marco normativo ayudó muchísimo y también la necesidad real, porque no existe organización que no genere documentos”.

LA FUNCIÓN
A partir de esto la docente planteó cuál ha sido el cambio de paradigma que se ha procesado en el trabajo del archivólogo, sobre todo considerando los soportes digitales para la información, que han revolucionado su trabajo.
“Por suerte el plan de estudio, que es reciente, de 2012, previó esta oportunidad de que los estudiantes se vinculen directamente con alguna organización y es la instancia de poner en juego lo aprendido, y dar a conocer también la función del profesional archivólogo”, afirmó. Esto permite un primer vínculo en otras condiciones, “porque en general recurren al profesional cuando están desbordados de los papeles. Esto (la carrera) es mucho más, nosotros pretendemos que se valorice la información que contienen los documentos y que sea accesible, que esa información se puede reutilizar, que le permita a las organizaciones mejorar su gestión”, planteó.
“El paradigma tradicional es el de esa persona que está en un espacio oscuro, con documentos antiguos, históricos en la mayoría de los casos, y que lo que hace es organizar esos documentos y brindar información a los mismos. El nuevo paradigma es el de un profesional que se encarga de los sistemas de información”, indicó.

NORMATIVA
Los organismos públicos son el 90% del destino laboral de estos profesionales, “porque hay un marco legal que establece la obligatoriedad de los organismos públicos de contar con un profesional archivólogo en sus archivos, algo que para nosotros es muy importante”. Consideran que la carrera hoy está intrínsecamente ligada “con el derecho al acceso a la información pública, hay artículos en la ley de derecho de acceso a la información pública; como el 6º, que dicen que es obligación mantener organizada la información de forma profesional, lo que coincide con el artículo 1 de la ley del Sistema Nacional de Archivos”.
No se trata solamente de tener archivos organizados, sino de generar sistemas de información organizados, “es tener preservación digital, hoy que hablamos de nuevos soportes en la información, es tener políticas en la información, políticas archivísticas, saber cuál es el rumbo que hay que seguir en materia de archivos y de gestión de documentos e información”.
De todos modos existen especializaciones tales como en Archivos históricos o Conservación de documentos, que se pueden cursar.

DARSE A CONOCER
Ramos recordó que a partir del proceso de descentralización universitaria, “el segundo punto del país al que llegó Archivología fue Paysandú, venimos desde el año 2006 hasta acá, marcando presencia”.
La docente dijo que es importante que a nivel local “las organizaciones tengan conciencia de este profesional y hagan uso de sus servicios. A veces lo duro es entrar en las instituciones”, señaló, pero una vez que conocen el trabajo del profesional buscan la forma de incorporar uno, por lo que facilita la gestión de la documentación que se genera, y estas prácticas preprofesionales son una buena forma de comenzar ese vínculo.
“En la facultad existe una bolsa de trabajo, el estudiante empieza a vincularse con organizaciones a partir de ese trabajo, por convenios con esos organismos, y muchos de esos que empiezan haciendo prácticas terminan siendo absorbidos por esa organización. Empecé como becaria y luego que me recibí se hizo un llamado y entré en la escuela de bibliotecología”, indicó.

PAYSANDÚ
En nuestra ciudad se está desarrollando el tercer ciclo de la carrera, que comenzó en el año 2017. Los ciclos anteriores habían dado inicio en 2006 y 2012.
“Paysandú recién ahora está conociendo la carrera, nosotros sentimos que nos están demandando, en lugares de prácticas, como el Club Remeros, el Hospital, la Junta Departamental, nos están pidiendo profesionales para ver si se puede hacer una práctica, como tienen que hacer para tener pasantías, cómo pueden hacer un convenio con la Universidad para que estudiantes puedan incursionar en ellas. Se está abriendo una puerta para estos profesionales”, indicó Pintos.