Unas 5.000 personas trabajan en negro y en la basura, según el ministro Peña

Ministro de Ambiente, Adrián Peña.

El Ministerio de Ambiente lleva adelante un plan de relocalización y formalización de la población que vive en los vertederos, con la coordinación interinstitucional y estima que unas 5.000 personas se desempeñan en la informalidad.
En octubre del año pasado, un grupo de recolectores que se encontraba en el vertedero municipal encontró a un hombre sin vida que presentaba signos de haber sido arrollado por un bulldozer, encargado de apartar la basura.

El ministro Adrián Peña señaló que “hay vertederos que están peores que el de Paysandú. Yo los conozco a todos y es mi tour por cada ciudad a la que llego. Hay lugares donde la gente vive en la basura, con situaciones más complicadas desde el punto de vista social y tiene aristas que van mucho más allá de la gestión de residuos porque tiene que ver con problemas de adicciones en muchas casos”.

Explicó que “hay 5.000 personas en el país que trabajan en negro en la basura y hay que tratar de formalizar a todos los que podamos. Para los que no logren incluirse en el circuito formal, que lleva determinada disciplina y cumplir con horarios, tendremos que entrar en acciones conjuntas con el Ministerio de Desarrollo Social para encontrar soluciones conjuntas”.
En los vertederos del Interior hay experiencias que se firmarán en los próximos días. “En Tacuarembó firmaremos un acuerdo la semana próxima con las intendencias de Tacuarembó y Rivera para instalar un sitio único de disposición de residuos. Allí existe uno de los vertederos más complicados del país y a la hora de actuar, la acción será conjunta entre Ambiente, Mides y el Ministerio de Vivienda, porque allí hay 22 casillas. Junto a la ministra Irene Moreira haremos relocalizaciones y con el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, haremos una tarea de acción social porque hay más de 120 personas y sabemos que no todos irán a la cooperativa. Se cerrará el vertedero y se encarará la recuperación del lugar, que además está arriba del Acuífero Guaraní”, dijo a EL TELEGRAFO.

Consultado sobre planes y nuevos enfoques en la gestión de estos lugares de disposición final, subrayó que “Paysandú lo sabe bien porque ocurrió una desgracia en octubre del año pasado y esas cosas no pueden pasar. Hoy por hoy, el lugar tiene que estar señalizado, cercado y con seguridad. Además de llevar una gestión ordenada de todo esto”.
Peña resaltó una experiencia cercana al departamento, como posibilidad de ejecutar un plan con resultados alargo plazo. “En Fray Bentos, por ejemplo, hay un sitio de disposición final y es de los pocos habilitados en el país. Está cercado, hay un orden para el ingreso y ya no se generan esos problemas. La basura que ingresa se pesa y hay determinados tipos de controles, por lo que no hay margen para la informalidad”, concluyó.