Monitoreo de calidad de agua en La Curtiembre

El Núcleo Interdisciplinario de Aguas Urbanas, un espacio de la Universidad de la República en el que participan docentes y estudiantes de distintas carreras, realizó en nuestra ciudad una toma de muestras en el arroyo La Curtiembre, en el marco de una campaña que se desarrolla en cinco ciudades: Maldonado, Montevideo, Paysandú, Salto y Bella Unión.

Sofía Rameau, integrante del equipo universitario indicó a EL TELEGRAFO que el trabajo consiste en la recolección de información en cada una de estas cañadas urbanas. “Hay distintos tipos de monitoreo, porque es un equipo en el que participan diferente disciplinas. Se miden diferentes cosas, es como un diagnóstico, con el que se busca conocer cuál es el estado de estas cañadas”, indicó. En el caso de Paysandú participaron también integrantes del grupo Amigos de los Humedales y un vecino del Barrio La Curtiembre – Casa Molle.

Detalló que “se hace un monitoreo visual donde se identifican determinados aspectos ambientales, las condiciones del ecosistema. Se ve el tipo de ocupación de los bordes del arroyo, la apariencia del agua, si hay presencia de residuos sólidos. Eso es por un lado, después está el monitoreo de calidad de agua”. En este apartado “se miden determinados parámetros físico-químicos, por ejemplo el nivel de oxígeno para ver si tiene condiciones aceptables para la vida del ecosistema acuático. Se mide el caudal de agua y varios parámetros para tener una noción general del ‘estado de salud’ de las cañadas”. Otro parámetro que se está considerando es “si hay contaminantes como metales pesados, microplásticos, u organismos acuáticos, para ver –según el nivel de tolerancia que tienen a determinadas condiciones del ecosistema– qué microorganismos están presentes”, dijo Rameau.

COMPARATIVA

Además de los datos que se obtienen sobre estos cursos de aguas, el equipo está evaluando estos procedimientos como “una metodología para que se pueda comparar los resultados obtenidos de todas las cañadas”, además de generar información “para concientizar a la sociedad”. Con estas acciones se está poniendo en marcha un monitoreo estacional, “en este caso correspondiente a la primavera” en las cañadas de estas cinco ciudades. La idea es que el monitoreo se repita en verano, otoño e invierno.

Hoy la referencia que hay es la información generada en 2007. “Hubo una campaña que fue un monitoreo anual. Creo que fue en el 2017, que eligieron tres puntos distintos del curso para tener como una comparación espacial a ver cómo cambia la calidad del agua a lo largo del curso del arroyo y tener una comparación temporal”, indicó Rameau. Los datos de ese muestreo están disponibles en la página que generó este Núcleo Interdisciplinario de Aguas Urbanas, ya que también pretenden “sistematizar toda la información para que después pueda estar disponible para la población”.

COMPLICADO

En este caso las muestras se tomaron en dos de los tres puntos que había elegido el muestreo anterior, el de 2007. “El primer punto es en Ferreira Aldunate, entre Chaplin y Rodríguez Noya, es un punto muy próximo a las nacientes. El otro está sobre Antonio Estefanell, en el sector medio de la cuenca de La Curtiembre”, señaló. Es en ese punto, sobre Estefanell, donde habían aparecido los resultados más preocupantes. “Se detectan importantes niveles de contaminación; en el último informe la saturación de oxígeno era muy baja, era prácticamente inaceptable, no podía albergar vida ahí”, advirtió Rameau.