Ancap se prepara para dejar de refinar en 2050

El presidente de la petrolera estatal Ancap, Alejandro Stipanicic, presentó en el marco de la Expo Uruguay Sostenible los planes de la empresa en materia ambiental y de transición en el ambicioso proceso de descarbonización encuadrado en la estrategia país que prevé que en el 2050 cese la actividad en la refinería de La Teja.
En la primera parte de su exposición el jerarca planteó que el proceso de transición será largo. “El mundo tiene un trilema, que es que la energía tiene que ser accesible, tiene que ser segura y tiene que ser sustentable. Cuando adoptamos ese trilema en Ancap tenemos que ver que los energéticos tienen que competir entre sí, tienen que coexistir y tienen que complementarse”, dijo.
Stipanicic señaló que las previsiones marcan que “en 2050 el petróleo y el gas van a ser energéticos totalmente críticos en el mundo. Va a seguir habiendo consumo, demanda, generación y búsqueda de petróleo y gas en el 2050. Es inevitable”. Actualmente entre el 38 y 42% de la energía que se consume en el Uruguay proviene del petróleo y del gas natural, por lo que “renunciar a esas fuentes de energía es un desafío muy grande para hacerlo de un día para el otro”. El 81% de la energía que se consume en el Uruguay se consume en el sector industrial y en el transporte, “que son sectores de altísima demanda de densidad energética”, dicho de otra forma, “necesitan una potencia entregada muy grande, que no es fácilmente transmisible por las redes habituales de electricidad”.
Agregó que el sector de la energía “contribuye con el 21% de los gases de efecto invernadero, pero las actividades propias de Ancap contribuyen el 9,3% de la generación de esos gases”, de allí que sea una prioridad reducir las emisiones en la refinación, así como en la industria del cemento y de la cal.

HIDRÓGENO

Dentro de este panorama aparece con enorme potencial la alternativa del hidrógeno, en la que el país y Ancap están haciendo una importante apuesta, que fue presentada en los últimos días.
Stipanicic adelantó que se han identificado en la plataforma marítima uruguaya los sectores de mayor potencial de generación eólica para proveer la electricidad necesaria para la obtención del hidrógeno. Adelantó que se delimitarán bloques de 500 kilómetros cuadrados “que se ofertarán para producción de energía eólica. Cada bloque es capaz que generar 3,5 gigawatts de energía eléctrica, en todo el Uruguay hoy hay instalado 1,5 gigawatts. Esos 3,5 gigawatts pueden producir 320.000 toneladas al año de hidrógeno, que es el equivalente energético para cubrir toda la demanda de gasoil que hay en el Uruguay”, comparó.
Agregó que para el negocio del hidrógeno se está desarrollando una plataforma “muy innovadora, muy atractiva para el mercado, en la cual tenemos condiciones parecidas a las de las rondas petroleras que les ofrecemos a las empresas globales de energía que están buscando donde producir hidrógeno”. Comentó que tal es el interés que ha despertado en el sector que han mantenido “más de 60 reuniones con más de 40 empresas de primera línea”. La mayoría de las empresas interesadas son, de hecho, petroleras, “que están invirtiendo casi tanto en oil & gas como en energías renovables y están viendo al vector hidrógeno como el sustituto ideal y donde ellos tienen expertise para competir”.

PASIVO

La otra parte de la presentación de Stipanicic refirió a aspectos financieros relacionados con la temática ambiental, una preocupación que Ancap asumió en el año 1996, cuando delineó su estrategia. Aseguró que “no se ejecuta un proyecto en Ancap si no tiene una evaluación ambiental positiva de nuestra área especialista”.
En este sentido afirmó que la empresa tiene “un montón de acciones en curso, a las que nadie nos obliga, sino que nosotros voluntariamente estamos adoptando las mejores prácticas”. Agregó que cuando el actual directorio asumió “sabía que había una serie de determinaciones ambientales que habían quedado un poquito en el olvido, por lo tanto encomendamos una auditoría de todas las auditorías ambientales realizadas. Esa auditoría se hizo en el año 2020 y parte del 2021 y generó 9 recomendaciones y 21 acciones concretas”. Estas iniciativas, dijo, “tienen un valor nominal de 44 millones de dólares” y agregó que el plan que se conformó para atender estas recomendaciones y acciones concretas está en ejecución y va a llevar algunos años, “pero en nuestro balance, a partir del 31 de diciembre de 2021, Ancap registra los pasivos ambientales del orden de 26 millones de dólares. Si Ancap no acompaña las inversiones ambientales, va a empezar a generar pérdidas por cuestiones ambientales”.
Pero, para dimensionar, explicó qué implican estas cifras para Ancap, y a modo de comparación señaló que la empresa “en los 5 primeros meses del año renunció a ingresos por 93 millones de dólares, por estar vendiendo (los combustibles que refina) por debajo de la paridad de importación”. Para mayor claridad enfatizó que “esos 93 millones de dólares, que hoy no están y que en el pasado sí estuvieron, financiarían dos veces el plan ambiental que hoy tenemos identificado en Ancap. Así de grandes son los números de Ancap, y así de grande es la responsabilidad que tenemos quienes tenemos que administrar esos números”.