Realizan hoy una recorrida en ómnibus por las Marcas de la Memoria de la ciudad

La Comisión por la Memoria Paysandú y la Intersocial Paysandú realizan hoy sábado la actividad denominada Marcas de Memoria, en conmemoración del cuadragésimo noveno aniversario de la huelga general, iniciada con marchas y ocupación de lugares el mismo 27 de junio de 1973 (un miércoles), cuando el entonces presidente Juan María Bordaberry disolvió las Cámaras de Senadores y Representantes con el apoyo de las Fuerzas Armadas y estableció un Consejo de Estado con funciones legislativas, constituyentes y de contralor administrativo, restringió la libertad de pensamiento y facultó a las Fuerzas Armadas y policiales (Fuerzas Conjuntas) a asegurar la prestación interrumpida de los servicios públicos.

“No seré yo quien asista en nombre de la hipócrita defensa de las instituciones a este proceso de desintegración nacional”, dijo Bordaberry, en lo que hoy es una histórica frase en la noche de aquel día, y que fuera titular principal de EL TELEGRAFO el 28 de junio de 1973.

Manuel López, Mauro de los Santos y Ana Saldivia, indicaron que Marcas de la Memoria “cierra en este junio el cuadragésimo noveno aniversario de la huelga general, recorriendo esas marcas de la memoria que existen en Paysandú. Es una invitación general a toda la población, a recordar o incluso a conocer lo que ocurrió entonces, porque muchos no conocen muchas de las historias ocurridas en aquellos días en Paysandú”.
A las 10 de la mañana se concentrarán los participantes en plaza Acuña, “donde habrá un ómnibus para hacer el recorrido, además de que –por supuesto– se puede seguir en vehículos propios. Lo hacemos ahí porque queda cerca de la antigua ubicación del batallón, en 33 Orientales e Ituzaingó y porque desde allí nos dirigiremos al puerto”.

“En Paysandú ocurrieron abusos de las Fuerzas Conjuntas que mucha gente no sabe y que mucha gente que los sufrió hasta no hace mucho no quería contarlos. No lo hacía porque estaban saliendo a la luz horrores mucho más profundos, la crueldad de los desaparecidos, la desesperación de sus familias”, indicaron.
El recorrido comenzará saliendo desde la plaza Acuña hacia el lugar donde antiguamente estuvo ubicado el batallón, donde una placa lo destaca como un espacio importante para aquella época. Posteriormente se seguirá hacia el puerto, donde hay una placa en la denominada “cárcel del puerto” y otra en homenaje al obrero portuario torturado en el antiguo Batallón Nº 8 y posteriormente ejecutado, Ivo Fernández. El siguiente lugar será la actual sede central del Frente Amplio, donde hay una placa en honor a Graciela Estefanell, una militante social detenida en Punta Gorda, Montevideo, una de las cinco personas fusiladas en Soca. Se continuará hacia el liceo 1, donde frente al Memorial Nelsa Gadea, desaparecida a fines de 1973 en Santiago de Chile. Seguidamente se llegará al Instituto de Formación Docente, donde próximamente se colocará una placa en memoria de Raquel Culñev, detenida a finales de junio de 1972 y fallecida en 1977 en el Hospital Militar por un quiste hidático mal tratado, y tras ser sometida a torturas. La recorrida culminará en la sede de Adeyom, sitio clave en las marcas de la memoria, pues allí se realizó la reunión en la que se definió adherirse a la huelga general. Posteriormente el edificio fue expropiado por la dictadura.
“Dentro del ómnibus habrá pantallas en las que se proyectarán documentales de la época” y personas que vivieron y sufrieron esos años irán contando sus propias historias y las historias de otros compañeros de entonces. Después en cada lugar específico también se escucharán esas cosas que ahora están surgiendo y que en verdad eran desconocidas”, agregaron López, de los Santos y Saldivia.

“Aquí en Paysandú, algo muy significativo, ya en 1958 se hizo el primer congreso de estudiantes y obreros, es decir mucho antes de 1972. Lo que ocurrió es que a comienzos de los setenta Paysandú y su entorno de fábricas y centros de trabajo había generado una conciencia obrera y social muy fuerte”, destacaron, antes de reflexionar que “los atropellos en la época previa a la dictadura son realmente inexplicables, porque ya el movimiento que enfrentó al poder establecido había sido terminado. Hubo mucha gente detenida, torturada o desaparecida que no tenía nada que ver. Eso es lo que la memoria no puede olvidar”, concluyeron.