Día Mundial del Prematuro, este año con “Ley Federica”

El 17 de noviembre se celebra el Día de la Prematurez y se ha tomado para educar y sensibilizar en la prevención de los nacimientos antes de tiempo.
El eslogan de este año en la campaña mundial es “Cero separación”; se busca la concientización en la importancia de que niños y padres permanezcan juntos el mayor tiempo posible durante el proceso hospitalario.
En Uruguay sigue disminuyendo la cantidad de nacimientos cada año. Por otro lado, a nivel mundial, nuestro país es de los mejores posicionados en cuanto a porcentaje de niños nacidos vivos, con cifras similares al primer mundo. Además, la sobrevida en los prematuros de menos de 1.000 gr ha aumentado.

Más días de licencia

En el año 2006, familias de niños prematuros se reunieron y formaron Aupaprem (Asociación uruguaya de padres de niños prematuros), con el fin de compartir experiencias, trabajar en aspectos médicos, legales y de vínculos familiares. Uno de los objetivos de la organización era lograr cambios en la legislación vigente; por ejemplo, en el caso de las licencias que se le terminan a los padres y sus niños deben seguir internados.
En ese sentido, hace pocos días en nuestro país, la cámara de Senadores sancionó el proyecto de ley denominado “Ley Federica”, de la diputada colorada María Eugenia Reselló, que extiende las licencias de madres y padres de bebés prematuros de 33 semanas o menos, con peso igual o menor a 1,5 kg, nacimientos múltiples y otras complicaciones que deban tratarse.

Prematurez prevenible

Consultado por EL TELEGRAFO el médico neonatólogo de Ucepyn (Unidad de Cuidados Especiales Pediátricos y Neonatales), Luis Martínez Arroyo, acerca de los factores principales que contribuyen a la prematurez, dijo que “hay causas que son prevenibles, con intervenciones sencillas y de bajo costo, ligadas a lo que es el control del embarazo y los hábitos adecuados de la mujer embarazada. Una detección precoz de distintas enfermedades tanto maternas como del bebé, son los análisis que tienen que ver con las infecciones que se pueden adquirir en el embarazo, con determinado tipo de problemas mal formativos y con controles por ejemplo de la diabetes o la hipertensión en la madre, que pueden ser factor de prematurez y son fácilmente detectables”.

Por otra parte, explicó que también hay factores más difíciles de prevenir, pero el control hace que se pueda amortiguar el impacto. Una patología muy frecuente, es cuando la placenta materna deja de funcionar bien antes de tiempo y se debe provocar un parto prematuro.
“Prevenir el embarazo adolescente es otro de los puntos importantes para evitar la prematurez”, agregó Martínez.

Controles periódicos

Con respecto al seguimiento de los controles, si bien sigue habiendo embarazadas que optan por no realizárselos hasta último momento, “Uruguay ha mejorado mucho en la cantidad y la calidad de los controles con el Sistema Nacional Integrado de Salud, que establece metas, que monitorea y audita para que haya una accesibilidad adecuada para que ninguna embarazada, por una cuestión económica o de lejanía, deje de hacerse los análisis”, puntualizó el doctor.

En el año 2018 se creó en nuestro país un Mapa de Traslados y Mejora para la continuidad de la atención de los recién nacidos prematuros, a fin de que éstos puedan ser atendidos en centros de alta complejidad de inmediato, en caso de ser requerido.
En ese aspecto, Paysandú es privilegiada ya que “se ha avanzado mucho en la identificación precoz de una embarazada con riesgo de parto inminente muy próximo, para que el traslado se haga en el vientre de la madre. A su vez en la Universidad de la República, se está haciendo un programa para formar en la atención inmediata a estos bebés, si se produce el nacimiento fuera de los centros de referencia”.

En nuestro departamento se cuenta con una tecnología muy avanzada donde prácticamente no son necesarios los traslados, salvo contadas excepciones. Además, se trabaja coordinadamente tanto con el Hospital como con Comepa, para que, en caso de riesgo, los bebés nazcan al lado del Ucepyn.

Nacer antes y en  tiempos de pandemia

En nuestra ciudad, alrededor del 10% de los partos son prematuros, es decir, que se producen antes de las 37 semanas, y dentro de éstos, el 1% son considerados de muy bajo peso, o pretérminos severos.
“Cuando la pandemia comenzó a afectar las embarazadas, se dieron casos de COVID-19 graves, que al perjudicar a alguno de los dos o a ambos, se debió intervenir e interrumpir el embarazo y eso provocó un aumento en partos antes de tiempo. También, si bien se intentó que los controles y estudios no se interrumpieran durante el período más crítico de la pandemia, las consultas disminuyeron”, precisó Martínez.

El neonatólogo recordó que en Paysandú el niño más pequeño nació con 470 gr y hoy es un estudiante universitario con un desarrollo completamente normal.
En Uruguay hay un nivel de sobrevida elevada. Los bebés que pesan alrededor de 1 kg tienen una sobrevida por encima del 90%; los que nacen por debajo de 1.000 gr es de casi un 80% y en casos extremadamente bajos, los “microprematuros extremos”, hay una sobrevida del 50%.

