Nicolás Olivera: “La prioridad en mi mandato será el empleo”

Nicolás Olivera se inició en la actividad pública en la Secretaría de Vivienda en la Administración Bentos, y en el mismo período terminó como director general de Obras. El período pasado y también este, iniciado en marzo pasado, ha ejercido como diputado por Paysandú. Ahora busca ser elegido Intendente de Paysandú por el Partido Nacional.
“La política es servicio y la Intendencia es la mayor herramienta en un departamento para transformar la realidad. Las acciones que se ejecuten en ese entorno permiten tocar la vida de la gente a lo largo y ancho del departamento. Es ciertamente un rol muy diferente al de un legislador; permite hacer, transformar”, dice.
Su eslogan “Paysandú te quiero de pie” está en tercera persona, lo que llama la atención. “Apelo a la fibra que tiene el sanducero, por algo somos la Heroica Paysandú”, afirma. “Paysandú siempre que quiso pudo, en momentos de adversidad pudo ponerse de pie. Es parte del orgullo, el sentido de pertenencia y la rebeldía. Si le tendría que pedir a los jóvenes que se queden en Paysandú porque su futuro estará vinculado a… ¿a qué? A Paysandú le falta algo así como una vuelta de tuerca”.
“Cuando digo ponerse de pie, la imagen que me viene a la mente es la del chinito parado frente a los tanques en Tiananmen (la revuelta de civiles en Beijing, China, en la plaza de Tiananmen; el episodio ocurrió el 5 de junio de 1989). Te quiero de pie no es porque estemos de rodillas, es poder plantarse frente a una situación y avanzar, echar para adelante, como decimos coloquialmente. Ese es el concepto”.

LA PRIORIDAD SERÁ EL EMPLEO

“La prioridad en Paysandú en mi mandato será el empleo. Si hablo de cultura me refiero al empleo, si de deportes también, lo mismo que si al turismo. El trabajo tiene que atravesar transversalmente varios ejes de la Intendencia, es la principal preocupación de los sanduceros”.
Para lograr ese objetivo “hay que sintonizar un gobierno nacional con uno departamental, porque la generación, la reactivación de la economía local o generar empleo no es una competencia exclusiva del gobierno departamental. Pero es una competencia que la gente reclama. La Intendencia es la primera puerta que golpea. Es por eso que hay que trabajar en conjunto con el gobierno nacional” subraya, más allá que “las prioridades que establece la ley para un gobierno departamental son la recolección, alumbrado, calles. Y dentro de ellas más del 70% de los sanduceros dicen que lo primero que quieren es que se recuperen las calles y caminos”.
Al alinear gobiernos, va más lejos aún, porque cree que el ideal sería “alinear los tres niveles: nacional, departamental y municipal. Hay una fortaleza en tener un buen vínculo con el gobierno nacional y una oportunidad. Esto se puede aprovechar si realmente hay astucia y audacia”.
“Creo que para nosotros sería una gran oportunidad trabajar con gobierno nacional abierto a responder una llamada de teléfono, porque hay un conocimiento con todos los ministros, subsecretarios y demás, todos con vocación de querer resolver”.

DESPEGAR 100 AVIONES POR DÍA

Afirma que “hay un error que no pretendo cometer. Cada intendente que sube se toma demasiado tiempo para arrancar. Creo que eso ocurre porque nos preparamos para ganar pero no para gobernar. Por eso puse mucho esfuerzo en tener una hoja de ruta clara, saber qué hacer y con quién hacerlo desde el primer día. De otra manera, pasan meses o hasta años planeando y cuando se va a ejecutar se está en la parte final del periodo”.
“La Intendencia tiene que tener la capacidad de despegar 100 aviones por día. Muchas veces el error es no controlar que cada vez que despega un avión hay que poner alguien que controle que el vuelo llegue a destino. Y aun así se sabe que la gran mayoría de esos aviones no aterrizará. Pero hay que hacerlos despegar”, expresa luego.

LO QUE SE PUEDE HACER, LO QUE NO

“El último que pudo combatir con éxito el flagelo del deterioro del pavimento fue Jorge Larrañaga. Lo hizo bajo un modelo de hacer trabajar al funcionario municipal, partiendo primero de una capacitación. Luego se compró una planta asfáltica y se puso a trabajar a los funcionarios con recursos municipales”, recuerda.
Para Olivera “lo que no puede pasar es tener un montón de gente en la intendencia pagándoles un sueldo sin trabajar, cuando la mayoría es lo que quiere. Eso tiene un peso en el presupuesto hoy del 65%. Y al mismo tiempo se contratan empresas para que realicen las obras”.
“Hay que sincerarse. Comprender lo que la intendencia puede hacer bien y lo que ya no puede hacer. A veces en el afán de querer hacer obras con funcionarios, hay algunas que resultan anti económicas. Pero en la vialidad buena parte se puede resolver con funcionarios municipales”.
Asimismo, sostiene que “lo otro que está vinculado a eso es que tiene que haber determinadas variables retributivas atadas al cumplimiento de metas. Hoy la variable retributiva es el tiempo y a veces la distancia cuando se paga un viático. Pero nadie controla cuánto produce ese funcionarios municipal. Hay que agregar la variable de productividad. La cuenta final tiene que dar que con los mismos recursos que paga la Intendencia se tiene que hacer mucho más que contratando una empresa. Pagando más tenemos que hacer más; no lo contrario: pagando más hacer menos”.

