La Intendencia de Paysandú se apresta a cerrar totalmente la zona costera de la ciudad, impidiendo el tránsito de vehículos, su estacionamiento, así como la presencia de peatones. Según pudo establecer EL TELEGRAFO el fin de semana -incluso en la víspera- se apreció muchas personas en la zona, ya sea dentro de vehículos estacionados o usando el paseo público que -de hecho- está cerrado desde hace días.
En la víspera -según confirmó EL TELEGRAFO- hubo conversaciones entre la Intendencia y Jefatura de Policía, realizando una evaluación del comportamiento ciudadano y al concordarse que no se respeta el confinamiento voluntario tal como se pide desde las autoridades nacionales, se llegaría a esta decisión drástica, clausurando hasta el final de la emergencia sanitaria toda esa extensa área.
De hecho, en otras partes del país, se han tomado ya este tipo de medidas. En las últimas horas fueron cerradas las playas de Montevideo para todo uso.
No se sabe si se definirán multas o pases a la Justicia de los infractores, pero se da como seguro que en las próximas horas se tome la decisión y se anuncie el cierre de la zona costera, incluyendo al tránsito en vehículos.
PAYSANDÚ SE MANTIENE CON UN CASO POSITIVO
Carlos Leoni, director departamental de Salud confirmó que “en Paysandú nos mantenemos con un caso de coronavirus, resultado de las acciones que se vienen llevando adelante. Creo que la nuestra es una población informada, que es consciente de cómo actuar en situaciones como esta”.
“Por otra parte, la asistencia de los profesionales de salud es de primer nivel, por lo que estamos controlando la epidemia en las fronteras de nuestro departamento. No obstante, como siempre dijo, esto es muy evolutivo, por lo que, lo que se afirma hoy puede llevar a una realidad muy diferente en apenas horas”.
AHORA SI, ACONSEJAN USO DE MASCARILLAS
Daniel Strozzi, adjunto a la Dirección Departamental de Salud subrayó que “como se viene diciendo ahora desde la Organización Mundial de Salud, y mientras las autoridades nacionales evalúan cómo posicionarse, creo que la población debe comprender la real importancia de utilizar mascarillas cuando se encuentran en la vía pública. Esto, además de respetar el distanciamiento social y evitar reuniones de un grupo de personas, diría de no más de media docena para evitar riesgos”.
Empero aseguró que “esto no quiere decir que el público debe lanzarse a adquirir mascarillas de ningún tipo, porque estas deben seguir estando reservadas al personal de salud. Pero sí -desde que no se trata de una tecnología de alto nivel- mascarillas caseras, realizadas en casa o por aquellas personas con conocimientos en costura”.
“El uso de mascarillas está aconsejado en todo espacio público porque es una protección adicional a las personas que nos rodean. Incidentalmente nos pueden beneficiar en el caso de que haya micropartículas en el ambiente, en el aire. Pero en esencia, es para evitar que si tenemos el virus, lo dispersemos. Hay muy buenos ejemplos de mascarillas caseras que pueden utilizarse. De ese modo, dejar para los profesionales de la salud las mascarillas de producción industrial”, subrayó.
“No hay que sentir temor social, el famoso ‘qué van a decir si me ven así’, porque lo que hay que tener claro y en concreto es la protección de todos en el espacio público”, concluyó Strozzi.
DESATENCIÓN A OTRAS PATOLOGÍAS
“También es preocupante que mientras se dedican todos los esfuerzos al COVID-19, hay pacientes con enfermedades crónicas que no están siendo atendidos. Eso puede llevar a un exceso de mortalidad por enfermedades que hasta ahora venían bien controladas. Eso es un efecto secundario que estoy viendo, junto a otros colegas”, afirmó Strozzi.
Si bien -dijo- aún “no se puede afirmar que estadísticamente sea significativo, pero es claro que es un patrón que aparece con claridad. Comienzan a verse personas que no pueden controlarse en las policlínicas porque están cerradas y hay determinados estudios que ningún profesional analiza. No hay una asistencia adecuada a ese sector de pacientes, especialmente en el sector público, porque en el privado hay un poco más de accesibilidad con el sistema de médico a domicilio”.
