Mercado local de lanas inactivo con demanda retraída

En el mercado local la operativa sigue siendo casi nula. “La disponibilidad de lana cosechada el año pasado, más algún caso puntual de remanente de zafras anteriores que aún no se ha comercializado, se enfrenta a una demanda que está retraída a la espera de un mayor interés por parte de las empresas de ultramar”, señaló a EL TELEGRAFO José Luis Trifoglio.
En ese marco, “la Unión de Consignatarios y Rematadores de Lana del Uruguay no ha publicado precios en su planilla semanal ante la ausencia de negocios”, dijo su presidente.
Aclaró que “si bien no se puede cuantificar seriamente el volumen de lana que aún no se ha comercializado, es notorio que el mismo es importante en algunas zonas del país, en relación a zafras anteriores”.
Más allá de la operativa informada al cierre de la pasada semana por el Informe Tardáguila, de un lote de lana Romney Marsh, en el eje de los 30.000 kilos acumulados en las tres últimas zafras, en U$S 1 para lanas de 33 micras con destino a una industria topista nacional, el mercado lanero interno continúa sin negocios.
En el diálogo con industriales en los últimos días, “se señaló que no hay señales claras para una reactivación de los negocios a nivel interno y se indicó que se debe esperar a que el mercado internacional demande lanas desde nuestro país para reactivar nuevamente los negocios a nivel de los productores”.

EXTERIOR

En los remates que se realizaron durante la última semana del mes de mayo, el mercado lanero australiano registró una recuperación en la demanda y en los precios. Las cotizaciones de los diferentes tipos de lana se tonificaron en moneda local y en dólares americanos, pero en la divisa estadounidense las mejoras fueron porcentualmente mayores a causa de la evolución de la relación cambiaria.
A pesar de ello, y de las buenas noticias de esta semana, el mercado no logra alcanzar una estabilidad, ya que incluso en el tramo final de las últimas subastas, se percibió que los principales compradores le quitaron un poco de presión a las compras y fueron más selectivos.
El Indicador de Mercado del Este subió 21 centavos de dólar americano, (2,8%), respecto al cierre de la semana pasada y se ubicó en el nivel de U$S 7,77 por kilo base limpia. Cabe señalar, que éste fue el cierre semanal más alto del mes de mayo.
Además de la tonificación del IME, es importante señalar que todas las categorías de lana para peinar que se vendieron, registraron aumentos en sus cotizaciones. En términos de dólares americanos, los aumentos se ubicaron entre 2,4% (17,5 micras) y 4,7% (28 micras).
El precio máximo de esta semana lo alcanzó un fardo de 15 micras de diámetro promedio, 87 mm de largo de mecha y 70% de rinde al peinado, que se pagó U$S 10,23 por kilo base sucia.
La oferta semanal totalizó la cantidad de 18.828 fardos y la demanda adquirió el 92,1%. Al hablar de ofertas y considerando los primeros 11 meses de esta zafra en Australia, observamos que se han ofertados un total de 1.389.728 fardos de los cuales se vendió el 82,6%.
Tomando como referencia el mismo período de la zafra anterior, Trifoglio explicó que se habían ofrecido un total de 1.567.493 fardos, de los cuales la demanda había adquirido el 90%. La reducción de fardos vendidos se aproxima al 19% entre una zafra y otra, mientras la producción ha caído poco más del 6%. Esto significa, que probablemente, también en Australia, quedará un remanente de lana sin vender, al igual que en la mayoría de los principales países productores.
Como consecuencia, el volumen de lana disponible a nivel mundial durante la próxima zafra será importante, mayor a la producción anual, y se enfrentará a una casi inevitable reducción en los niveles de demanda a causa de la pandemia, al menos en el último semestre de este año.
Según informó Australian Wool Exchange, los próximos remates se realizarán durante los días 2 y 3 de junio en Sydney y Melbourne, estimándose que la oferta totalizará la cantidad de 17.136 fardos.
Con las próximas ventas, comenzaremos a transitar la recta final de la zafra 2019/20, que seguramente quedará en la memoria de muchos, por mucho tiempo, por los eventos negativos que la han marco en determinados momentos: la continuación de la sequía en Australia con efectos sobre la calidad de algunas de sus lanas, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, los incendios forestales en Australia y principalmente en el último trimestre, los efectos de la covid-19, sobre las economías, la demanda, el consumidor final, etc.