“Hoy estamos muy enfocados en intentar que esta sobrevida se alcance con la mayor capacidad de potencialidad, sobre todo en la parte neurosensorial y de neurodesarrollo, para las que estamos implementando algunos programas de cuidados específicos en bebés de alto riesgo”, adelantó el doctor.

Piel con piel  con el prematuro

El MMC o Método de Mamá Canguro se implementó ya hace varios años en Paysandú y refiere a la importancia del contacto piel con piel, tanto de la madre como del padre y su pequeño. Consiste en que tanto la madre como el padre, puedan tomar a su pequeño y colocarlo en su pecho, aunque esté con respirador, y permanecer en ese contacto tan necesario, unas horas. Es así que el Ucepyn, además de ser una unidad con aparatos de alta complejidad, se da la posibilidad de que padres y prematuros permanezcan el mayor tiempo posible juntos.
“Está claramente comprobado su beneficio, tanto en la estabilidad fisiológica como en la parte de maduración neurocognitiva y los padres son un pilar esencial del tratamiento; por ello nuestra unidad es de puertas abiertas”.
Algo a lo que se apunta a futuro y de contar con recursos e infraestructura, sería diseñar unidades individuales como se hace en países muy avanzados, y donde los padres pueden quedar internados con el bebé.

A casa

El alta de un prematuro se da cuando se está seguro de que los padres puedan continuar solos con el cuidado en su casa, con estabilidad respiratoria y de temperatura, cumpliendo con la “edad gestacional corregida”, que serían las 35 semanas, y con un peso aproximado de 2 kg.
Por último, el Dr. Martínez aconsejó a las madres a que “se hagan los controles precoces, sigan los hábitos higiénicos y dietéticos que les recomiende el médico y, sobre todo, que disfruten su embarazo a pesar de los miedos y las incertidumbres y que sepan que, en Paysandú, hay un muy buen equipo que intentará brindarles lo mejor siempre”.

Nicolás, 29 semanas

Nicolás Verachtert tiene 24 años, es hijo de Yanella y Richard, y estaba previsto que naciera a fines de julio de 1997.
En la semana 29, Yanella tuvo control en la mañana y en la noche comenzó a tener pérdidas de sangre, por lo que debió ser internada de urgencia en Sanatorio Pasteur por desprendimiento de placenta.
Cuando llegó, la inyectaron para madurar los pulmones del bebé, pero a pesar de que ella no sabía, los médicos creyeron poco probable que el niño sobreviviera, por lo que procedieron a realizar cesárea para salvar la vida de la madre.

“Cuando nació Nicolás era como un gatito de chiquitito”, comentó Yanella, mientras revisaban juntos el álbum de fotos. Cuando nació no tenían incubadora porque no pensaron que el niño fuera a sobrevivir, lo calentaron con una lámpara y enseguida lo llevaron a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital, pesando 1,390 kg. Luego de 13 días en CTI, donde su madre recién pudo verlo a los 10 días a través de una ventanita, lo pasaron a incubadora durante 46 días.

“Con casi 2 kg, y gracias al Dr. Martínez Arroyo y las enfermeras Rossana Buenahora (ya fallecida), Mónica de Agostini y todo el equipo que lo atendió, por fin pudimos llevarnos a Nico para casa”.
Mecánico tornero con taller propio, Nicolás nos contó: “Hago vida totalmente normal; practiqué básquetbol, fútbol, sipalki, karate, boxeo, motociclismo y ahora soy un apasionado del canotaje”.

Delfina, 26 semanas

El embarazo de Andrea transcurrió normal y nada indicaba que la niña se fuera a adelantar. Sin embargo, a fines de julio de 2009, tras diagnóstico de preeclampsia severa, con riesgo de vida de madre e hija, decidieron practicar cesárea.

Con 780 gr el 2 de agosto nació Delfina Ostuni, que luego además bajó a 690 gr. El pronóstico fue reservado durante un mes. “Había que estar con mucha calma, era como un día a día y la meta era llegar a 1 kg de peso y que no fueran surgiendo las complicaciones propias de un prematuro severo”, contaron Andrea y José.

Fueron 70 días de internación en Ucepyn, hasta que 2 semanas antes de lo que hubiera sido la fecha de parto y con un peso de 2,125 kg Delfina fue dada de alta. Su evolución fue muy favorable, sin ningún tipo de complicaciones y con controles muy seguidos los primeros 3 meses. Delfi mientras tanto, sin imaginar lo que vivieron hace unos años, crece feliz jugando al básquetbol y ya por empezar secundaria.

Sebastiana y Delfina

El de Natalia fue un embarazo muy buscado y resultó ser gemelar biamniótico bicorial, es decir, que cada uno presentaba su propio amnios, corión y placenta.
“Estaba dentro de lo previsto que nacieran antes y todo venía de maravillas, pero al entrar la semana 24, comienzo a manifestar picos de presión alta, motivo por el cual el equipo médico organizó una cesárea de urgencia”.
Es así que con 26 semanas nacieron Sebastiana y Delfina Horta, de 837 gramos y 1.040 gramos respectivamente.

Luego de 70 días en Ucepyn, con 39 semanas y casi 2 kg, las gemelas se fueron con Andrés y Natalia para casa.
“Muchos cuidados, controles médicos seguidos y disfrute total; ambas han sido niñas sanas y ya tienen 9 años”, concluyó Natalia.