Si prospera un proyecto del senador nacionalista Sergio Botana, los conocidos como “bagayeros” podrán formalizar su actividad, con una “Patente de Introducción Fronteriza como medio de introducción de mercaderías al país para su comercialización o consumo dentro de las zonas fronterizas que establezca el Poder Ejecutivo”, como indica el artículo primero del proyecto que ingresó en la Comisión de Hacienda.
Los beneficiarios no serán solamente los informales sino que podrán serlo también “los comercios formales de los departamentos o zonas de los departamentos que el Poder Ejecutivo determine”, junto a “los ciudadanos nacionales que al momento de la promulgación de la presente ley y de modo comprobable se hayan dedicado al comercio informal transfronterizo a escala de supervivencia y/o sustento de su núcleo familiar”.
Eso sí, la mercadería introducida podrá ser consumida en el territorio de los departamentos autorizados, no pudiendo ser enviada a otras partes del país.
La intención es formalizar a quienes hoy ejercen ese comercio transfronterizo de manera ilegal, de modo que aporten a BPS y DGI y a los comercios que actualmente ya aportan. No está dirigido en cambio, a las familias que cruzan la frontera para adquirir comestibles para su uso personal.
“La patente autoriza la introducción de mercaderías por hasta un valor de 15 BPC por viaje (73.050 pesos a valores 2021) con una frecuencia de hasta tres veces por semana. El valor mensual no podrá exceder las 90 BPC mensuales (438.300 a valores 2021)”, propone Botana.
Quien tenga la patente y llegue a Aduanas, con su compra realizada, deberá presentar la factura de compra de la mercadería y abonar una tasa del 5% sobre la factura. El comprobante que se le extenderá servirá para presentar en DGI, Dirección de Aduanas o donde corresponda, pero no podrá ser computable como gasto a los efectos de declaraciones impositivas.
El proyecto de ley prevé que se cree una lista de mercaderías autorizadas en la que se excluirá específicamente los medicamentos, armas, sustancias peligrosas, carnes, frutas y verduras. Tampoco se podrá ingresar mercaderías gravadas por el Impuesto Específico Interno, dejando así afuera a combustibles y cigarrillos, dos de los productos de gran demanda en zonas fronterizas.
Por otra parte, Sergio Botana determina en el artículo 8 del proyecto que “la Dirección Nacional de Adunas no podrá distribuir entre sus funcionarios un porcentaje mayor al 10% de lo recaudado por concepto de introducción de mercaderías mediante este sistema. Tampoco podrá distribuir entre sus funcionarios un porcentaje mayor al 30% de lo incautado por contrabando de mercaderías no autorizadas o por contrabando interno”.
El senador por el Partido Nacional expone además en su proyecto que “Uruguay gestionará ante los gobiernos de Brasil y Argentina, acuerdos para que en aquellos casos en que los pagos sean hechos por medios electrónicos”, lo que incluye tarjetas de débito y crédito, “la cuota parte correspondiente a tributos sobre el valor añadido, la circulación interna de mercaderías, impuestos a las ventas o similares de ambos, se destine a obras de infraestructura que beneficien la integración entre los países y sean decididas en conjunto”. En Argentina, el Impuesto al Valor Agregado es del 21% y en Brasil promedialmente del 17%, ya que varía según los estados.
