¿Por qué están muriendo las palmeras?

Existen zonas de nuestro país donde el paisaje se ve engalanado con la presencia de algunas variedades de palmeras. En el Departamento de Paysandú y fundamentalmente en las jurisdicciones de los Municipios de Guichón y Quebracho se encuentran palmares que les ponen ese sello característico a los lugares.
No exentos de preocupación, muchos pobladores del Municipio de Quebracho y quienes transitan por Ruta 3, pueden apreciar desde “hace más de dos años” que, fundamentalmente sobre el lado sur de esta vía de tránsito, próximo a la localidad de Queguayar, kilómetro 410, hay una importante cantidad de palmas totalmente secas y otras en ese proceso que conducirá irremediablemente a su muerte.

Ante la interrogante sobre el motivo de estos estados, se consultó al ingeniero agrónomo Iván Grela, quien fuera durante más de veinte años docente de Botánica en el Departamento Forestal de la Facultad de Agronomía, quien expresó: “He pasado por la zona de Queguayar y pude apreciar” que el fenómeno ataca “a una palmera exótica que se llama Phoenix canariensis originaria de las Islas Canarias”. Estas “fueron introducidas con fines paisajísticos y es muy común en todos lados, plazas y jardines”. Pero aclaró que “en la carretera, se comporta hasta como un poco invasora, o sea que nace sola. Seguramente no fueron plantadas ahí. Empieza a nacer por la distribución de las aves o de algún animal y se reproduce”.
Pese a ser catalogada como invasora, Grela estimó que “no es una especie tan complicada como la espina corona o el ligustro que pueden desplazar otras especies. La Phoenix canariensis si bien es exótica invasora no representa un riesgo importante”.

Sobre el motivo de la mortandad “según me informó un colega, las ataca un insecto que se llama gorgojo colorado. Hay varias muertas y no tengo conocimiento que haya secas en otro lugar de esta zona”. Descartó que fuera por agroquímicos, pues “se hubieran visto afectadas también otras especies” y no vio “que otros árboles estuvieran afectados”. De todas formas reiteró “al no ser una especie nativa ni protegida no creo que represente un problema”. Consultado sobre las variedades yatay y butiá informó que dado su trabajo, “frecuentemente estoy recorriendo los palmares de yatay que son los que crecen en esta zona, y en el departamento de Río Negro y no he visto que haya algún problema. La variedad butiá crece en el Este, zonas de Maldonado, Rocha y Treinta y tres”. Como reflexión final Grela expresó que “no creo que sea un problema que afecte a la flora nativa”.

A la vez, Franklin Belveder, integrante del Concejo Municipal de Quebracho, corroboró que “el fenómeno de palmeras secas donde más se ve es en jurisdicción de los municipios de Quebracho y Lorenzo Geyres, incluso algo más al norte”, estimando que “puede ser algo contagioso. Por lo que pude ver sería un bicho que le entra a la corteza, el picudo rojo y comienza a matarla. Habría forma de combatirla pero parece que no hay mucho interés”. Se hizo la denuncia a la Intendencia en oportunidad que estuvieron acá “con gente del Ministerio de Ambiente, pero a nivel de Consejo Municipal no se dio corte. Si bien a quien ataca es a la variedad Phoenix canariensis”, cree haber visto que “hay algunas palmeras yatay que están afectadas, aunque en mucho menor medida”.
De confirmarse lo observado por Belveder, sería un tema serio por cuanto la palmera yatay es una variedad autóctona y su preservación es un compromiso.