Opinó que “Paysandú no está preparado para el pico de enfermedades respiratorias que vamos a tener, cuando se encuentre con la asistencia al COVID-19. Eso va traer un problema y eso no es alarmismo; necesitamos hacer algunos cambios en el sistema sanitario para darle cobertura a las personas con enfermedades crónicas no transmisibles. Hay que continuar atendiéndolas y a su vez brindar una atención no presencial a personas con enfermedades respiratorias que permita que ese paciente permanezca en su casa. Es el gran desafío que tenemos esta semana, no dentro de un mes”.
“EL CRECIMIENTO PUEDE SER EXPONENCIAL”
Strozzi también evaluó con “gran preocupación” las aglomeraciones que se apreciaron en los últimos días en el centro de la ciudad, especialmente por el calendario de pagos, porque podría ocurrir que dentro de unos días aparezcan varios otros casos positivos.
“Después de ver las aglomeraciones de estos días, tristemente se debe decir, con responsabilidad, que si en Paysandú hay un caso a partir del contagio en esos espacios, el crecimiento puede ser exponencial, muy rápido, porque estamos lejos del aislamiento social. Esto es, si no hacemos uso de las pocas medidas que realmente ayudan en la lucha contra este virus de enorme poder de contagio, si no cambiamos la actitud del sanducero vamos a vivir una cruda realidad”, subrayó el profesional.
Aseguró que “lamentablemente todos los que sí están haciendo la cuarentena y se cuidan muchísimo van a sufrir las consecuencias de los irresponsables que toman esto como si fuera una gripe común. Parece que se ha instalado la idea que solamente mueren viejitos de 85 con enfermedades previas. Pero no es cierto. El veinte por ciento de las muertes son de personas entre 20 y 50 años. Un comportamiento irresponsable es como tener números para una lotería mortal. Cuando se hace fila en un supermercado o en el banco y no se mantiene la debida separación entre personas -no menos de 1,5 metros- y no se usa mascarilla, se están sacando números para esa lotería. Cuando ocurran casos la velocidad de propagación será muy rápida y el sistema puede colapsar rápidamente”.
Strozzi hizo hincapié en que “lo importante es limitar el contacto social, no ir a saludar a padres, abuelos, hijos, sino tratar de mantener hasta donde sea posible el aislamiento voluntario. Esto no es paranoia sino que todas estas precauciones son para evitar el contagio. Si queremos evitar el contagio no hay otra manera. Ni siquiera si se compraran respiradores en abundancia. Hay que comprender que países como Italia, España, Estados Unidos y Ecuador, se vieron totalmente superados por esta pandemia que se mueve realmente rápido, que explota en las ciudades y países con la fuerza de una bomba”.
CON LA COMISIÓN DE ASUNTOS SOCIALES
Los integrantes de la Comisión de Asuntos Sociales de la Junta Departamental fueron recibidos por el intendente Mario Díaz para una reunión informativa en torno a las acciones que se llevan adelante en la emergencia sanitaria.
Acompañado por el director de Servicios, Gastón Giles, y la directora de Desarrollo Humano y Social Olga Rodríguez, Díaz expuso “la tarea que realiza la Intendencia desde lo social y lo sanitario, en este última caso al servicio de ASSE y bajo los lineamiento del MSP, redistribuyendo recursos para responder a la contingencia”.
Se destacó por parte de la Intendencia que se lidera “en tres áreas de trabajo: la social, recepcionando solicitudes y llamadas de 2.000 personas que solicitan ayuda, el depósito de alimentos de la Administración e INDA, y el área de respuesta a la Emergencia”.
Hasta la víspera se habían entregado 750 canastas, en tanto otras 350 esperan ser entregadas. En el interior, el Departamento de Descentralización coordinó la distribución de 32 canastas de emergencia en el eje de ruta 3, 16 en ruta 26 y 40 en ruta 90.
También se distribuyen las 2.000 canastas “donadas por Nicolás Lodeiro quien confió en la Intendencia, y es la única en el país que gestiona dicha donación. Se destinan a clubes e instituciones deportivas de capital e interior que trabajan con formativas, donde asisten niños de familias muy vulnerables”.
