Taller de mecánica automotriz en UTU

En los últimos años han sido vertiginosos los cambios tecnológicos en todo tipo de vehículos. Mientras que los primeros 80 o 90 años estuvieron dominados por el carburador y los platinos, hoy los motores son alimentados por medio de inyección electrónica controlados por una central inteligente, donde ni siquiera existe el clásico distribuidor, la dirección se acciona por comandos eléctricos conectados al volante y el acelerador es un sensor digital que acciona un motor el cual mueve la mariposa que regula la entrada de aire a la admisión, entre un sinfín de elementos que cambiaron drásticamente.

Por eso actualmente es fundamental estudiar la teoría de todo eso para poder trabajar en mecánica, y la UTU en Paysandú ha sido desde siempre el lugar por excelencia para formar nuevos mecánicos.

Es así que la Universidad Tecnológica del Uruguay ofrece bachilleratos técnicos con orientaciones en mecánica general y mecánica automotriz entre otras. Son muchos los egresados que año tras año surgen de este centro educativo.

Al respecto EL TELEGRAFO conversó con los profesores de dicha orientación José Caeiro y Leonardo Arrieta.

Pasión por la mecánica

Caeiro nos manifestó que “hace 19 años que estoy como profesor de mecánica aquí en la UTU, algo que nos apasiona. La mecánica no es difícil si realmente te gusta. La cocina puede ser difícil para quien no le gusta, pero si se tiene un gusto por lo que uno realiza las cosas son entretenidas y todos los días aparece algo nuevo y te tenés que estar actualizando viendo lo que podés aportar en nuestro caso a los alumnos. Todo ha evolucionado mucho, como la electricidad y la electrónica y hoy por hoy los vehículos son completamente eléctricos. Se trata de dar ese pantallazo de lo que es la mecánica para el futuro”.

La inserción laboral es muy buena

Respecto a las ventajas de la profesión, Caeiro destaca que “la mecánica es muy buena tanto por la inserción laboral” como porque los alumnos pueden continuar superándose terminando el curso. “Nosotros le decimos que la cosa no termina acá con el diploma; la cosa empieza acá. Les damos un montón de conceptos y luego ellos deben seguir actualizándose. Acá en Uruguay no tenemos fábricas de vehículos sino más bien nos dedicamos al mantenimiento y eso enseñamos.

Trabajamos en motores a explosión y la parte eléctrica”.

Los profesores también estudian

Lo que es válido para los alumnos, también lo es para los profesores, que para poder estar a la altura de las circunstancias deben estar constantemente capacitándose. “Lo hacemos a través de cursos porque quizás los programas que tenemos para enseñar no están muy actualizados. Si bien los inspectores nos dan esa libertad de poner énfasis en ciertos puntos o cambiarlos, la idea es aplicar nuevos y modernos conocimientos”. Esto no es fácil porque “los cursos los pagamos los propios profesores, hay algunos que son dictados por inspectores aunque son los menos”.

Respecto a los estudios, en tercer año los alumnos “tienen que presentar un proyecto y es en base a investigación. Es justamente ahí donde se involucran con un montón de cosas que no la han visto o lo hicieron muy por arriba, entonces deben saber cómo funciona, cómo lo hace, por qué lo hace, los materiales y es ahí donde uno realmente aprende y afortunadamente nosotros también aprendemos con ellos. Esa creo es la parte más rica de la enseñanza, la investigación”.

También es cosa de chicas

Arrieta profesor proviene de Salto. En entrevista con EL TELEGRAFO dijo que “hemos tenido alumnas en mecánica y trabajan muy bien y de forma pareja con los hombres. En Salto también tengo alumnas y las chicas trabajan y se involucran de la misma manera e investigan, hasta diría que son más detallistas aunque también es cierto que se ven menos en los talleres” haciendo el trabajo mecánico propiamente dicho, aseguró.

Motores diesel

“Empezamos con estos alumnos la unidad de motor diesel. Tuvimos afortunadamente una donación de este tipo de motores y la idea de este proyecto es de aula, no aún de egreso”, comentó Arrieta respecto a cómo se establece el contacto real con los “fierros”. “Lo que hacemos es poner el motor en un banco, que quede presentable, ponemos aparte un tablero con toda la parte de inyección, cómo se controla, los tipos de sensores que hay, todo para que sirva como recurso didáctico en futuras clases. Nosotros el seguimiento que hacemos como profesores es en la utilización de herramientas, el lenguaje técnico que utilizan y al mismo tiempo surge la curiosidad de ellos que constantemente nos consultan” contó el entrevistado.

El mecánico automotriz siempre va a existir

Con casi 20 años como docente de mecánica automotriz Caeiro aseguró que “siempre va haber una reparación para hacer; lo que sí siempre vamos a tener es que estar actualizados. Por más que los motores sean eléctricos, suspensión, dirección, toda la parte de tren delantero nos corresponde a nosotros. Cuando se dice mecánica automotriz se asocia al motor a combustión pero el mecánico automotriz de hoy en día ya ha cambiado mucho. La mecánica automotriz ahora pasó a ser mecatrónica. La mecatrónica incluye electricidad, electrónica, informática, mecánica, física, química. Hace un par de años atrás cuando hablábamos del mecánico, nos hacíamos la idea de la persona de mameluco con llave mano y completamente engrasado y hoy por hoy eso ha cambiado mucho”.

Sin embargo aclaró que “aunque lo motores sean eléctricos la mecánica existe. No se trata solamente del motor, el mismo puede ser eléctrico, a gas, metanol, pero toda la otra parte sigue siendo común”.

Respecto al curso dijo que “en este momento tenemos a estos siete alumnos de estudio terciario. La pandemia ha hecho un daño bastante grande dentro de toda la educación y nosotros lo vivimos. El año pasado teníamos en mecánica por ejemplo a chicas de Fray Bentos, Young y Paysandú pero se fue desmantelando. Trabajamos a través de la virtualidad pero producto de la no presencialidad ya no se reintegraron”.