Lo que está en juego en la educación

Mientras se siguen sucediendo desencuentros a partir de visiones contrapuestas sobre reforma sí o reforma no en la educación, y sobre todo, cuál reforma y para qué, se mantiene un statu quo en un escenario muy negativo para el país, que se viene arrastrando desde hace muchos años, y lo que es peor, incluso en los diagnósticos no coinciden para partir de una base como punto de acuerdo posible.

El punto es que existe conflicto de intereses y visiones ideológicas encontradas, con actores directamente involucrados que se sienten los únicos capacitados y con derecho a “imponer” más que sugerir o proponer cambios en el actual estado de cosas, a la vez de ser juez y parte en la problemática.
En esta postura encajan los gremios de docentes y funcionarios que se oponen a todo lo que se pretenda o anuncie hacer en la materia, al punto de que el intento de Tabaré Vázquez de cambiar el ADN de la educación fue saboteado por los gremios, incluso el también expresidente José Mujica tuvo que dejar todo quieto porque “no me la llevan”, renunciando así a hincar el diente en una problemática en la que sabía iba a tener costos políticos nada menos que por la oposición de una de las patas que tienen que ver con la acumulación de fuerzas con la que llegó la izquierda al poder.

Una nueva muestra de estas visiones encontradas e intereses en juego se percibe claramente a través del entredicho que a través de las redes han tenido autoridades de la enseñanza y representantes de Fenapes (Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria), a propósito de las “causas” de la deserción que se da sobre todo en Secundaria en el Uruguay, desde que en los sindicatos se apunta a responsabilizar al gobierno de esta deserción debido a la “miseria” y no a causas intrínsecas a la calidad y lo que se enseña en las aulas.
En este sentido Montevideo Portal da cuenta de que en el marco de los conversatorios que la Federación Nacional de Profesores de Secundaria (Fenapes) lleva adelante durante octubre –bajo la consigna “La transformación educativa desde una perspectiva histórica y crítica”– la profesora Virginia García Montecoral se refirió a los dichos de la directora de Planificación Educativa de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) Adriana Aristimuño, cuando opinó en diferentes medios sobre las principales causas de deserción estudiantil en Uruguay.

“Hace pocos días nos tuvimos que fumar a Adriana Aristimuño”, comenzó García Montecoral, y recordó lo expresado por la jerarca de la ANEP: “Lo que pasa es que en la actualidad se enseñan contenidos enciclopédicos, discursivos, aburridos, y entonces el niño se aburre y se va”. La docente aclaró, que su cita no era “una burla”, y que trató de transmitir lo que Aristimuño dijo “en todos los canales abiertos”, sobre las causas de deserción estudiantil en nuestro país. “No sabe en absoluto cómo es el mundo de la educación en el Uruguay” agregó, y aseguró que “pese a que la Universidad Católica, de la cual ella es una funcionaria destacada, está a una cuadra del Liceo 8 y una cuadra y media, de una escuela pública, se ve que nunca fue por ahí”.
Luego dijo que “lo que pasa en las aulas (Aristimuño) no lo sabe, y si lo sabe, desde el punto de vista ético, supone una falta grave”.
A su vez, respondiendo a la pregunta de “por qué se van los chiquilines de las aulas”, señaló: “En primer lugar, por la situación económica y social del país. Se van por miseria, por carencias materiales y de otro tipo; afectivas, morales y de cuidado”.

La respuesta directa viene del director Nacional de Educación, Gonzalo Baroni, quien tuiteó en su cuenta personal: “Es muy interesante debatir sobre políticas públicas, sobre todo educativas. Burlarse, tener una visión clasista y soberbia, no representa el discurso democrático del Uruguay. Obviando las formas, además ignora la enorme cantidad de investigaciones acumuladas en el Uruguay”.
Sobre los mismos conceptos de la representante de Fenapes agregó: “Otro razonamiento incluido en el video. Los estudiantes abandonan por ‘miseria’. Uruguay tiene de las tasas de abandono más altas de Latinoamérica. ¿Uruguay tiene mayores miserias que el resto de los países vecinos? ¿Qué Centroamérica? Inexplicable. Mi apoyo a Aristimuño, destacada profesional con larga trayectoria. Respetuosa de los docentes y comprometida con un mejor país”.

Aristimuño, precisamente, ha señalado en diversas entrevistas que el plan preparado por el Codicen tiene tres partes, que son un lado la reforma de la gestión de los centros educativos, otorgándoles mayor autonomía; la reforma de formación docente, que prevé el acceso al grado universitario en las carreras correspondientes, y en tercer lugar, la reforma curricular, que incluye un nuevo Marco Curricular Nacional, que modifica los programas de estudio en todos los niveles de enseñanza para, entre otros objetivos, hacerlos más atractivos y motivantes para los estudiantes.

Amplió entre otros conceptos al programa En Perspectiva que “la transformación del currículo (cambios en programas de estudio), el objetivo es que los estudiantes aprendan, permanezcan en el sistema y egresen en su totalidad, cosa que no logramos. Que los estudiantes aprendan es el gran objetivo de la educación, pero no lo estamos logrando a cabalidad visto los resultados de pruebas nacionales e internacionales”, además de “cosas que el estudiante debe saber hacer con saber conceptual y conocimiento en la vida real”.
Destacó asimismo la importancia de que la competencia “pone a los estudiantes en el mundo real, en el mundo laboral. Eso está muy bien y así debe ser. La transposición entre el mundo educativo y llevarlo a una mercantilización porque se llega al mundo laboral, no es un razonamiento válido. Toda la educación te prepara para la vida y para el mundo laboral. Es parte de lo que debe hacer un sistema educativo, preparar a la gente para el mundo del trabajo”.

Sin dudas, la problemática de la capacitación y la deserción sobre todo en secundaria es multicausal, con el agregado además de que los gremios docentes no son la solución, sino gran parte del problema y evidentemente que el cambio de valores en la sociedad también influye en forma negativa en el cumplimiento de las metas.
Pero la postura tan delirante como estúpida, de que tratar de formar para el mercado laboral es una forma de prepararlos para la “explotación”, como señalan en su visión ideológica y hemipléjica de la realidad gremios docentes, sí es una forma de exponer claramente que no tienen idea del tema y/o no les interesa la suerte de los jóvenes estudiantes.

Es que precisamente una causa de gran incidencia en la deserción es que los jóvenes sienten que egresan, en el mejor de los casos, sabiendo apenas un poquito de todo, pero salen analfabetos para desenvolverse en el mundo del trabajo, para su inserción en la vida.
Precisamente un instrumento clave para revertir este proceso sería una reforma realista y racional de la enseñanza que esté en sintonía con el mundo moderno, en la complementación de capital y trabajo, del conocimiento aplicado para los desafíos del mundo en evolución, lo que aparentemente está lejos de los intereses propios de los gremios docentes, que solo tratan de llevar agua hacia su molino.