“Deja un sabor amargo porque que se podía lograr algo más”. Palabras del capitán de Paysandú Rodrigo Michelena tras la caída en el clásico ante Salto por 2-0 en el Estadio Artigas, en la revancha de las semifinales del Regional Norte Litoral de la Copa Nacional de Selecciones de OFI.
La calentura por haber cedido en un partido en el que se dispuso de dos penales, y se malograron, da lugar de todos modos a la idea de que la posibilidad de seguir en la fase nacional sigue firme. “Igual nada está perdido. Las chances están intactas para seguir peleando por el nacional”, aseveró quien vio la tarjeta roja en el transcurso del primer tiempo.
“Cuando empezamos el campeonato, nos propusimos superar metas de a poco. Primero pasar la fase, después el primer mata a mata primero, luego el segundo y así. Y la meta de siempre es llegar hasta la final de la Copa Nacional”, explicó el lateral.
Respecto al duelo del sábado contra los salteños, señaló que si se hubiera “hecho un gol de entrada, cambiaba todo”, en referencia a las penas máximas desperdiciadas. Y fue muy autocrítico con su actuación: “La expulsión mía costó mucho. Quedaron con un gol arriba y con un jugador más, y eso les hizo bien. Manejaron muy bien el partido en ese tiempo”.
Salto es un equipo “con experiencia, con buenos jugadores que saben manejar el partido, nunca se desesperaron. Encontraron el gol cuando Paysandú estaba jugando bien. Ese gol nos apagó un poquito. Hicieron un buen partido e hicieron los goles en los momentos justo”.
Michelena dijo que el grupo quedó “muy amargado” tras perder la posibilidad de pelear por el Litoral, en un encuentro que venía con una previa cargada con “declaraciones de ellos”. De cualquier modo, luego del compromiso del sábado “nos juntamos, en un claro gesto de lo que hace el grupo para no bajar los brazos. Para motivarse y seguir”.