Mientras espera volver a visitar su Paysandú natal este verano, Carlos Blanco Fadol continúa cosechando los frutos de su multifacética obra. En los últimos años ha incursionado en la literatura, y hace pocos días participó con éxito en la 80ª Feria del Libro de Madrid (una de las más importantes del mundo), donde presentó su más reciente libro autobiográfico: “La sonrisa oculta de la música”. Los ejemplares del estand se agotaron, y la obra recibió muy buenas críticas, según recortes y fotografías que nos envía desde España, donde reside desde hace muchos años.
Blanco Fadol es conocido por su extraordinaria trayectoria. Etnomusicólogo, investigador, compositor, cantautor, multiinstrumentista, inventor de instrumentos musicales, poeta, escritor, humanista, fundador de tres museos de música étnica, su vida y su obra son difíciles de clasificar. Si le preguntan, se define como “un simple caminante del renacimiento que ha caído por error en un siglo que no le pertenece. La escritura, como podéis comprobar a través de los relatos, me devuelve a aquella época a través de un túnel del tiempo hecho de pergamino, pluma y tinta. Nunca fui consciente de que escribía, hasta que alguien me lo advirtió”.
Define su nuevo libro como “un aporte original a los relatos de la aventura humana a través de la música”. Lo escribió en diferentes etapas, a lo largo de dos años, “en México, Perú, Ecuador, Brasil y España. En Perú me sorprendió la pandemia de COVID-19. Viví un duro trance durante cuatro meses, tiempo que empleé para realizar los últimos capítulos, hasta que fui repatriado a España. Finalmente, se terminó de escribir durante mi confinamiento en mi casa de campo de Busot, Alicante, en el otoño del 2020”.
La aventura de una vida llena de música
Define la obra como “un calidoscopio de sensaciones que puede transportar al lector hacia otras dimensiones de la apasionante aventura de vivir”. Sus 28 capítulos de la obra se desarrollan en países de los cinco continentes. “Aglutinados por el lazo común de la música se encuentran el humor, la aventura, la melancolía, la poesía, las vicisitudes o las reflexiones. En sus páginas caben situaciones que se desarrollan en escenarios tan dispares como la selva amazónica, o la guerra del Líbano”, junto a temas como “la esclavitud de los afroamericanos, la realeza europea, la India con Vicente Ferrer, las aventuras en China, en África, en islas de Oceanía, el narcotráfico en México, o los monjes tibetanos, entre otros”.
Como autor, apunta a brindar “otra visión de la vida, pocas veces documentada. Para lograrlo es esencial haber experimentado situaciones reales y convivir con individuos de todas las clases sociales, grupos étnicos o nacionalidades diversas. Intento que el lector se sumerja en el lado oculto de la experiencia humana, que descubra que muchas veces la realidad supera a la ficción y que, leyendo ‘La sonrisa oculta de la música’, reafirme el hecho de que los seres humanos somos más semejantes de lo que imaginamos. Tal vez, con ello logre aportar un granito de arena y que algún día, toda forma de discriminación –sinónimo de ignorancia–, sea descartada de raíz”.
El mayor reto para llegar a contar su historia fue “la desesperación de tener que dejar en el tintero una legión de experiencias apasionantes que pueblan la dura y a la vez exuberante vida que me ha tocado vivir, que ofrece la posibilidad de escribir varios libros”.
