La inusual bajante del río Paraná sigue generando preocupación, desde que en Misiones, en febrero estaba con 3 metros, el sábado marcaba 1,11 y esperan para el martes 21 que llegue a un metro de altura. En la capital entrerriana, Paraná, el río estaba en 0,78, mientras que en la ciudad de Rosario (Santa Fe) marcaba 0,85 metros cuando la media supera los 2,50 metros.
A raíz de la bajante, salieron a la luz bancos de arena, embarcaciones hundidas, la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe, mientras personal municipal de Paraná debió trabajar para que funcione la planta potabilizadora.
Con un nivel de agua tan bajo que no se veía desde 1971, muchos se preguntan a qué se debe este fenómeno que ha generado serias consecuencias. El ingeniero Juan Borus, del Instituto Nacional del Agua (INA) de la República Argentina, en una entrevista en Radio Continental de la ciudad de Corrientes, detalló algunas de las cuestiones que explican el momento actual.
Según advierte en una entrevista con la revista Weekend, esta situación se dio en 1971, pero ahora se llegó a un caudal ocho veces menor al normal. Mientras tanto, diario El Litoral destacó ayer que “durante la mañana de este sábado, el río Paraná volvió a descender. Entre la medianoche y el mediodía, los dos momentos en que la Prefectura Naval Argentina actualiza los datos, el cauce perdió tres centímetros. De esta manera, en el mediodía de este sábado la altura del río en el Puerto de Santa Fe era de 1,12 metros. En lo que va de abril, el descenso fue de 65 centímetros.
Estos guarismos se dan en el contexto de una bajante histórica del Paraná. Luego de rozar los tres metros (2,99 mts) a fines de febrero; el nivel del río se vino “a pique”. A mediados de marzo, la altura fue de 2,28 metros; mientras que el 31 de ese mes llegó a 1,84 metros.
Según las proyecciones del Instituto Nacional del Agua, se espera que el río siga bajando. Para el martes 14, estima que podría alcanzar 1,11 metros; mientras que para el 21 de este mes podría llegar a 1,01.
BAJANDO DESDE HACE MESES
El ingeniero Borus afirmó que “esta situación se viene gestando desde el año pasado; empezó en el río Paraguay, en Formosa tuvimos un descenso desde abril hasta noviembre de más de 8 metros. El nivel de agua bajó eso durante todo ese tiempo, la más persistente de la historia. Está fluctuando en aguas bajas, el aporte es mínimo y se suma de la alta cuenca del Paraná, que por tercer año consecutivo no tiene subida estacional de verano y tiene escasa participación del río Iguazú, que es el que nos salva y a veces nos castiga. En este caso no pasó nada de eso. Es increíble lo que pasa en Cataratas, con caudales de 200 metros cúbicos cuando teníamos 1.600”, destacó Borus. “Todo eso sumado hace que en Corrientes el río tenga una altura que no se daba desde diciembre de 1971, una bajante que se puede dar si confluyen un montón de datos, situaciones, que son las que se dan ahora, todas las cuencas de aporte al río Paraná están en situación de aguas bajas, aportes sumamente reducidos, que a corto plazo puede mejorar” indicó.
Además, el ingeniero aclaró que un plazo corto podrían ser dos semanas hasta que se vea una mejora en el caudal. Borús citó como ejemplo la situación de 2009, donde en el primer semestre hubo niveles de bajante, mientras que en el segundo se observaron niveles de inundación.
“Nos estamos empezando a acostumbrar a la tremenda variabilidad climática, yo creo que es razonable asociarlo al cambio climático, la manifestación más clara es esta variabilidad, que hace que pasemos de situaciones de muy poco a situaciones de mucho y al revés”, afirmó Borus.