Empresas y Derecho: Género, transformación digital e inclusión (I)

En los últimos días el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un informe titulado “La dimensión de género en la transformación digital empresarial América Latina y el Caribe”. El informe coloca a Uruguay dentro de los países con inclusión de género en sus políticas digitales, clasificación donde se agrupan aquellas naciones cuyas políticas, planes, programas, estrategias y agendas digitales integran efectivamente la dimensión de género y, por lo tanto, incluyen objetivos, metas e iniciativas concretas para abordar la brecha digital de género.

1. Brechas

De acuerdo con la publicación, las brechas de género en el ecosistema digital de América Latina y el Caribe “hacen referencia a las diferencias existentes entre hombres y mujeres en diversos aspectos ligados a la transformación digital. Las brechas se han estructurado de la siguiente forma: a) brecha de acceso: es la diferencia en función del género en el porcentaje de personas que acceden a Internet y que disponen de conectividad móvil; b) brecha de uso y capacitación: hace alusión a las diferencias entre personas en los usos que hacen de Internet y, en general, de las tecnologías digitales, también se refiere a las diferencias en el nivel de habilidades digitales que permiten hacer un uso más productivo de estas tecnologías digitales; y c) brecha de especialización: se manifiesta tanto en la menor participación de la mujer en estudios ligados a las tecnologías digitales (con un promedio del 2% de graduadas frente al 7,9% de graduados respecto del total) como en una presencia más reducida en el mercado laboral vinculado a la transformación digital empresarial (el porcentaje de mujeres trabajadoras en el sector de la información y las comunicaciones alcanza el 32% en la región)”.

2. Factores

Entre los factores que afectan la participación de las mujeres en el mundo digital de la región, el documento señala los siguientes:
a) Los sesgos inconscientes: “La literatura señala el problema externo de la falta de referencias de los logros científicos femeninos en la cultura popular. Los medios de comunicación juegan un papel esencial en la perpetuación de los sesgos y estereotipos de género que alejan a la mujer de la disciplinas científicas y digitales. Estos tienen una responsabilidad directa en la falta de visibilidad de role models femeninos, y promueven un modelo de mujer en el que su imagen es más importante que sus habilidades y capacidades intelectuales y técnicas. El sector tecnológico y digital ha sufrido durante años la presencia de un estereotipo adicional que ha impactado negativamente en la percepción que las mujeres han tenido de él. Y es que lo digital ha estado durante mucho tiempo ligado a la imagen de hombres blancos con escaso éxito social y pocas habilidades interpersonales. Se relacionaba con trabajos solitarios y con escaso impacto social”.

b) La masculinización del sector digital: “El sector empresarial tecnológico y digital es un sector altamente masculinizado que responde claramente a la concepción social que existe de las ciencias como un ámbito exclusivo de los hombres. Debido a los sesgos mencionados, se presuponen habilidades inferiores en las mujeres que en los hombres en los ámbitos más técnicos. Esto obliga a las mujeres a tener que demostrar su valía más que los hombres, y el error se penaliza mucho más en su caso. La exigencia es mayor”.

c) Los roles tradicionales: el problema de la conciliación y el peso de la familia: “La presión que ejerce la familia sobre las decisiones profesionales de las mujeres es muy importante en la región. Aunque existe la percepción de que esta situación es menos acuciante entre las nuevas generaciones, la familia, y en particular la pareja, siguen jugando un papel muy destacado en las decisiones de las mujeres, especialmente en zonas con menor desarrollo socioeconómico”.

d) Barreras en el acceso a puestos de decisión: “La proporción de mujeres en la alta dirección en América Latina y el Caribe alcanza el 33%. En el ámbito público, las mujeres ocupan en la región el 31,6% de los asientos en los parlamentos, un 28,5% de los cargos en los gabinetes ministeriales; suponen el 32,1% de las personas en las cortes supremas de justicia y el 15,5% de las alcaldías. En el proceso de transformación digital existen personas decisoras que diseñan las estrategias y el enfoque que estas adoptarán. Por ello, la escasez de mujeres en puestos de toma de decisiones es otro de los ámbitos que impactan directamente en la falta de perspectiva de género en el proceso de transformación”.

e) Barreras para emprendimientos: Las principales barreras a las que se enfrentan las mujeres emprendedoras del ámbito digital son el acceso al financiamiento, la falta de habilidades y competencias digitales, la falta de conocimiento en gestión y creación de empresas y la falta de infraestructuras digitales en su país. Entre las causas que dificultan que las mujeres emprendan más en el ámbito digital destacan la elevada carga y las responsabilidades familiares que asumen las mujeres, los sesgos y estereotipos de género, la debilidad de las redes profesionales y de emprendimiento femeninas y la falta de vocación de las mujeres en disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés)”.

La semana que viene continuaremos compartiendo con nuestros lectores los aspectos más importantes de este trabajo del BID.  Dr. Rodrigo Deleón

DELEÓN ABOGADOS – Río Negro 1370 esc. 702 – Montevideo – Celular: (099) 10-33-13 – E-mail: rdeleon1370@gmail.com