Turistas con COVID-19 deberán superar enfermedad en cada sitio de veraneo

El aumento de casos de COVID-19, especialmente cepa Ómicron, con un alto nivel de contagiosidad, continúa sin pausa y es muy probable que entre los casos nuevos haya ciudadanos argentinos que arribaron como turistas. Eso hace considerar qué ocurrirá cuando quienes culminan sus vacaciones estén cursando la enfermedad y no podrán ingresar a su país, desde que Argentina exige un PCR negativo realizado con hasta 72 horas antes. No sirve el test de antígenos, pues este solamente se aplica a ciudadanos que residan hasta 50 kilómetros de los puestos fronterizos.

Una alta fuente relacionada con asuntos migratorios aseguró que eso no causará problemas a los lugares de frontera, desde que los PCR no se hacen en las cabeceras de pasos fronterizos sino que deben realizarse en el lugar de veraneo o en el centro sanitario más cercano (con un costo de unos 100 dólares por persona).

“Esto significa que si el PCR es positivo, no puede iniciar el viaje a Argentina porque es claro que no podrá ingresar. Uruguay exige seguro de salud que cubra COVID-19, por lo que será este el que se haga cargo de cubrir los costos adicionales, alojamiento, alimentación, lo que sea necesario, de acuerdo al seguro contratado. No se les permite viajar a frontera si son positivos ni tomar un avión ni un buque. Deben quedar en aislamiento preventivo o cuarentena. No podrán viajar. Por lo tanto, no consideramos que en modo alguno las zonas de frontera tengan algún impacto, ni se llenarán sus hoteles ni nada parecido”.
Argentina establece un plazo de diez días de aislamiento preventivo. Cumplido ese plazo los contagiados deberán realizarse otro hisopado PCR y solo si da negativo, las autoridades uruguayas otorgarán el alta médica. Con eso pueden viajar de regreso a su país.

En el “control seguro” se le exigirá el certificado de COVID-19 positivo, el PCR negativo y el certificado de alta médica. “Recién entonces podrán ingresar a territorio argentino”.
No está claramente establecido “cómo impactará en el mercado inmobiliario u hotelero en la zona de veraneo”, pero ante el número sensiblemente menor de turistas argentinos “se espera que pueda ser controlado”.