Equipo estudiantil de Laboratorio Clínico concretó un proyecto de investigación

Parte del equipo con la docente Andrea Tacain que orientó el proyecto. La directora de la carrera, Gabriela Recoba, también participó del proceso realizado con importantes aportes.

Orientados por las docentes licenciadas Andrea Tacain y Gabriela Recoba, un equipo de estudiantes de Licenciatura en Laboratorio Clínico de Paysandú completó con éxito un proyecto de investigación estudiantil avalado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica (Csic) de la Universidad de la República. El proyecto titulado: “Prevalencia de geohelmintos en tierras peridomiciliarias de niños que concurren al centro siempre en San Félix, Paysandú”, debió concretarse con ajustes a partir de las limitaciones a la movilidad que impuso la crisis sanitaria por COVID-19. No obstante, se cumplieron los objetivos planteados en el proyecto.
El proyecto fue llevado adelante por los estudiantes Braian Bianchi, Denise Cantos, Florencia Cardozo y Agustina Troche, que cursan la Licenciatura de Laboratorio Clínico, de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica (Eutm) en la sede Paysandú del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte.
El proyecto había sido presentado en 2019, cuando aún contando con poco plazo para armar la propuesta, decidieron animarse y se resolvieron a seguir el desafío que les planteó la profesora Andrea Tacain cuando se encontraban realizando los cursos de Parasitología de la carrera. La realización del proyecto, además de la posibilidad de desarrollar una experiencia de investigación genuina en la que serían protagonistas, les permitiría ingresar al internado, por ser equivalente a la realización de la tesina.
Para conocer los detalles y la experiencia, desde EL TELEGRAFO dialogamos con Andrea Tacain, docente tutora del proyecto, Agustina Troche, estudiante del equipo que llevó adelante el proyecto, y Andreina Guarino, coordinadora de la Licenciatura en Laboratorio Clínico en Paysandú.

Parásitos y niños

El tema tiene gran relevancia ya que los geohelmintos son parásitos que habitan en el intestino de los seres humanos y producen daño en el desarrollo de los niños. Sus huevos necesitan madurar en tierra para ser infectantes. Las infecciones por geohelmintos son comunes en países en desarrollo donde la falta de saneamiento y el escaso acceso al agua potable contribuyen al contagio.
El inicio de la ejecución de las acciones del proyecto primero debieron ser reprogramadas y luego fue necesario modificar algunas expectativas. La notificación de la aprobación del proyecto fue recibida en febrero de 2020 y cuando con todo el entusiasmo se disponían a concretar las actividades previstas para recolectar las muestras devino la crisis sanitaria y la incertidumbre. “Al principio nos habíamos planteado como objetivo general el estudio de geohelmintos en tierras peridomiciliarias de los hogares de los niños, pero debido a la situación de emergencia sanitaria y la imposibilidad de tomar las muestras de tierra en cada domicilio, se reformularon los objetivos con el fin de contribuir al conocimiento de la problemática de la geohelmintiasis en esa población”, explicaron. Así fue que procuraron llevar adelante técnicas posibles para evaluar el conocimiento sobre los geohelmintos y las medidas de higiene sanitarias preventivas para evitar la infección, de los adultos responsables de los niños que concurren al centro “Siempre” en Paysandú. “Realizamos una encuesta virtual y acciones de difusión sobre el tema mediante un folleto informativo”, detallaron.
A partir de las encuestas realizadas pudieron constatar que “hay un escaso conocimiento sobre los geohelmintos; las medidas generales de higiene que se intensificaron a raíz de la pandemia se volvieron un hábito que aportó a la prevención de afecciones por este tipo de parásitos y que es importante seguir trabajando en la difusión del conocimiento sobre las geohelmintiasis”.

Comprometidos con el entorno

La idea de trabajar en parasitología con análisis de las tierras de los hogares venía resonando desde hacía bastante tiempo a partir de conversaciones con quien fuera directora de la carrera, la profesora Ana Combol. Los contactos con el centro “Siempre” de San Félix se mantuvieron durante todo el año 2020 a la espera de posibilidad de acceder a instancias de presencialidad pero finalmente, sin perder el eje temático, realizaron la reformulación para concretar las actividades de forma virtual y completar los pasos del proyecto y completar la experiencia formativa.
“Fue un aprendizaje enorme, eso estuvo muy bueno, porque pudimos adaptarnos y concretar el proceso de cumplir con todos los requisitos el programa y los plazos establecidos por la Universidad para llevar adelante esta experiencia. Ojalá otros estudiantes se animen a embarcarse en una posibilidad de este tipo”, reflexionó la estudiante.
Consultados sobre las motivaciones que tuvieron para llevar adelante la investigación, Agustina resumió: “nos resultó muy desafiante trabajar el tema porque es un problema de salud pública que afecta a niños y que en general entre los adultos que están a cargo no hay conocimiento sobre ese riesgo ni sobre las medidas específicas de prevención de la situación. Pensamos que teníamos una gran oportunidad de hacer una contribución a un problema real y seguramente superada la situación sanitaria por COVID-19 tendremos oportunidad de llevar adelante el desafío inicial. Nos sentimos muy comprometidos con el tema y el proyecto”.