Tristeza e incertidumbre vive en estos días la comunidad católica de la Basílica Nuestra Señora del Rosario al haber sido hurtado un rosario identificado por los feligreses como objeto de piedad, al tratarse de un elemento que sirve para orar. En tal sentido, el cura párroco Ruben Avellaneda indicó a EL TELEGRAFO que el rosario “no tiene valor económico creo, si bien es un rosario grande no era de material costoso o fino, sino que es un objeto de piedad que tiene la imagen de la Virgen Nuestra Señora del Rosario, de la estatua de la Virgen María y también del niño Jesús”.
Sobre la modalidad del hurto, Avellaneda indicó que quien lo cometió “se subió al camarín, que está alto a unos cinco metros. Y adonde se ingresa bien por atrás. Hay una escalerilla muy angosta, pero se ve que alguien fue hasta ahí. Se trata de un lugar bastante reservado dentro de la basílica”.
La falta de la pieza fue constatada el pasado domingo, “es decir ese día nos dimos cuenta”. “Después hubo gente que nos dijo que hacía mas días que ya no estaba, pero pensaron que lo habían retirado para limpiarlo o restaurarlo”, comentó.
“A la gente de la comunidad les llamó la atención y les preocupó que un objeto de devoción, que completa allí a la imagen de Nuestra Señora del Rosario –que es la patrona de la ciudad–, le hayan retirado una parte. Y si lo retiraron saber con qué fin, porque no creo que haya sido un coleccionista que lo pueda llevar para venderlo porque no creo que tenga valor comercial. Pero si es un robo con valor que nos hiere muchísimo a la gente religiosa y de fe”, dijo el cura párroco.
E hizo hincapié que hiere más porque “justamente estamos en la semana en que entramos en octubre, que es el mes de la virgen; el 7 es el día de la Virgen del Rosario. Entonces en torno a esta fecha vamos a hacer varias celebraciones con algo más para la comunidad, es decir más allá que para los cristianos”.
Respecto al cuidado de la basílica, Avellaneda insistió que “siempre es una preocupación, es muy visitado, siempre está abierto y hay gente. Pero a veces la auxiliar de servicio está abocada a limpiar otros espacios de la parroquia y no puede estar atenta a quién entra. No tenemos seguridad permanente, sino que las personas que están a veces se encuentran haciendo otras tareas. Vamos a seguir esperando y creyendo que entre todos podemos seguir cuidando este lugar tan importante que tiene un valor mucho más allá de lo religioso, de lo litúrgico y de la iglesia, y que es un valor importante para cualquier ciudadano sanducero”.
