La violencia y el fútbol no van de la mano

El fútbol grande sanducero está de receso, y se espera trabajar para que la violencia no vuelva en la segunda parte de la temporada.

Después de un año sin fútbol en nuestra ciudad la pelota volvió a rodar en medio de muchas expectativas.

Desde lo netamente deportivo hubo buen nivel de partidos, y la respuesta del público ha sido positiva en una época y horarios que hacía mucho se pedía probar.
Pero no todo fue color de rosa: la violencia dijo presente cuando se esperaba, dado el tiempo que se esperó para volver a las canchas, esto no ocurriera.
En muchos encuentros hechos violentos de público conocimiento enlutaron la fiesta y sin dudas este tiempo de receso es el momento perfecto para buscar soluciones.

Y para ello son claves los dirigentes. “El fútbol históricamente ha sido ese espacio donde descargar problemas que nada tienen que ver con el deporte, y en otros casos también ha colaborado para esto el nivel del arbitraje”, dijo un dirigente clubista cuya institución ha estado involucrada en hechos de violencia.

Eso sí: en todos los casos, los consultados consideran que lo que se genera a partir de las redes sociales termina explotando en los recintos deportivos.

Buscar soluciones es urgente. Existe en nuestro país desde 2006 la Ley 17.2006, y se creó una Comisión para la Prevención, Control y Erradicación de la Violencia en el Deporte.

Pero también se cuentan con herramientas para frenar cualquiera de estos actos que nada tienen que ver con la naturaleza primaria de toda disciplina deportiva. El derecho de admisión y permanencia en los espectáculos públicos de cualquier índole está previsto en la Ley 19.534 desde 2017, por lo que es una facultad con la cual cuentan todos los organizadores. Pero al ser consultados, la respuesta de los dirigentes fue sorprendente: algunos relataron no conocer dicha ley, otros creer que esto es ilegal, y también sentir que no tienen las garantías de lo que puede pasar después de utilizarlo el derecho de admisión.

Con respecto al Decreto 1/021, que establece el registro de personas impedidas de ingresar a los escenarios deportivos, al mes de setiembre eran 735 las personas que en nuestro país figuraban en esta “lista negra”.

Ahora bien, algunos dirigentes de los consultados confesaron que “no tenía idea de que algo así existiera”, afirmando que “en un fútbol como el nuestro, al igual que el derecho de admisión, es inviable”.

Y tiraron la responsabilidad a la Liga: “Hemos buscado soluciones en el Consejo Directivo Central y no las han brindado. Nos sentimos solos”.
Los cuatro dirigentes clubistas consultados consideran que el trabajo debe comenzar desde adentro, pero a la vez generar los canales para trabajar en conjunto, por lo que lograr la unión sería un camino más sencillo hacia la solución, logrando así una conciencia colectiva sobre la situación que atraviesa no solo el fútbol sanducero sino del Interior.

El receso sería buen momento de trabajar desde lo micro y tomarlo como punto de partida, pues la pasión y el fanatismo están separados por una fina línea que se va difuminando en el fervor de un partido.