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“ODISEA EN EL BROU”, UN DEPÓSITO EN CUENTA

Hay una operación que en el BROU se podría llamar “La odisea del depósito en cuenta”. Y estamos hablando de la más sencilla: de cuenta a cuenta ambas del BROU. La cuestión era pagar la modesta suma de $12.000. Optamos por un “cajero” para operar el modo “sin tarjeta”.
Llegado el momento, puse en el dispensador cinco billetes de dos mil pesos y dos de mil pesos. A las 19 y 35 me aceptó un billete de dos mil y uno de mil. ($3.000). Y me devolvió los otros cuatro de dos mil y el otro de mil. Solo había logrado transferir el 25% del total.
Repetí la operación con los nueve mil pesos que era el resto del dinero y a la hora 19 y 37 en el mismo dispensador que introduje esos nueve mil pesos que faltaban, me aceptó solamente dos billetes de dos mil pesos cada uno, o sea cuatro mil pesos. ($4.000). Era el 44,44% de los 9.000 que faltaban transferir.
O sea que en los dos primeros intentos llevaba enviado recién el 58% del total. En esas dos ocasiones el “cajero” me indicaba que rechazaba los billetes por que no los reconocía.
Como mi esposa había retirado dinero de otro “cajero” contiguo, le pedí que me cambiara dos de mis billetes de dos mil pesos rechazados, por dos de dos mil pesos que acababa de dispensarle el propio BROU. Por tercera vez repetí la operación colocando en el dispensador esos dos billetes de dos mil y el mismo de mil que me acababa de rechazar.
Insólitamente a la hora 19 y 43 el “Cajero” me aceptó el billete de mil que antes me había rechazado y me devolvió los dos de dos mil que acababa el propio BROU de dispensarle a mi esposa. O sea que un cajero del BROU daba billetes de dos mil pesos que el otro cajero del mismo BROU, mampara por medio, no reconocía.
Al final del tercer intento recién había depositado los 2/3 del total del dinero. $8.000 del total de $12.000. Por cuarta vez, creo que en otro cajero lindero, operando igual, intenté depositar los dos últimos billetes de dos mil pesos, que dados por el BROU, el BROU no reconocía.
Y ¡¡¡por fin!!! A la hora 19 y 45 me aceptó esos mismos dos billetes antes despreciados y completé el total de la transferencia por $12.000. En resumen demoré 10 minutos (600 segundos) para transferir $12.000.
A un promedio de 50 segundos cada mil pesos. Ese trámite un funcionario o sea, un cajero de carne y hueso, lo hace en dos minutos. Una total ineficacia y peor eficiencia.
¿Cuál y a quién le compró la nueva “tecnología” el BROU? La tecnología incorporada por el BROU es decadente y todavía tienen el “tupé” de obligar a que la gente la use, mediante la tristemente famosa “bancarización obligatoria” que impuso el Frente Amplio con sus métodos de corte totalitario.
Un totalitarismo marxista leninista que beneficia al capitalismo de la banca casi toda extranjera, en una suma que el senador José Carlos Cardoso estimó en los inicios de su imposición en unos treinta mil millones de dólares. Parece raro que ese marxismo leninismo beneficie al capitalismo extranjero, pero no tanto si se admite que es otra aplicación bien práctica de la teoría de “como le digo una cosa le digo la otra”. Queda flotando la duda de si la aplicación drástica de la obligatoriedad fue a cambio de nada.
Quedaría para otra oportunidad, comentar que esta declinación del Banco República devenido en el Banco País y luego en el Banco Polgar, tendiente a eliminar la gente de sus agencias y luego a sus funcionarios, se hizo a través de una tecnología comprada a una firma donde participaba un hijo del presidente Vázquez, el mismo que el 12 del corriente fue homenajeado por el Pit Cnt de Abdala, el corifeo de Maduro y su séquito, todos correas de transmisión del gobierno que se va.
Ing. Agrim. Ramón Appratto Lorenzo