Con la participación de mujeres independientes, sindicalistas, la Asamblea de Mujeres Lesbianas y Trans de Paysandú y disidentes, se cumplió este viernes en la plaza Constitución la manifestación que en forma simultánea tuvo lugar en los 19 departamentos del país, contra la violencia sexual.
La convocatoria nacional con la consigna “Que arda” fue realizada por mujeres y disidencias feministas autoconvocadas en protesta por la violación grupal que sufrió una mujer de 30 años en Cordón, Montevideo, el domingo anterior, y otros actos de violencia sexual suscitados en el correr de la semana. A la vez, invitaban a aquellas que no pudieran concurrir, a expresarse con caceroleos.
Cánticos feministas, una batucada y la lectura de una proclama nacional enmarcaron el acto en el que se podían leer pancartas con leyendas tales como “Tocan a una, respondemos todas. Feministas alertas y en las calles”, “El violador eres tú. Hartas de la cultura de la violación”, “No nos callamos más contra la cultura de la violación”, entre otras, como la que portaban mujeres en recuerdo de la desaparecida Amparo Fernández que versaba: “Si dicen que no está muerta, dónde está? No la dejen de buscar, prohibido olvidar”.
“Hoy nos volvemos a manifestar contra la cultura de la violación, arraigada y naturalizada como práctica de abuso de poder”, expresa el texto leído.
“El femicidio, la violencia sexual, el racismo, la transfobia y toda práctica que fomente el ocio como forma de violencia hacia mujeres y disidencias, son emergencia nacional y restringe nuestra ciudadanía”, consigna. En el texto se entiende que “se necesita educación sexual integral desde la primera infancia para conocer y cuidar nuestros cuerpos así como respetar los cuerpos de las demás personas”. “Es fundamental que la sociedad se comprometa desde otros espacios de muchísima influencia como lo son los medios de comunicación”, reclama.
A la vez, demandan al presidente de la República “acciones certeras y contundentes que demuestren su responsabilidad como mandatario de Estado de proteger a toda la ciudadanía, incluidas las mujeres, disidencias, niñas, niños y adolescentes”.
“Seguiremos tomando las calles y los espacios una y otra vez, las que sean necesarias, porque ya no contarán con la comodidad de nuestro silencio”, concluye.
