El maestro denunciado por filmar con su celular a niñas de entre 10 y 12 años –mientras se bañaban, en la escuela 76 de Paso Castell de Corrales– reconoció ante padres de los alumnos su accionar, aunque se defendió diciendo que se trataba de una forma de medir el tiempo que demandaba la utilización del agua y el gasto que significaba. Hoy será la audiencia en el Juzgado en que, de encontrarse elementos por Fiscalía, podría solicitarse su formalización por algún delito de índole sexual.
Fuentes confiables precisaron a EL TELEGRAFO que desde que se hizo la denuncia por los padres de una de las menores, el docente fue trasladado a cumplir funciones en la Inspección Departamental de Primaria y hace pocos días participó del acto de elección de horas, optando por la escuela de Tambores para este año lectivo. Al no haber aún un fallo judicial, el docente estaba en libertad de acción y nada le impedía presentarse a la instancia de elección. Aunque en caso de ser formalizado seguramente no pueda ejercer y su sueldo sea retenido.
LO DESCUBRIERON SUS ALUMNOS
La maniobra de filmar alumnas, al parecer, habría comenzado en octubre; aunque el hecho fue descubierto y denunciado recién en noviembre. El docente llevaba tres años trabajando en la escuela con régimen de internado.
Una noche, dos alumnos varones de la escuela –que se quedaban a dormir– vieron que el celular del maestro estaba colocado cerca de donde dejaban los cepillos de dientes, apuntando hacia el área de duchas. En ese momento les llamó la atención y por curiosidad tomaron el dispositivo para espiar. La sorpresa fue grande al encontrarse con un video reciente, que estaba en pantalla, donde se podía ver claramente a dos compañeritas de 10 y 12 años duchándose; según relató uno de los padres denunciantes a EL TELEGRAFO.
Ante el hallazgo, los niños fueron a contarle a una de las protagonistas del video que entró en una crisis de nervios y le pidió a la directora llamar a sus padres. Si bien se le otorgó permiso y sus padres concurrieron de inmediato, la directora no quiso dar cuenta de la Policía ya que, según explicó, daría aviso a Inspección de Primaria para que tomaran las recaudos necesarios. “Ella como directora debería haber llamado enseguida a la Comisaría 10ª de Tambores, pero no quiso hacerlo porque eso se manejaba desde la Inspección”, narró una madre.
Si bien los niños accedieron a ver solo un video, se sospecha que el maestro cuenta con más, ya que les dijo a los padres (que fueron por explicaciones) que usaba el celular desde hacía un tiempo para medir el tiempo que demandaba cada ducha y así calcular el gasto de agua, de acuerdo a un proyecto sobre esa temática que había ganado en beneficio de la escuela. Esta versión no conformó a los padres, que le preguntaron, tanto al docente como a la directora, por qué no lo hacían con un reloj común o un cronómetro individual. Hacía un tiempo que había habilitado un solo baño, que compartían por turnos, entre varones y niñas.
“Es una persona que nunca entabló relación con los padres. Siempre estaba con la cabeza gacha y solo decía ‘buenos días’ a algunas personas y en algunas circunstancias. Eso nos llamaba la atención, pero no pensamos que sería porque tendría este tipo de conductas. A nosotros como padres los que nos duele, además, es el silencio que hubo por parte de la escuela y de la Inspección que fue al otro día, donde hicieron una reunión, pero nos pidieron que por resguardo de los niños no dijéramos nada de esto a nadie”, comentó otro allegado.
