Uruguay estuvo cerca de acceder a la fase final de la Copa Davis: su visita a principios de mes a Austria, con el que cayó por 3-1, dejó un buen sabor pese a la derrota. En el equipo celeste estuvo el tenista sanducero Francisco Llanes, quien recogió otra muy buena experiencia a sus 17 años.
“Estuvo muy lindo, aunque marchamos. Para mí fue lejos el mejor encuentro que hemos tenido en mucho tiempo. Estoy seguro que sí. Hablé con Pablo y Martín (Cuevas) y me dijeron lo mismo. Hace tiempo que no jugábamos ante un equipo tan duro y completo, y se vio realmente que teníamos que dar todo y más. No alcanzaba con la garra. Jugamos muy bien, y le hicimos partido. Fue tremenda la serie, con dos días muy intensos”, se explayó Llanes respecto a esta participación pese a que no le tocó ingresar a la cancha.
En los duelos jugados en la ciudad de Graz, primero Martín Cuevas perdió por 6-2 y 6-4 ante Dennis Novak, luego Pablo Cuevas batió a Jurij Rodionov por 6-7 (7/9), 6-3 y 7-6 (7/5) en un partidazo que duró más de tres horas y media; en el segundo día, Uruguay, con Pablo y Ariel Behar, cedió en dobles ante Oliver Marach y Jürgen Melzer por 6-4, 3-6 y 5-7, y en el último punto, Pablo Cuevas fue vencido por Novak por 2-6, 6-3 y 6-4.
“Todo esto es un plus, no cualquiera se puede dar el lujo de estar tan cerca, aunque te quedes con las ganas de jugar”, destacó Llanes. “Se trata de una semana distinta al resto para cualquier tenista. Con el grupo hablábamos que esto es distinto para todos, porque solemos estar en distintos lugares en el mundo y ahora nos juntamos en Austria para jugar una semana de Davis, que la disfrutamos como ninguna porque es única. Une al grupo, en el que hay tremenda química”, destacó el tenista sanducero.
La llave en Austria finalizó el sábado 7 y los uruguayos ya estaban en el país el lunes 9. Más allá de que en el Aeropuerto de Carrasco no se le hicieron controles por el coronavirus, el Carrasco Lawn Tennis, donde entrena Llanes, no les permitió entrenar esos días y les recomendó ingresar en cuarentena.
Un poco “asustado” por un dolor de cabeza –que se le fue al otro día–, “Toto” se instaló en Paysandú. Y ahora, ya con la emergencia sanitaria decretada por el gobierno, pasa las horas en su casa practicando “al pie de la letra” lo que le ha ordenado su entrenador.
