“Administración Olivera resolvió sobre pirotecnia sonora tras dos mociones”

La dirigente departamental nacionalista Sandra Castrillón manifestó su beneplácito por la consideración y debate actual sobre el uso de pirotecnia sonora en el departamento. La exedila presentó su primera moción sobre el tema el 8 de diciembre 2016, al comienzo del período anterior del gobierno departamental.
Aquella solicitud planteaba el acercamiento de fiestas tradicionales y la instalación de “puestos de venta de elementos de pirotecnia por diversos lugares de la ciudad”. La primera moción señalaba que dichos puestos eran “atendidos en la mayoría de los casos por jóvenes, se ubican en general a pleno sol y las temperaturas elevadas correspondientes a la estación del año en la cual se produce la venta, hacen que la tarea sea riesgosa para vendedores, compradores e incluso transeúntes que sólo pasan por el lugar”.

Planteaba la ocurrencia de “accidentes por su manipulación incorrecta” y “el estruendo de los fuegos de artificio, a toda hora y por toda la ciudad”, con el consiguiente perjuicio a las personas y animales. La exedila recordaba la legislación aprobada en Concordia, entre otras experiencias.
“Tuve varios problemas con eso. Yo sé que la venta de la pirotecnia produce fuentes de ingresos zafrales, pero más allá de eso produce otros perjuicios a personas y los animales. Porque la moción fue pensada, en primer lugar, para las personas con autismo o internadas con problemas severos de salud”, señaló a EL TELEGRAFO.

La segunda

Castrillón presentó la segunda moción el 16 de enero de 2020. “Se llamaba ‘Prohibición del uso de la pirotecnia’ y es bastante similar a la anterior, con algunos agregados. Pasó a estudio de la comisión y quedó quieta allí”.

En esa moción “detallé las cifras de atención de pacientes en el Centro Nacional del Quemado y sobre la finalización del período anterior, solicité la posibilidad de sacar la moción antes de las fiestas de fin de año de 2020. Se estudió en comisión y se me contestó, ya con el nuevo ejecutivo en funciones, que se iba a estudiar después de enero de este año. Porque a fin de año, los comerciantes tenían la mercadería pronta”.

Allí señalaba que “su estampido además, afecta muchísimo a niños con autismo, ancianos, enfermos y a los animales. En este caso, son muchísimos los canes que se pierden e inclusive, algunos llegan a morir por el temor que les causa ese ruido. En el caso de los animales grandes, tales como equinos, comienzan a correr por todas partes sin freno alguno, implicando un grave peligro para la sociedad pues se asustan muchísimo”.

La moción permaneció a consideración, pero sin resolución, junto a otras legislaciones comparadas de la región y un proyecto presentado por el entonces diputado nacionalista, Gastón Cossia, actual director ejecutivo del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA).

Este año, la Junta Departamental “por unanimidad de 31 en 31, votó el decreto departamental que prohíbe el uso y comercialización en todo el territorio del departamento de Paysandú de pirotecnia sonora y bombas de estruendo. Es decir, este tema se resolvió durante la administración de Nicolás Olivera, después de atravesar un período completo del gobierno anterior”.