El DPC es un dolor no cíclico de al menos seis meses de duración, localizado en la pelvis anatómica, zona lumbosacra, nalgas, pared abdominal anterior o por debajo del ombligo, que es lo suficientemente severo para causar una incapacidad funcional o buscar atención médica.
El DPC puede tener varias causas. Puede ser síntoma de otra enfermedad o puede ser una afección en sí mismo. Frecuentemente se asocia a consecuencias negativas cognitivas, conductuales, sexuales y emocionales. Afecta al 25% de mujeres en edad fértil.
Clínica
El síntoma primordial, el dolor, puede presentarse de forma muy diversa: intenso y constante, intermitente, en forma de punzadas o en forma de presión en un área profunda de la pelvis, abdominal o lumbar. Puede aparecer asociado a síntomas sugerentes de patología del tracto urinario inferior, de trastornos sexuales, de patología intestinal o ginecológica; tales como como el dolor al mantener relaciones sexuales, dolor con el movimiento intestinal, dolor al orinar o al defecar, dolor en ciertos movimientos o simplemente aumento del dolor durante la sedestación.
Causas
- Endometriosis: Es el tejido del recubrimiento del útero que crece fuera del mismo.
- Problemas músculo-esqueléticos: fibromialgia, tensión muscular.
- Enfermedad inflamatoria pélvica: infección de transmisión sexual que origina cicatrices que afectan los órganos pélvicos.
- Restos ováricos que quedan luego de la extirpación quirúrgica del útero, los ovarios y las trompas de Falopio.
- Fibromas.
- Síndrome del intestino irritable.
- Síndrome de la vejiga dolorosa.
- Síndrome de congestión pélvica: Debido a venas varicosas (várices) dilatadas que se encuentran alrededor del útero y de los ovarios.
- Psicológica: Depresión, estrés crónico, abuso sexual.
- Sin causa aparente.
Diagnóstico
Paraclínica básica.
Examen completo de la pelvis.
Imágenes: ecografía, tomografía y resonancia de pelvis.
Laparoscopía: Permite observar los órganos pélvicos; detecta inflamación y/o infección.
Tratamiento
Terapia física rehabilitadora.
Fármacos: Analgésicos, hormonas, antibióticos.
Psicoterapia.
Conclusión
Dada la complejidad del SDC, es prioritario un abordaje multidisciplinario, integral y global, siendo el objetivo del tratamiento mejorar la calidad de vida y disminuir la sensación de dolor.