Falleció en Suecia la esposa de Aníbal Sampayo

Estela con su hija Selva.

Malmo… Suecia… De algu- na manera, en diferentes capítulos y momentos en el tiempo, el segundo hogar de “los Sampayo”.
Allí había pasado a residir en los últimos años Estela Quinteros, la esposa de Aníbal Sampayo. Ayer el sitio en Facebook de Selva, la hija, comunicaba con la lógica y comprensible congoja, el fallecimiento de su mamá.
Vaya si conocimos y tratamos durante mucho tiempo a la apreciada Estela. Mujer centrada, de personalidad definida, clara en sus conceptos. Y plenamente afectuosa con su familia y con los verdaderos amigos. En los momentos de esplendor artístico de su esposo, fue el soporte, el estímulo, el acompañamiento permanente. Y –nos imaginamos– hasta “primera oyente” de las creaciones de Aníbal cuando recién florecían. En las horas difíciles, de cautiverio y de enfermedad del “cacique”, allí estuvo siempre… firme. Tal vez, disimulando los dolores del alma.
Se nos ocurre parafrasear la creación “Melchora Cuenca”, parte de la “Cantata a Artigas” de Aníbal Sampayo. Simplemente, en vez de “la pasión del General”, respetuosamente: Estela… la pasión del poeta. Una mujer merecedora de ese título: Mujer. José María Brunini