Según datos recientes que arroja la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desempleo en Paysandú alcanza un 16,7% (+5,1% que el desempleo nacional)
Según la misma fuente, Paysandú quedó ubicado segundo en cuanto a personas en situación de pobreza (16,7%) por detrás de Cerro Largo (16,8%). Señora, señor, que vive en este departamento y que permanece indiferente o inmóvil ante la crítica realidad, le quiero decir y también preguntar sobre algunas cosas que hoy están pasando y que son consecuencia de esos números.
A usted, que se indigna o molesta cuando ve gente revolviendo los contenedores de basura.
A usted que le resulta insoportable cuando alguien le toca el timbre para venderle algo, ofrecerse para la changa o pedirle comida.
A usted que todavía no logró entender que hay muchos sanduceros que logran comer gracias a las ollas populares que otros ciudadanos solidarios organizan, en muchos casos poniendo de sus propios bolsillos.
A usted que mientras el país sigue cayendo en un pozo en materia sanitaria, social y económica, no parece estar enterado de los despilfarros del gobierno nacional, como los millones de dólares invertidos en aviones desechados por otros países u otros tantos miles que se usan para mantener la buena vida de la familia presidencial.
A usted, que históricamente se quejaba de pagar el IRPF pero no dice nada de que hoy este impuesto lo aportan muchos más uruguayos, incluidos quienes perciben menos ingresos, lo que en otros períodos no ocurría.
A usted, que todavía no parece darse cuenta de que hoy el dinero le rinde menos, porque los salarios no aumentaron lo que deberían haber aumentado y porque hubo un notable aumento de tarifas públicas, aun cuando el hoy Presidente le prometió en campaña que “si ganaba se terminaba la suba de impuestos y tarifas”.
A usted, que como yo, se preocupa por la crisis sanitaria, pero que desconoce o no emite opinión cuando la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), informa que Uruguay ha sido el país de la región que menos gasto social hizo para enfrentar la pandemia.
¿Ud. cree aún que es casualidad que haya tanta gente vendiendo comida porque hoy no encuentra otras alternativas para sobrellevar la situación? ¿No se percató aún que cada vez se ven más comercios cerrados en la ciudad?
¿Ud. está enterado que en las librerías las obras más vendidas son manuales de autoayuda para superar la crisis económica?
¿Ud. aún no se enteró que el gobierno departamental contrató –con grado 10– a una persona que fue denunciado por ser líder de una red de proxenetas? ¿Y que dicha Intendencia decidió unilateralmente dejar sin trabajo a personas que integraban cooperativas sociales y a profesionales de la educación inicial que trabajaban en los CAIF, para poner a gestionar a una fundación que casualmente “ganó” similares llamados en otras intendencias del mismo color?
¿A Ud. le parece coherente que mientras un departamento y un país se hunde, un intendente ofrezca como alternativa invertir 8 millones de dólares en arreglar el aeropuerto local?
Detrás de los números y de sus consecuencias hay dos responsables principales: el Gobierno nacional y el Gobierno departamental.
¿Ud. aún no se percató que es necesario llegar a las 750 mil firmas para derogar los 135 artículos que no harán más que seguir profundizando una crisis que no solo afecta a Paysandú sino también al país entero?
– “La felicidad solo es real cuando es compartida” Chris McCandless.
Juan Andrés Pardo
