La presente zafra de cosecha de cultivos de invierno continúa siendo muy complicada, fundamentalmente por la mala calidad del grano, producto de las excesivas lluvias registradas durante el mes de octubre, y que generaron tanto en trigo como en cebada, altos niveles de DON (la toxina que libera el fusarium).
“Hay ciertos límites que toleran las plantas de recibo de acuerdo a los estándares de exportación, y en algunos casos el grano que llega supera ampliamente esos límites”, aseguró a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Miguel Pastorini.
Para el técnico en Paysandú de Agrocentro “el rechazo es importante tanto en trigo como cebada. El trigo está pasando a trigo forrajero con un peso muy menguado y valores que no son interesantes, y en cebada, hay algunos particulares que están comprando, con valores que si son mirados desde el punto de vista del productor, que sembró la cebada para la industria, es muy bajo para lo esperado”.
Respecto a la cebada, “maltería está recibiendo condicionada el grano con altos niveles de DON, a un precio futuro que aún no está claro, mientras que hay productores que prefieren venderla a algún ‘filotero’ que le puede dar alguna solución”.
Pastorini expresó que “hay otros productores que ante problemas de rechazo, decidieron embolsarla en su chacra, viendo como se van dando los acontecimientos para tratar de salir de ese grano”.
Consideró el técnico sanducero que hasta el momento “los rendimientos venían siendo buenos a muy buenos, ya que el cultivo lograba los kilos de granos, pero que no está en la calidad, por lo que los rendimientos ahora pasan a segundo plano”.
“Pero las chacras que ahora se están cosechando bajaron los rendimientos”, dijo Pastorini, por lo que el panorama actual “es malo por los dos lados”.
Recordó que en gran parte de octubre en donde se verificaron lluvias significativas, determinó que tantos días con precipitaciones, más la humedad y jornadas nubladas, favoreció que el fusarium se instalara en los cultivos, y no permitió a muchos productores, ingresar a las chacras para realizar aplicaciones”.
COMPLEJA
“Estamos ya superando el 85% en cebada del área cosechada de productores de la cooperativa, y un 70% el área de trigo”, manifestó por su parte el ingeniero agrónomo Luis Simean.
El gerente de Copagran, filial Paysandú, acotó que “es una zafra compleja por el impacto de las lluvias, sobre todo las de mayor intensidad en el mes de octubre, que afectaron los cultivos”.
Sostuvo que “se está viendo de todo. Desde cultivos muy buenos y con rendimientos interesantes, pero también de los otros, especialmente problemas de calidad, asociados a la presencia de fusarium y altos niveles de toxinas DON, que genera rechazos en cebada y problemas de calidad en trigo”.
Entiende que el impacto es mayor “cuando maltería no toma ese grano para la industrialización y malteado, mientras que en trigo la situación es diferente, porque las primeras chacras entraron con muy buena calidad, buen específico y bajos niveles de fusarium –eran las mejores chacras las que sembraron primero y se aprontan en primer término–. El resto de los trigos se han intensificado en estos días y se ven que están más afectados por las lluvias”, dijo Simean.
Respecto a los rendimientos, el técnico local señaló que en cebada “están arriba de 3.000 a 3.500, los cuales son considerados normales en la generalidad de las chacras, independientemente de los problemas de calidad mencionados”.
En trigo la situación es más variable. “Las primeras chacras que salieron con buena calidad, también fueron acompañados por rendimiento en el orden de 4.000 kilos, pero en la segunda tanda que ahora se está cosechando se ven afectados por los rendimientos por el fusarium”.
