Hay algunos temas incluidos en la LUC “que no se pueden dejar pasar”, aseguró Rafael Michelini

Rafael Michelini junto a los dirigentes locales del Nuevo Espacio Carlos Vique, Luis Amoza y Jorge Dighiero.

El dirigente del Frente Amplio Rafael Michelini vino a Paysandú “a hacer barriadas para juntar firmas por la Ley de Urgente Consideración (LUC), ya que tenemos que entregar más de 700.000 el 8 de julio y este mes tiene que ser intenso para lograr ese objetivo”, dijo a EL TELEGRAFO.
Para ello, este último mes “vamos a seguir con las mesas en las plazas, en las ferias y en los vacunatorios, y en todos los locales de sindicatos, organizaciones sociales más el trabajo en las barriadas, golpeando puerta a puerta y hablar con los vecinos para que luego firmen”.
Dijo que deben juntar más de 700.000 firmas “para que si en la validación de la Corte Electoral hay un error en alguna firma, no nos complique la convocatoria al referéndum”.
En cuanto a qué pasará luego, si se consiguen las firmas necesarias, dijo que “se va a dar la discusión que no tuvimos hasta ahora ni en la Cámara de Diputados ni en la de Senadores, y tampoco en el transcurso de la recolección de firmas”.

Aprobar leyes por si se quieren ir

Michelini se preguntó “¿cual es la explicación de que en el medio de la pandemia se juntaran 40 leyes y fueran en una única ley de urgente consideración, que si no se modifican se aprueban tal cual vinieron del Poder Ejecutivo?”, y se respondió que “no hay otra razón que no sea la experiencia que vivió Lacalle Herrera que al año y medio de su gobierno ya Sanguinetti lo estaba dejando sin respaldo parlamentario. Lo que habrá pensado Lacalle Pou es que, cuando estaba en el reparto de los cargos, mandaba la LUC para que salieran todas las leyes al mismo tiempo, más allá de que eso para nosotros empeora la calidad democrática, y después si alguien de la coalición se quiere ir, ya tiene aprobadas las leyes”.
A juicio del dirigente, “mezclaron temas de todo tipo, y hay algunos que no se pueden dejar pasar, como que se restrinja el derecho de huelga recibiendo al Pit-Cnt media hora en diputados y media hora en la Cámara de Senadores”. Agregó que “no pensó que los uruguayos teníamos que hacer una tregua, y en vez de pelearnos entre nosotros, combatir al virus con la academia, la ciencia y todos atrás para sortear esto con la menor cantidad de muertos posible. Nosotros lo planteamos, el Herrerismo no lo tomó”.

Aspectos que consideran negativos

Dijo que “hoy nadie defiende la LUC y por eso decimos los problemas que tiene vinculados, por ejemplo el desalojo compulsivo, que aunque sea buen pagador, si no tiene garantía igual lo pueden sacar antes de los 30 días. O que subieron los montos máximos con los cuales se pueden comprar propiedades con dinero en efectivo, lo que permite lavar dinero a troche y moche, cosa que está bastante controlada en Uruguay. O por ejemplo que hoy un colono del Instituto de Colonización puede recibir un campo pero no debe vivir en su predio, sino vivir en cualquier ciudad incluso en Montevideo. Eso puede significar que el colono no trabaje en el campo y lo hagan empleados, o que quien toma un campo de Colonización se queda viviendo en su ciudad y hace un subarriendo, algo que no se va a poder probar porque el titular no debe estar en el campo”.
El exsenador recordó que “cuando empezamos la recolección en diciembre y enero, el 80% de la gente no tenía conocimiento de lo que contenía la LUC, hoy es solo el 25% que no la conoce. Hoy, cuando llegamos a golpear la puerta de la casa de la gente, en general los que están a favor firman enseguida, y uno o dos de cada diez piden que se les explique qué es la LUC y por qué deben firmar. Pero ya hay otro conocimiento y adhesión porque la gente ha ido comprendiendo porque le explicó algún familiar o amigo”.
Dijo que la pandemia impidió trabajar para juntar las firmas y “en otras circunstancias, por ejemplo en algunos departamentos como los más cercanos a la frontera con Brasil, están más lentos. En otra oportunidad, si hubieran ido de Montevideo o Canelones dos o tres ómnibus, mapeando los barrios de esas ciudades, se hubieran juntado las firmas. Es un trabajo militante, ir casa por casa porque no es que hoy la gente no esté informada sino que no sale de su casa, hay que ir y hablar con ellos”.