“Actualmente estamos cursando una situación presupuestal muy complicada”, confesó el gerente de la Secretaría Nacional del Deporte, Gerardo Lorente, al punto que prácticamente no existen fondos para poder transferir a las federaciones.
Y el tema no precisamente es culpa del coronavirus. Según dijo Lorente a EL TELEGRAFO, “al asumir funciones, el 1º de marzo, nos encontramos con un panorama muy complejo de cara a la ejecución presupuestal del ejercicio 2020, incrementado por la falta de información acerca de algunos compromisos y gastos asumidos por la Secretaría Nacional del Deporte”.
Tan es así que “al asumir ya teníamos comprometido el 72% del presupuesto asignado a gastos de funcionamiento”, lo que llevó a que se debiera solicitar al Ministerio de Economía y Finanzas “un refuerzo presupuestal, simplemente para replicar lo ejecutado en el ejercicio 2019 tanto para gastos de funcionamiento como para suministros, sin considerar siquiera el ajuste por inflación”.
Lorente explicó que “la solicitud de refuerzos presupuestales es algo corriente en todo organismo público y en especial en la Secretaría Nacional del Deporte”, y que “todos los años se otorga un crédito inicial para comenzar el ejercicio y luego se van solicitando refuerzos a medida que el año avanza”.
“En ese sentido la Secretaría cuenta con una buena reputación dado que todos los años ha ejecutado el 100% del crédito que se la asignado”, dijo.
Gastos y transparencia
Según el jerarca, apenas se asumió se tuvo en claro que había que bajar el presupuesto. “Por ejemplo, bajamos el monto total de compensaciones ‘salariales’ y dietas, restringimos el uso de celulares, eliminamos gastos superfluos como gastos de publicidad (el año pasado se gastaron $3 millones), pago de cursos y maestrías, suscripción de periódicos en papel y demás”.
Y también “nos encaminamos a transparentar los gastos que se hacen por la Corporación Nacional para el Desarrollo”, dado que “la administración anterior usó mucho este mecanismo para contratar y pagar servicios que nada tienen que ver con el objeto del contrato entre la Corporación y la Secretaría”.
El gerente de la Secretaría Nacional del Deporte apuntó además que “se nos dificultó mucho poder acceder a toda la información de todos los gastos que se hacen a través de la Corporación Nacional para el Desarrollo”, al punto que “ni el Departamento Financiero – Contable de la Secretaría conocía todos los gastos realizados mediante ese mecanismo”, aunque “gracias a la buena disposición de la Corporación pudimos hacernos con algunos datos”.
Siguen cayendo cuentas
Lorente comentó que aun hoy “nos siguen cayendo facturas a través de la Corporación Nacional para el Desarrollo, de montos muy elevados, por gastos que se hicieron de la administración anterior y que ningún funcionario de la Secretaría Nacional del Deporte conocía su existencia y menos su fundamento”.
Y se suma el hecho de que “se nos exige el pago de servicios que fueron resueltos discrecionalmente por la administración anterior”, entre ellos, por ejemplo, “el pago de cursos y maestrías por casi $200 mil pesos a funcionarios que cesaron su pase en comisión el 1º de marzo y que, obviamente, el conocimiento adquirido no lo volcarían en beneficio de la Secretaría”. “Un monto de 150 mil dólares que debemos afrontar nosotros fue acordado por la administración anterior el 26 de noviembre de 2019 –o sea 2 días después del balotaje cuyo resultado es por todos conocido– con la Unión General Armenia de Beneficencia del Uruguay (UGAB) por el uso de su complejo deportivo hasta el 28 de febrero de 2021. Es un convenio que viene de 2015 firmado por Liliam Kechichian”, informó.
Completa realidad
La situación económica de la Secretaría es tan complicada que “al comenzar nuestra gestión ya necesitábamos un refuerzo presupuestal cercano a $64 millones simplemente para pagar los suministros hasta fin de año”.
El jerarca sumó además que “por Decreto 90/020 se exige a todos los incisos 02 a 15 del Presupuesto Nacional abatir el 15% de los créditos comprometidos del ejercicio 2019, correspondientes a gastos de funcionamiento e inversiones”, y que “dada la gravedad de la situación hemos abatido créditos en diversos rubros. Incluso la pandemia ha generado que muchas actividades no se realicen”. Ahora bien: la realidad presupuestal de la Secretaría le impide hoy “poder continuar contratando algunos servicios que resultan imprescindibles para el mantenimiento de la infraestructura (vigilancia, mantenimiento de piscinas y Plazas de Deportes) y poder ejecutar diversas prestaciones”, así como “prácticamente no tenemos crédito para realizar transferencias a las federaciones, ONFI, Comité Paralímpico y Fundación Deporte Uruguay”.
Y a esto se le suma “un gravísimo estado de deterioro edilicio en el Centro Médico, que nos obliga a hacer erogaciones para solucionar urgentemente la situación”.
La situación fue planteada al Ministerio de Economía y Finanzas, donde se encontró receptividad y comprensión.
“Sabemos que asumimos un país con un grave deterioro de las finanzas públicas, un déficit fiscal del 5% y la tasa de desempleo más alta desde 2007, por lo que solicitamos un refuerzo en base a un análisis excesivamente austero que implique poder costear los compromisos mínimos. Estamos a la espera de poder encaminar este tema que tanto nos preocupa y ocupa”, remató Lorente, sabiendo que será clave el aporte del Ministerio de Economía y Finanzas para que la Secretaría pueda afirmarse.
