¿Y si hoy llueve? ¿Justamente hoy? Después de preparar todo para un domingo de verano y disfrute, al aire libre por supuesto.
Para algunas familias o grupos de amigos la idea bien puede ser disfrutar desde temprano la playa, mientras un poco más alejado, bajo los árboles y en uno de los fogones, el “experto”, el asador de todas las horas comienza con el fuego a media mañana, despacio, para tener suficientes brasas para cuando el resto de la familia llegue, después de disfrutar un par de horas de diversión en aguas del Uruguay.
A veces sale mate antes del mediodía, otras un aperitivo para darle fuerzas al asador, a quien ya por entonces siempre le aparece un ayudante, un comedido.
Un poco de música, a volumen medio para respetar a otros fogones cercanos, tapabocas, cierta distancia entre sí, y la camaradería de siempre. Las anécdotas de la semana, o aquel cuento familiar del grupo de amigos que se repite una y otra vez.
Después del almuerzo, alguno aprovecha la sombra de un árbol para una siesta, los niños juegan pelota, y el asador mira como se extinguen las cenizas y la parrilla vacía.
Por la tarde, la clásica fila en busca de las tortas fritas para acompañar el mate y la buena charla, esa manera tan sencilla que las horas huyan.
Toda la semana planeando este domingo, coordinando quién lleva qué, quién hace qué. Y justamente hoy… ¿lloverá como pronostican los meteorólogos? Por suerte Windgurú anuncia un tiempo espectacular, al menos hasta las 21. Y si no, pues, como sea siempre habrá un “plan B”. Si llueve no habrá playa, pero la reunión igual se puede hacer, con asado al horno y algunas manos ágiles y expertas que hagan las tortas fritas. Un domingo perfecto puede ser soleado, puede ser lluvioso. Lo que importa es la actitud.