Comenzó con diferente ritmo actividad en obras en construcción

Si trabajan en la altura, suman para su seguridad los cinturones que se ajustan en los andamios.

Ayer comenzó la actividad en la industria de la construcción, luego de prácticamente un mes en que se paralizó tras la declaración de emergencia sanitaria causada por el coronavirus COVID-19 el 13 de marzo.
Según pudo constatar EL TELEGRAFO, el inicio fue dispar, dependiendo del tipo de construcción que se desarrollaba. En algunas obras, se hizo la limpieza y desinfección que tenía previsto el protocolo acordado entre las empresas, los trabajadores y el Ministerio de Trabajo, y se estimaba que entre hoy y mañana retomarían las tareas propias de la construcción, aunque también se estaba atento al tiempo, que ayer registró algunas lluvias.
Ricardo Nolla, integrante de la empresa que venía trabajando –y ahora retomó– algunas obras a cuenta de la Intendencia de Paysandú y algunos trabajos particulares, dijo que se presentaron los alrededor de 60 obreros que tiene la empresa, y que están expectantes por algunos trabajos licitados y ganados previamente al parate. También comentó que su empresa está desarrollando trabajos de construcción privados en el departamento de Soriano, hacia donde en los próximos días irá la cuadrilla sanducera.

PREOCUPA EL INICIO
DE OBRAS NUEVAS

En el caso del estudio Paggi-Zinno y la constructora Babel, Alberto Zinno, uno de sus principales, dijo que “retomamos la actividad con normalidad en las obras que teníamos en curso, y en algunas aún no sabemos cuando empiezan porque están cerradas las oficinas públicas para hacer los trámites correspondientes”. No obstante, en las tres obras que venían trabajando ya se reintegraron los obreros, como “en la esquina de Leandro Gómez y Montevideo, el edificio Lucas Piriz y otra que estamos terminando en Uruguay y Silván Fernandez y también tenemos otros trabajos con particulares”. En total, hay unos 75 trabajadores de la construcción en las diferentes obras encaradas por el estudio y la constructora.
Una de las complicaciones para cumplir los cronogramas previstos por las empresas, según coincidieron varios, es que desde el 13 de marzo hay oficinas públicas que están cerradas, sin atención al público, o tienen horarios restringidos. Tal es el caso de UTE, por ejemplo, de quien se solicita normalmente la conexión eléctrica para las obras nuevas que se realizan. Además, muchos trabajan “a distancia”, vía Internet, y eso demora un poco más los trámites.
En todos los casos, las empresas aprovisionaron a las obras con lavamanos y alcohol en gel, y entregaron los correspondientes tapabocas, que son dos por trabajador, e incluso termómetros para tomarse la temperatura, cumpliéndose los términos del protocolo aceptado.