Desde el Centro Comercial e Industrial de Paysandú se considera que la medida de cero kilo en los puentes dé resultados en el corto plazo pero que no es sustentable en el tiempo, sobre todo porque los controles resultan muy difíciles de implementar cuando además se tropieza con la falta de personal en la Dirección Nacional de Aduanas, como ocurre incluso ahora con la de cinco kilos por persona y el sistema de registro, indicó a EL TELEGRAFO el encargado de política fronteriza de la gremial empresarial sanducera, Juan Martín Della Corte.
Destacó Della Corte que “nosotros seguimos aferrados a la idea de que hay que buscar una solución de fondo, y de hecho hoy hay una medida práctica, que es la de la franquicia con cinco kilos por persona y un sistema de registro que la Aduana no puede controlar. Y no lo puede hacer porque tiene escasez de funcionarios, porque se desgasta totalmente el equipo de trabajo en los puentes teniendo 80.000 personas por mes cruzando y seis personas para revisar como viene la cosa”.
“Consideramos que la Aduana está escasa de presupuesto y de estrategia de trabajo para enfrentar una situación de la magnitud que tiene la que estamos atravesando. Es cierto que el cero kilo se ha implementado anteriormente, ha tenido sus efectos deseados, que es proteger el empleo local, pero también es cierto que no se ha logrado sostener en el tiempo, porque es una medida antipática”, explicó.
“Por eso los centros comerciales venimos trabajando en tratar de darle al Estado motivo y que entiendan que la medida del Imesi con los combustibles puede ser ampliada a otros rubros, y que eso es beneficioso para todos, tanto para el sector privado como para el sector público, porque lejos de ser un gasto es una inversión que redunda en beneficio del empleo, de la recaudación, de una serie de aspectos que hacen al tramado social que es fundamental para la región”, indicó.
En cuanto a la magnitud de la brecha, al punto que hay artículos que no pueden competir incluso sacándoles todos los impuestos, expresó que “hoy estamos en un momento en que no hay medida suficiente, porque además es tanta la diferencia, que el negocio ilegal que se está armando en torno a esto hace que sea imposible con los recursos que hoy el Estado destina, controlar, incentivar, lo que sea”.
Situación crítica
“Esto requiere otro análisis y está bien probado que la situación actual llega a un extremo tal que no se pueda salvar en términos comerciales. Hay que darse cuenta de que las empresas van a tener que seguir funcionando en la medida en que se quiera defender el empleo, porque la verdad es que el golpe está siendo muy grande para las empresas locales”, evaluó.
Agregó que “estamos hablando de caídas entre el 25, el 30 y el 40 por ciento, que si se sostienen en el tiempo serán determinantes para que se venga el cierre de empresas, no ya de despidos. Todas las empresas están planificando despidos envíos al Seguro de Desempleo o despidos, incluso las empresas más grandes, sobre todo las cadenas de supermercados, porque trabajan en régimen de contrataciones a plazo. No pasa esto con las mipymes locales, porque no se estila, pero en las empresas de mayor porte, como las que vienen de Montevideo, con presencia en la región, no están renovando ya esos contratos. Quiere decir que ya se está viendo desvinculaciones por esa vía, como así también ocurre con el Seguro por Desempleo, que es lo que sigue”.
Destacó que el Estado “tampoco es bueno ofreciendo información” al respecto, por cuanto lo último que se conoce se remite a abril o mayo, “cuando esto recién empezaba”, a la vez que “en junio se empezó a notar y en julio ha sido dramático. Ni qué decir en lo que va de agosto”.
En cuanto a los planteos conjuntos con otros centros comerciales, como es el caso específico de Salto, consideró el entrevistado que “estamos trabajando juntos en todo lo que estamos haciendo. La semana pasada estuvimos en el Ministerio de Economía y Finanzas, con la ministra del área hablando del tema. Mantenemos la agenda tratando de apuntar a proponer al gobierno soluciones y de visibilizar el tema. Con Salto tenemos una situación idéntica, solo que allá de alguna manera es peor porque partieron de un desempleo de más de dos puntos superior al de Paysandú, pero ante esta situación que va empeorando, los vamos a alcanzar en cualquier momento y todos vamos a estar en los mismos niveles”.
Se perdió la oportunidad
“Como yo dije hace un año, de seguir así seguro vamos a perder entre 5.000 y 7.000 puestos de trabajo de acá a fin de año. La verdad es que uno mira las facturaciones y ve que son caídas estrepitosas, imposibles de sostener en el tiempo, las empresas no pueden resistir eso”, subrayó.
Reflexionó que “es una pena como se perdieron dos años de margen para trabajar con cierta tranquilidad, durante la pandemia. No se hizo nada al respecto, y no se llegó a tener algo preparado para cuando se reabrieran los puentes. Los centros comerciales trabajamos fuertemente desde marzo de 2020 y lo sostuvimos hasta ahora, pero del otro lado no se entendió la urgencia que se tenía en ponerle fuerza al tema, para cuando se reabrieran los puentes”.
“La sensación que tenemos hoy es que en Montevideo ni siquiera se dan cuenta de la dimensión de esto, del mal que le hace al país entero, porque si bien los principales afectados somos nosotros, el número es tan grande que esto está afectando a todo el país y no se dan cuenta”, expresó el dirigente del Centro Comercial e Industrial de Paysandú.
