Matías Izaguirre aseguró que “ya es como volver a nacer”

Matías Izaguirre minutos antes de emprender viaje a Montevideo, donde hoy será operado.

El destino de la pelota era el área de Progreso, y Matías Izaguirre (29 años) la miraba fijo, haciéndose lugar entre sus defensores y los delanteros de Bella Vista.
El golero, que pocos meses antes había sido campeón de la Copa Nacional de Selecciones integrando el plantel de la selección de Paysandú, no lo dudó: calculó la distancia y salió a despejar el peligro.
Saltó, cumplió con su objetivo, pero al volver al suelo los tapones largos de aluminio de sus zapatos se clavaron en la tierra. Cuando quiso girar, el pie izquierdo no hizo caso.
Matías sintió instantáneamente que algo se había roto en su rodilla. Cayó al piso, lo atendieron y abandonó la cancha, sabiendo que había sufrido una lesión grave.
Tan grave que desde aquel 5 de octubre del año pasado el arquero no ha vuelto al fútbol.
“Sufrí la rotura de ligamentos cruzados, externo y meniscos”, dijo a EL TELEGRAFO antes de subirse al ómnibus de Copay que lo trasladaría a Montevideo, donde esta mañana finalmente será operado gracias al discutido derecho de imagen.
Ayer, a un par de meses y monedas de que se cumpla un año de aquel día fatídico, Izaguirre llegó a la terminal de ómnibus con toda la ilusión del mundo, porque desde que se lesionó, tocó todas las puertas disponibles. Las mismas que toca cualquier futbolista del Interior cuando sufre una lesión de este tipo. Y se encontró con las mismas respuestas.
“Estuve averiguando, pero en el hospital solo podían hacerme la operación de meniscos, y no cubría el resto porque el costo es elevado. Me dijeron que unos tornillos especiales hacen que sea caro hacerse la operación de ligamentos cruzados. Estaba entregado… Consulté en Concepción del Uruguay, y también era cara”.
Finalmente hoy Izaguirre pasará por el quirófano gracias a la lucha de la Asociación de Futbolistas Amateur del Interior (AFAI), que logró que AUF TV reconociera y pagara por el derecho de imagen de la televisación de los partidos de la Copa Nacional de Clubes A y B de OFI del pasado año.
Tras aquel despeje en el área que tuvo un desenlace inesperado, el arquero no la ha pasado bien. “Primero me dijeron que seguramente sería un esguince, que no sería una lesión mayor porque tenía bastante músculo en la pantorrilla y el muslo, lo que seguramente me había ayudado a que la lesión no fuera mayor. Pero la resonancia dio que tenía todo roto”, recordó.
A partir de ese momento, “futbolísticamente me entregué: sabía que no podía jugar nunca más, salvo que me operara. Pero cuando consulté, fue como haberme roto de nuevo: me cobraban entre 60 mil y 100 mil pesos”.
El sistema integrado de salud no se hace cargo de este tipo de operaciones. Y más allá de la buena voluntad, tampoco los clubes del fútbol del Interior pueden ponerle el pecho.
“Un club como en el que yo estaba no tiene esa disponibilidad. Y no solo me pasó a mí, sino a otros tres compañeros”, lamentó.
De campeón del Interior a dejar las canchas. El cambio fue enorme. Pero más aun lo fue en la vida diaria.
“Soy guardia de seguridad y trabajo parado; el dolor te mata. Para poder dormir bien, no puedo doblar la pierna porque el dolor es constante. Sueño con poder volver a la normalidad, porque no puedo hacer nada, bajaba el cordón de la vereda y se me salía la rodilla”, confesó.
Izaguirre no duda en afirmar que “ya no tenía esperanzas”, hasta que surgió la posibilidad a través de AFAI. “Pidieron que los jugadores con rotura de ligamento cruzado se anotaran en una lista, pero pensé que no me iba a tocar porque son muchos los que sufren lo mismo y no tienen ayuda económica. Cuando me avisaron que era el primero, no lo podía creer”, dijo en la terminal de ómnibus, a minutos de viajar a Montevideo junto a su madre y al presidente de AFAI, Andrés Klein.
Esta mañana Izaguirre entrará al quirófano de La Española, procurando recuperar lo perdido.
Hoy, valora el trabajo realizado por la joven gremial de futbolistas del Interior. “La pelea valió la pena”, resumió.
Izaguirre recordó que “yo estaba en la selección cuando surgió AFAI. Todos los jugadores estábamos de acuerdo, apoyamos, y hasta el último día no firmamos (aquel pedido de OFI de ceder los derechos de imagen. Ninguno quería una remuneración económica, esperamos hasta el último día del plazo, y aguantamos hasta donde se pudo en medio de presiones de todos lados. Pero fueron más las ganas de jugar, porque uno juega por el hambre de gloria”.
Pero “después, cuando las cosas pasan, te das cuenta. Yo en aquel momento firmé, pero nunca pensé que me iba a pasar esto”.
El arquero reconoce el trabajo realizado desde la gremial. Y la lucha, que dio sus frutos cuando OFI negoció con AUF TV, la que reconoció el derecho de imagen que derivó en que Izaguirre sea el primero de los aproximadamente 14 jugadores del Interior que serán operados de esta lesión.
“Creo que cambió todo. Esta lucha movió algo. Como no se gana nada, el jugador no le da mucha importancia. Pero cuando se ven los resultados, ahí ves que está buena” esa pelea, reconoció.
Y se despidió, a minutos de que el ómnibus arrancara con destino hacia la capital: “No sé si volveré a jugar como cuando estaba en el club y en esos tres años de selección. Sueño con volver a la cancha y retirarme. Pero ya es como volver a nacer”, dijo con todas las ilusiones a flor de piel.