Países de la región ratifican medidas pro desarrollo ganadero

Ministro de Ganadería, Fernando Mattos.

En el marco de la ceremonia de cierre de la XV Reunión de la Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y el Caribe (Codegalac), el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos subrayó la oportunidad que significa contar con los sistemas para generar datos y recabar información, como base para la toma de decisiones. Además, se refirió a la trazabilidad individual bovina, estableciéndola como elemento generador de garantías para los inversores, lo que deriva en apoyos para el sector.

La comisión está integrada por Argentina, Bahamas, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
Los países que participaron de la instancia, coincidieron en fortalecer a la Codegalac como un encuentro regional que debe promover y mejorar la coordinación y articulación entre las instituciones y organizaciones internacionales que se desempeñan en el ámbito del desarrollo ganadero.

“Los sistemas de trazabilidad de Uruguay pueden ser emulados, copiados o aplicados en los distintos territorios porque generan una fortaleza muy importante gracias a la información aplicada para definir las políticas sectoriales”, indicó el secretario de Estado.

A tales efectos, uno de los puntos que arrojó el encuentro fue el diseño de un programa para promover la trazabilidad individual animal, que incluya un diagnóstico inicial de los países para su posterior estandarización y armonización de conceptos y criterios, a la vez que se busca el mejoramiento de los sistemas de trazabilidad e identificación, que permitan construir confianza
El ministro agregó que la ganadería no se trata solo de economía, es también cultura y desarrollo de una actividad que cada vez es más exigente, en la cual la sustentabilidad tiene una gran relevancia. En este sentido, se expresó que las pasturas naturales generan un sistema que, más allá de las emisiones naturales, permite un proceso de captura que, junto a la preservación y reforestación, hacen un sistema integral que permite alcanzar metas de sustentabilidad.
Y acotó que “dentro del proceso de economía circular que significa la producción ganadera, debemos respaldarnos en la ciencia para desestimar ciertas teorías que se intentan implantar en la opinión pública, sobre el efecto que el sector tiene sobre el clima y que no es tal”.
El ministro agregó que la ganadería es un emisor minoritario en comparación a otras actividades que el ser humano realiza. “Es esencial aunar las políticas productivas con las ambientales, una no es excluyente de la otra. Contamos con las perfectas condiciones para desarrollar un sistema productivo que respete el ambiente. No hay ambiente sin producción y a la inversa, por lo que debemos quebrar el mito de la contraposición.
Se enfatizó en la importancia de evidenciar y visibilizar los cobeneficios que aporta la actividad ganadera a nivel regional, en cuanto a su potencial de prestar servicios ecosistémicos, mitigar el cambio climático, generar ingresos y fuentes de empleo.
“Queremos destacar la importancia y el compromiso de la experiencia en términos de producción sostenible y competitiva que puede aportar el sector privado”, señaló el ministro.

Recomendaciones

Algunas de las recomendaciones plateadas por los países miembros hacen referencia a priorizar acciones para favorecer el aumento sostenible de la producción, disponibilidad y calidad de los productos pecuarios, impulsando el acceso a recursos productivos, a financiamiento, a capacitación, a la información y los servicios tecnológicos.

Además, facilitar la inserción de la producción de pequeña escala en las cadenas de valor y abastecimiento locales, estableciendo y desarrollando formas asociativas de la producción pecuaria familiar, con el fin de mejorar la escala de operaciones, mediante estrategias que acerquen a los productores al consumidor final (circuitos cortos, compras públicas). Desarrollar marcos legales y políticas de apoyo para aumentar la competitividad de los pequeños productores en los mercados regionales, nacionales y locales, fomentando la participación y las asociaciones efectivas y eficientes del sector público y el privado.
Las medidas de recuperación deberían alcanzar a todos los productores pecuarios sin excepción, fomentando iniciativas que potencien el desarrollo de mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y facilitando el acceso de los trabajadores a la seguridad social y sanitaria.

El fomentar de buenas prácticas, tecnologías e innovaciones, considerando las particularidades del territorio y estrategias para la vinculación del sector privado, que favorezcan la resiliencia, sostenibilidad y competitividad de la producción pecuaria.

En materia sanitaria se acordó fortalecer los sistemas de seguimiento, vigilancia y notificación a nivel regional, nacional y local a fin de prevenir y detectar la aparición de enfermedades zoonóticas y transfronterizas de los animales, así como garantizar la inocuidad de la producción pecuaria, impulsando el comercio de productos de origen animal.

Ajustes

Finalmente, expresaron que el abordaje de las consecuencias directas de la pandemia ocasionada por la COVID-l9, puede ser la oportunidad para realizar ajustes que los sistemas agroalimentarios requieren para desarrollar resiliencia a riesgos futuros, estableciendo una relación más sostenible entre los seres humanos y la naturaleza, con el fin de lograr el objetivo de transitar hacia sistemas agroalimentarios más resilientes, sostenibles, inclusivos y competitivos.