Encuentro de todos en la Meseta, símbolo de unidad

Durante una hora y cincuenta y seis minutos marcharon frente al monumento al general Artigas, a las autoridades y a los espectadores unos 8.000 jinetes de 350 sociedades nativistas de todo el país, en la Meseta de Artigas, en la parte culminante del XXVIII Encuentro con el Patriarca.

Eso da una idea de la trascendencia de esta marcha que –dijo el intendente Nicolás Olivera– “pasa a ser la más grande marcha a caballo del país”. Determinar con exactitud la asistencia en la víspera es ciertamente complejo, pero puede afirmarse que el número no fue menor a 20.000 personas.

Desde la meseta se podían apreciar fogones hasta donde llegaba la vista, así como vehículos de todo tipo y campamentos distribuidos en cada lugar posible. Asimismo, una gran cantidad de puestos de venta de comida para satisfacer a los concurrentes –las aparcerías tenían sus propios fogones–, y stands que vendían una gran diversidad de artículos.

Entre las autoridades, la hasta ayer presidenta en ejercicio, Beatriz Argimón; el intendente Nicolás Olivera; el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado; los senadores Guido Manini Ríos, Carlos Daniel Camy, Sergio Botana y Guillermo Domenech; los intendentes de Soriano Guillermo Besozzi, de Salto Andrés Lima y de San José Ana María Bentaberri (quienes llegaron a caballo); los diputados Nancy Núnez, Cecilia Bottino y Juan Carlos Moreno (a caballo); el ministro de Ambiente, Adrián Peña; y autoridades departamentales, diplomáticas y locales.

UN PAÍS EN LA MESETA

“Un país se ha dado cita acá, más de 350 aparcerías que han hecho de este Encuentro con el Patriarca el más grande de su historia. Han pasado más 8.000 jinetes, haciendo de este evento la marcha a caballo más grande del país”, dijo el intendente Nicolás Olivera. Realizó un reconocimiento luego “a una persona que puedo decir sin temor a equivocarme que es el espíritu de esta marcha, que la tenemos entre nosotros y que es alguien que organiza junto a un gran equipo de la Asociación de Sociedades Tradicionalistas de Paysandú este gran acontecimiento, que es María Dolores Álvarez”.
También reconoció a “un icono, uno de esos históricos que estuvo desde el comienzo, que es un orgullo tenerlo entre nosotros: Luis Chichet”.

Cada aparcería con su estandarte y las banderas patrias, cabalgando por la Meseta.

“A QUÉ VENIMOS Y CON QUÉ NOS VAMOS”

“Año a año nos toca venir a la meseta y seguramente también año a año nos haremos las mismas preguntas. Tendrán una respuesta distinta sobre la gran cuestión: a qué venimos y con qué nos vamos”, indicó Olivera. Dijo luego que, ante la gran concurrencia desde todos los puntos del país, “el pueblo nos dio un ejemplo más de lo que puede hacer este hombre (José Gervasio Artigas), y lo que hace es unirnos. Es capaz desde el fondo de la historia hacer que vengan de los 19 departamentos niños, jóvenes, adolescentes, adultos, viejos, veteranos, hombres, mujeres. De todas las religiones, de todas las razas, de todos los lugares, de todos los credos políticos. Acá naide es más que naide. Con buenos aperos o con uno menos lujoso. Pero todo el mundo desfila frente al prócer. Ahí nos damos cuenta de que nos sigue uniendo”.

“A veces quienes ocupamos responsabilidades de gobierno o desde la oposición, somos rehenes de nuestras soberbias, de nuestra mezquindad. Pero aquí está el pueblo que nos enseña, que desfila, le rinde honores a Artigas. El pueblo unido ante Artigas, que le da una dimensión ética muy grande”.
“El año que viene, cuando volvamos tendremos que ser un poco mejores. Obviamente no vamos a alcanzarlo nunca a Artigas, pero sí tenemos que hacer la fuerza todos los días para mejorar y mejorar, para seguir su ejemplo y su legado”.
“Se tuvo que ir de acá –lo fueron a buscar muchas veces– y no volvió porque el pueblo oriental no estaba unido. No vino entre otras cosas porque hubo una leyenda negra. Hoy hay una palabra nueva que empieza a resonar que es la posverdad. La capacidad que a partir de determinados relatos que no tienen base cierta, que no existen en los hechos, muchos nos hacen creer que es una realidad. Esa es la posverdad”.

“En aquel momento sin esta palabra, posverdad, estaba la leyenda negra del Artigas matrero, del Artigas contrabandista y de todas las otras cosas que nos podemos imaginar. Pasó mucho tiempo para que los buenos orientales lo pudieran reivindicar. Revisemos lo que todos los días hacemos cada uno de nosotros y sobre todo lo que podemos hacer para que ese pueblo que él logró unir, no seamos los responsables de separarlo y desunirlo”.
“Dentro de un año volveremos, quizás incluso seamos muchos más, pero tendremos que rendir cuentas, ver si habremos hecho durante ese tiempo, en este caso quienes tenemos responsabilidades, quienes estamos en el servicio público, lo suficiente y lo debido”.

Integrantes del Cuerpo de Blandengues, en guardia junto al monumento a Artigas.

EL FUEGO QUE NADIE APAGARÁ

“Obviamente que no puedo culminar sin una referencia al que debe andar por ahí, en alguna nube, cabalgando, el hombre que fue el responsable de dar la primera yesca y que a esa llama, que a ese fuego que prendió no lo apaga nadie. Me refiero a Jorge “Guapo” Larrañaga. Qué mezquinos somos los seres humanos. Cuántas veces nos tenemos que morir para ser buenos. Lo que pasó con Larrañaga es que dedicó su vida al servicio público, a la causa pública”.
Posteriormente se colocó una ofrenda floral al pie del monumento a Artigas y se descubrieron en el plaquetario frente a la Casona del Patriarca dos placas, una de la Intendencia de Paysandú y una del Municipio de Chapicuy.