FIDEICOMISO PARA OBRAS EXTRAORDINARIAS

En cuanto al uso del fideicomiso, votado también por la mayoría de ediles del Partido Nacional, Olivera afirma que no lo utilizará para obras comunes, como cordón cuneta o bacheo. “Entiendo que la intendencia tiene que usar recursos extraordinarios para obras extraordinarias.
“De tomarlo, lo que haremos con el fideicomiso será incorporar obras extraordinarias, no obras corrientes. Pero además tendremos que ver la salud financiera de la Intendencia. De acuerdo al Tribunal de Cuentas, es muy delicada. Entonces habrá que poner la casa en orden. Además, otra herramienta para obras extraordinarias es utilizar el PDGS. Para las obras corrientes la Intendencia tiene -o debería tener- un bolsón de dinero”.

CON LA MOCHILA VACÍA

Una de sus propuestas, que no pretende impactar en el presupuesto sino en el concepto de gestión es “reducir un veinte por ciento la cantidad de cargos de confianza. La Intendencia tiene que achicarse, porque hay mucha gente haciendo lo mismo. Hay cargos de confianza que se superponen. Se trata de ser eficientes”.
Para ese equipo de confianza “tengo en mi cabeza nombres pensados para las áreas que importan. Si obtengo la Intendencia, entre las primeras cosas saldré a conversar con gente que no es de mi partido y que es valiosa. Terminado el ciclo electoral, si esa gente entiende que no hay conflicto de intereses no tendré problemas en incorporarlos”.
También debería considerar –en ese escenario– los nacionalistas, incluyendo a quienes apoyaron a los otros dos candidatos. Pero advierte que “las áreas no se negocian. De una vez por todas tenemos que cumplir con lo que la gente nos pide, que es poner en cada lugar a la gente idónea. No hemos generado compromisos con absolutamente nadie, llego con la mochila vacía”.
“Le doy mucha importancia a la organización, que cada uno sepa perfectamente qué es lo que tiene que hacer. Hay modelos de gobierno, como en Nueva Zelanda que están un poco más a la vanguardia, donde casi que se trabaja por proyecto. No confío en los todólogos”.

UN DEPARTAMENTO INSTAGRAMEABLE

En cuanto al turismo se despacha con una fuerte aseveración en relación a los centros termales. Aunque no dice qué realmente hará. “Creo que la intendencia no puede ser operador inmobiliario, en la motelería termal, porque los opera mal. No se puede estar pendiente de algo que no debería ser de su responsabilidad”. Ante la repregunta solo sonríe y dice: “lo dejamos por ahí”.
De modo más general en el área turística, “hay que transformar determinados activos que Paysandú tiene en productos atractivos. Veo algunos ejes inspiradores. El primero el río, no lo estamos utilizando a su máxima potencia, ni en lo deportivo ni en lo turístico. No vinculamos nuestra oferta con el río como lo hace Colón, y es lo que tenemos que hacer”.
En segundo lugar “está el acervo histórico. La Defensa de Paysandú bien podría ser una serie de Netflix pero no la hemos aprovechado. Pensamos en un centro de interpretación de la defensa en cuatro dimensiones y una pantalla de 360º para recrearla. Pensamos en grupos de personas que cada tanto tiempo puedan recrearla. Y no me olvido que hay que incorporar la presencia de Artigas en nuestro departamento, con todo lo que eso significa”.
Además “está el acervo artístico. Paysandú tendría que estar vestido de Los Iracundos por ejemplo. Quiero hacer una ciudad y un departamento instagrameable. Que quien visite Paysandú se tome fotografías o pequeños videos en cada lugar de Paysandú, porque encontrará hitos”.
“También está la gastronomía, que se une con todo lo anterior. Pienso en un observatorio gastronómico, a menor escala pero en el estilo de lo que hizo Acurio (el chef Gastón Acurio Jaramillo) en Perú, que revolucionó al generar una gastronomía propia de Perú. Entonces, hay que desarrollar una gastronomía que no se pueda encontrar en otra parte del mundo, que sea realmente de Paysandú”.

“NO SE TRATA DE TIRAR Y RECOGER BASURA”

En residuos “Paysandú está tirando plata”, sostiene. “Muchos de los residuos sólidos urbanos pueden reciclarse. Y si hacemos eso tendremos un impacto laboral por un lado y medioambiental por otro. Eso reducirá el volumen de basura que termine en el Vertedero, cuya vida útil se está terminando. Pero aparte de eso hay que darle una real gestión. No puede haber gente trabajando entre la basura y mucho menos menores. Hay exitosas experiencias en otros lados que pueden aplicarse, con personas trabajando en mejores condiciones, con salarios dignos”.
“Esto tiene que estar atado a un emprendimiento privado, donde se pueda calificar a gran parte de los residuos. Hay materia orgánica que se aprovecha, hay plásticos y otros que también. Solo lo que no se pueda clasificar irá a disposición final, la que así será mucho más ordenada. No se trata –como ahora– de tirar y recoger basura”.

SOLO SE VIVE DOS VECES

“Tenemos que transformar la realidad, porque es nuestro oficio. Uno vive dos veces”, dice. Pero no se refiere a la canción homónima de la película de James Bond: “una vida por ti mismo/ y una por tus sueños”. Para Olivera, “se vive dos veces si se aprende de los errores ajenos, eso es vivir dos veces”.