El que no haya actividad dentro de la cancha no significa que haya vacaciones. Martín Mendaro, manager de Trébol, lo tiene clarísimo. Y así de claro también lo tienen los diferentes planteles de la institución.
“El club está cerrado, pero enviamos trabajos individuales a todos los jugadores, desde la M13 al plantel superior. No son vacaciones, sino un lapso que tenemos que aprovechar para mantenernos, porque es muy difícil mejorar en espacios reducidos”, dijo Mendaro con respecto a cómo se está trabajando en la institución mientras el rugby nacional está paralizado por la pandemia de coronavirus.
Así, con la intención de mantenerse en forma, los mayores trabajan los lunes, martes, jueves y viernes a través de la aplicación de moda, Zoom. Y los juveniles, de M17 para abajo, se movilizan los martes, jueves y domingos.
Pero los trabajos abarcan un espectro más que interesante, y no solo desde se hace hincapié en el aspecto físico.
“Trabajamos algo de los reglamentos, analizamos algún partido, se repasa alguna práctica. Hoy (ayer), por ejemplo, con la M13, 15 y 17 vamos a hacer un pequeño test de abdominales para incentivarlos”, relató.
Lo que está claro que también en el rugby se necesita mucha imaginación para poder llevar adelante la tarea mientras no hay actividad y no se vislumbra en el horizonte cuándo puede volver.
“Tampoco se puede exigir demasiado porque todo es una incertidumbre lo que se está viviendo. No sabemos cuándo comenzará la competencia, pero cada día que pasa me convenzo de que va a ser de un día para otro”, opinó.
Mendaro sí dejó en claro que, cuando se anuncie que la temporada se pondrá en marcha, “habrá que empezar todo de cero”, porque “la parte aeróbica” se pierde.
Más allá del rugby
Trébol está apostando además a la realización de diferentes charlas, destinadas no solo a los jugadores sino a las familias.
“Queremos que haya un vínculo entre infantiles, juveniles y los padres”, explicó Mendaro al hacer referencia a las charlas que, de manera virtual, se llevan adelante con grandes referentes del club y del rugby nacional, como es el caso de Carlos Arboleya.
“Es mostrarles que se puede ser economista y jugador, son buenos ejemplos y es importante compartir experiencias de vida. Vamos a seguir con esta serie de charlas, sobre el fin de semana será con Guillermo Lijstenstein, más allá del resto. De la charla con Arboleya participaron 87 personas, y hablamos de cosas que nos interesan además a quienes somos padres. Sobre la posibilidad de que un hijo tenga que ir a Montevideo a estudiar, y allá saben que el club les pone un tutor, por ejemplo”, remarcó el manager de Trébol haciendo referencia al trabajo humano del club.
El más importante de todos, sin lugar a dudas.
