MGAP evaluó iniciativas que integran la soja a los sistemas arrocerros

Autopridades ministeriales evaluaron resultados de los riesgos y cultivos.

Autoridades ministeriales evaluaron la marcha de proyectos integrados de cultivos de soja y arroz, bajo sistemas de rotación en la zona Este del país. Las direcciones de Servicios Agrícolas a través de su Director, ingeniero agrónomo Leonardo Olivera, de Recursos Naturales, a cargo del ingeniero agrónomo Alex Hughes y el ingeniero agrónomo Pablo Lacuesta de la regional de la citada dirección, participaron de una Jornada de Campo, organizada por la Consultora del Este y Alianza GEO.

El objetivo consistió en evaluar la integración de la soja y otros cultivos a la rotación de los sistemas de arroz-pastura aprovechando el potencial agrícola y de riego de las zonas arroceras. Visitaron los establecimientos “El Arroyito”, de Martín Gigena y “Rio Branco” de Casarone Agroindustrial, con geonivelaciones a través del método RTK en dos modalidades de riego de soja y maíz en camellones, riego por surcos y soja en riegos por manto más taipas.

Campo cultivado

La cantidad de agua se estima en 3.500 metros cúbicos para la primera modalidad, donde el objetivo es explorar al máximo la potencialidad de la soja, entorno a 3.500 a 4.000 kilos por hectárea y en la segunda, el agua por “baño”, estimada en 1.500 metros cúbicos, a fin de concretar riegos defensivos para mantener rendimientos entre 2.500 a 3.000 kilos por hectárea. Con el riego de 1 hectárea de arroz se considera posible regar 3 a 4 hectáreas de soja.

La geonivelación por RTK posibilita riegos rápidos y uniformes sin micro relieves, habilitando el riego en otros cultivos como soja o pasturas y drena las chacras en forma rápida y efectiva ante eventuales lluvias intensas.

Posibilita, además, la inclusión de diferentes programas informáticos de drenaje y riego acumulando información histórica. Estiman la inversión en unos U$S 150 a U$S 200 por hectárea, que puede pagarse en un año en un sistema que incluye pasturas y otros cultivos.

Pasado este período son suficientes pequeñas correcciones con desembolsos menores. Datos primarios de ensayos de una tesis de pos grado que se lleva adelante, calcula un incremento de 5% en el cultivo de arroz (500 kilos por hectárea) por mejoras en el uso del agua y riego y 100 % en soja con respecto a cultivos no regados (aproximadamente 2.000 kilos por hectárea). A su vez, la siembra en camellones amplía en un 20% el potencial de rendimiento comparado con un sistema geonivelado con taipas. Todo lo anterior hace que la inversión con estas metodologías potencialice los sistemas arroceros y la integración de la soja a los mismos, además de posibles impactos en la superficie, destinadas tanto a soja o maíz como a pasturas en la zona Este.

También evalúan la inclusión de la herramienta de encalado en suelos que naturalmente son ácidos, con un PH 4,5 a 5,5, sumado a ventajas desde el punto de vista logístico por la cercanía de las canteras de enmiendas calcáreas.