El próximo domingo se celebrarán las elecciones internas del Frente Amplio, en las que se renovará la conducción de esa fuerza política, tanto a nivel nacional como departamental, pero que tendrán también otras cosas en juego. Para algunos partidos de menor representación, como el Partido Obrero Revolucionario (POR), se disputará nada menos que la permanencia dentro de la estructura política.
Su líder histórico, Raúl Campanella, dijo que esto no significa que el partido vaya a desaparecer.
“Estamos peleando eso también, pero no la existencia del POR, que vamos a continuar y quizás mejorando, como aquí en Paysandú, reorganizando el comité regional, porque hay compañeros que siguen militando en el partido, pero que no pueden hacerlo al nivel de antes, como Toto Gentile, que se mudó, o Pedro, ya están grandes. Estamos reorganizándonos y estamos contentos de participar en la lucha social”, afirmó.
Junto a Campanella integran también la lista las trabajadoras de la salud y dirigentes del sindicato de Comepa, Mirta Rocha y Ana Gaye, que tuvieron una intensa participación en la reciente campaña hacia las elecciones del BPS, en las que acompañaron la lista 1, de Ramón Ruiz.
Ahora, señaló Gaye, “estamos en estas elecciones del Frente Amplio con el POR, que es un partido fundador del Frente Amplio, que nuestra línea es el pensamiento de la gente obrera. Somos un partido pequeño, pero con una larga trayectoria, y ahora parece que para mantenernos necesitamos alcanzar determinada cantidad de votos”.
TRABAJADORES
El sector participa en la elección con las listas 871 a nivel nacional y 1871 en lo departamental.
“La lista del POR la integran en general trabajadores y trabajadoras, o trabajadores de ayer, como Pedro Oleynik, Toto Gentile, o trabajadores, como Ana Gaye, como Mirta Rocha”, señaló el dirigente. Agregó otros nombres como “Andrés Leyes, que trabaja en Ancap, en ALUR, en el sindicato de la química, o Jorge Castelli que es albañil. Después hay profesores, como Enrique Tellechea, que es profesor de preparación de universitarios y que es edil en Canelones, o una maestra acá en Salto, como Pierinna Cardozo, directora de escuelas”, repasó.
También destacó a “Artigas Villegas, que es dirigente de la Federación Ancap en El Espinillar y cuando cerró El Espinillar fue dirigente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, Mabel Casas que es psicóloga, Leonel Molinelli, que es sanducero también, y que es director del área de políticas para adultos de la Intendencia de Montevideo, que es un cargo que me tocó ejercer hace 30 años”.
Resumió que en general la integran “trabajadores o extrabajadores, esa es la composición social, que nos parece importante y que coincide con el origen del Frente Amplio, que se originó en el 71 a posterior de los sindicatos únicos y de la central única de trabajadores”.
PRINCIPIOS
Campanella señaló que esta integración de origen obrero es la que los acerca a los “principios conceptuales y programáticos del 71, que tienen que ver con una transición hacia un nuevo tipo de Estado, por eso nosotros defendemos la necesidad del monopolio de comercio exterior por el Estado”, y citó a Líber Seregni, quien en 1971 advertía que “la gran succión de la riqueza nacional que hace la oligarquía y ahora también las empresas trasnacionales, está en el comercio exterior, importador y exportador”.
El líder del POR señaló que hay “una concentración del capital tremenda, que hay que analizarla y a veces no es tan fácil, porque hay que tener decisión para cuestionar” y mencionó como ejemplo “el tema de la seguridad social, que se quieren extender los años de trabajo, cuando la lógica es que al haber tamaña capacidad de producción y de productividad, hay que reducir la jornada laboral”.
CONSTITUYENTE
Otra de las inquietudes que está planteando el POR en la interna frenteamplista es la posibilidad de redactar una nueva Constitución. Campanella planteó que en el referéndum contra parte de la Ley de Urgente Consideración “es muy probable que haya un triunfo del SI, y hay que ir pensando qué va a pasar después, con tres años más de gobierno de Lacalle Pou; si no hay que levantar otro instrumento que nosotros pedimos, que es una constituyente”.
Afirmó que “hay que reformar la Constitución. La Constitución tiene más de 50 años, el mundo ha avanzado muchísimo, los cambios han sido vertiginosos, están siendo y van a ser, mismo la pandemia ha puesto más en crisis la actual estructura de poder y la distribución de la renta y la distribución de la propiedad y se necesitan instrumentos nuevos”. No obstante aclaró que “la Constitución no es cualquier cosa. Nadie plantea toquetear la Constitución, sino, como se está haciendo en Chile, recurrir a la soberanía de la sociedad para discutir una nueva Constitución”.