El año deportivo está cerrado y es hora de descanso. Igual, Trébol tiene en claro que no será demasiado después de una temporada extenuante, en la que se le puso el pecho a las balas.
Pero a la hora de pasar raya hay que decir que el representante sanducero en el rugby nacional tuvo un año positivo más allá del esfuerzo que significó afrontar una dura competencia con un plantel reducido producto de lo que fue sobreponerse a la pandemia.
“El balance de la temporada es muy positivo porque hay que remontarse al inicio de la pandemia, en 2020. Tuvimos un primer parate después de una muy buena pretemporada, y el trabajo se perdió. Retomamos por agosto o setiembre, y se pudo jugar. Este año comenzamos mejor la pretemporada, nos fuimos incluso de gira a Buenos Aires, pero la segunda ola nos complicó sobremanera”, relató el head coach de Trébol, Mateo Durán, a la hora de hacer un balance de la temporada.
Es que con esa segunda ola de coronavirus muchos jugadores decidieron no continuar ante el parate extenso. “Reiniciamos a mitad de año con menos gente, y fue complicado porque de por sí somos un club con menos jugadores que los rivales. Y afrontamos un año desafiante, desgastante”, reconoció.
Pero la situación se fue encaminando gracias “al compromiso y adhesión importante de los que se quedaron”.
“Fuimos de menos a más, subimos juveniles a Primera quizás sin el proceso necesario, pero debido a la falta de gente les tocó dar la cara y lo hicieron de muy buena manera”, remarcó.
Así, Trébol la peleó hasta llegar a las semifinales, que fue el objetivo planteado. “Todo el campeonato fue parejo, pero en semifinales querés un pasito más. Y lo tuvimos hasta el minuto 82 del partido (ante Carrasco Polo), pero en la última jugada nos convirtieron una patada y nos ganaron por un punto”, resumió.
Durán la tiene clara a la hora de hacer un balance: “los pronósticos eran complicados, pero pudimos sobresalir gracias al compromiso de los jugadores y del cuerpo técnico”. Ahora es tiempo de descanso “porque fue una temporada desgastante, al haber sido menos integrantes en el plantel. Y a fines de enero comenzaremos de nuevo con el desafío de juntar a toda la gente que se fue para volver a ser los mismos. De casi 90 jugadores en el plantel superior, este año no fuimos más de 40”.
El desafío está planteado, pero Trébol conoce esto de levantarse para encarar nuevos desafíos. “El primer desafío está en armar el grupo de nuevo, y después será tiempo de planificar el año deportivo”, selló.
