Adolescente sanducero recibe insumos descartables para usar bomba de insulina

Una familia sanducera recibió los insumos descartables necesarios para una bomba de insulina o sistema de infusión de insulina con monitoreo continuo, subvencionado por el Fondo Nacional de Recursos, que utilizará un adolescente de 15 años. El dispositivo, del tamaño de un teléfono celular, se coloca en el abdomen y a través de un catéter, suministra en forma continua.
El doctor Oscar Quiñones, cirujano cardíaco, integrante de la Asociación de Usuarios de Bombas de Insulina y consejero de la Asociación de Diabéticos del Uruguay, señaló a EL TELEGRAFO que dicho tratamiento “es muy costosos y no está lo suficientemente difundido, pero desde fines del año pasado este sistema de bomba de insulina se incorporó a las prestaciones que brinda el Fondo Nacional de Recursos. Entre las primeras personas que recibieron ese beneficio se encuentra un niño de Paysandú, que tenía una bomba ya comprada por sus padres y que desde estos días, el Fondo empezó a suministrar los insumos descartables”.
Quiñones explicó que la importancia de los insumos radica en su alto costo: “si bien la bomba andaba alrededor de 9 o 10.000 dólares, que es un dinero importante pero que lograban juntar las familias de diferentes formas, el problema es que posteriormente hay que utilizar materiales descartables para que ese dispositivo funcione y el costo mensual ronda 1.000 dólares”.

LAS ASOCIACIONES

El 21 de setiembre de 2013 se creó la Asociación de Usuarios de Bomba de Insulina del Uruguay (UBI), que nuclea a personas que necesitan dicho tratamiento, al cual accedían a costo personal. “Recién ahora, 7 años después se logró que el Estado uruguayo financie este tratamiento. La semana pasada entregaron una bomba a una niña de Montevideo y los insumos descartables a un niño de Paysandú. De ahí la importancia del hecho”.
El experto informó que “la insulina es un tratamiento muy específico que da muy buenos resultados en aquellos pacientes que tienen indicación para recibirla. Es decir, no es indicado para todos los niños”. Aclaró que “no es para todos los tipos sino para quienes reciben insulina. Se llaman diabético de tipo juvenil, porque comienza en los primeros años de vida y rápidamente la persona deja de producir insulina”.
Dentro de ese grupo, “hay uno pequeño que, con la terapéutica convencional de inyecciones no logra un adecuado control de la enfermedad. Este grupo es el que se ve beneficiado en el tratamiento con la bomba de insulina de alto costo”.
El Fondo Nacional de Recursos considera que son niños hasta 15 años. “En este caso particular, hubo que moverse rápidamente para ingresar los trámites burocráticos y lograr que el fondo financiara este tratamiento porque estaba pronto a cumplir esa edad”, agregó. El fondo subvenciona el tratamiento “de por vida, hasta que se consiga un tratamiento de mejor calidad. Pero en este momento, el tratamiento mas sofisticado es con la bomba de insulina. De cualquier manera, la tecnología avanza y no sabemos en cuánto tiempo la bomba pasará a no ser el sistema más sofisticado y aparecerá otro dispositivo”.
Consultado sobre el universo estimado de personas que pueden requerir este tratamiento en Uruguay, Quiñones calculó entre “unas 200 y 300 personas. No pedimos la bomba solo para los niños, sino para todas las personas que la necesiten. Hay casos de jóvenes de 20 años y adultos jóvenes de 30 o 35 años que requieren de esta bomba pero el gobierno resolvió en esta etapa, otorgarla hasta 15 años”.
El técnico reflexionó: “Por decirlo de alguna forma, el reclamo y la lucha permanecen porque hay un grupo de personas que se verían beneficiados y no pueden obtenerla por sí mismos por los costos. Es decir que no están recibiendo el mejor tratamiento que podrían recibir”. Sin embargo, reconoció que “es un gran logro que el Estado financie la bomba y los insumos. Resta aún que se incorporen a quienes tengan más de esa edad y cumplan los requisitos”.