Mattos sobre brucelosis: “no tomar medidas al grito sino analizar serenamente la mejor opción”

En los dos últimos meses se han constatado varios casos de brucelosis en cabañas vendedoras de toros.

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Fernando Mattos, se refirió en diálogo con EL TELEGRAFO a la situación originada con la brucelosis, y los casos que se han conocido en plena de zafra de reproductores en cabañas que comercializan sus toros. Sostuvo que “ahora no debemos apresurarnos frente a una realidad, de un número más importante de casos, de tomar medidas al grito, y sin tratar de serenamente analizar cual es la mejor acción”.
El secretario de Estado manifestó en su visita a la Exposición de Reproductores de Guichón, que finalizó este lunes, que “es una situación que preocupa y tiene concentrada a la Dirección de Sanidad Animal de los Servicios Ganaderos, que está monitoreando la situación y haciendo la aplicación del protocolo respecto a la investigación epidemiológica en cada uno de los casos”.
“Hemos tenido en torno a 11 cabañas que han sido afectadas en mayor o menor grado a partir de los dos últimos meses. Hemos tenido 134 casos nuevos este año, y probablemente haya un incremento de esta declaración”, aunque precisó que “no es el año de mayor cantidad de casos declarados de los últimos cuatro o cinco, pero sí llama la atención que de los 134 casos, 125 son con una mayor tasa de prevalencia en los dos últimos meses”.
Explicó que en esas autorizaciones que “en otros años no han tenido sorpresas, se ha dado un importante número de positivos, que nos tiene sorprendidos, y que tal cual marca el protocolo, en la búsqueda de perifocos, de los linderos a esas cabañas, hemos encontrado casos positivos. Ello muestra que la circulación de la bacteria está más generalizado, y por lo tanto se debe incrementar la búsqueda para lograr contener un número mayor de casos”.
Indicó que “todavía estamos en la búsqueda de ver el nivel de alcance de la situación, apoyando a estos productores de la mejor manera, e inclusive en donde la prevalencia aumentó en los últimos meses”.

Recordó que “se comenzó con la búsqueda a partir de la autorización para circulación, para movimientos, que normalmente hacen las cabañas en el inicio de la zafra de venta de reproductores, para concurrir a exposiciones”.
“Está la opción que se está buscando como alternativa para no impactar fuertemente en el aspecto comercial de las cabañas, pero al mismo tiempo, dando las garantías, tanto para los clientes que adquieren esos reproductores, como también en los aspectos de sanidad animal y humana, porque se trata de una zoonosis, y debemos ser muy responsables en las medidas que tomemos”, consideró.
El ministro manifestó que lo que ha demostrado la situación de estas cabañas afectadas, “es que estaba circulando en varias zonas del país la bacteria de la brucella, sin que hubiera sido detectado y percibido por los propios productores y ni por los servicios oficiales, y tampoco por el libre ejercicio de la profesión que asesora a una cantidad de estos predios, y que tendrían que haber investigado un poco más la situación”.
Mattos dijo que se estudia la posibilidad “de hacer en algún casos un compartimento de bioseguridad que de garantías, aislando el establecimiento comercial de la propia cabaña. Para eso deben hacerse distintos procesos de sangrado para poder acceder, aunque sabemos que estamos en plena zafra, y en algunos casos no hay tiempos prácticos para aplicarlo; pero sí es un instrumento que ha funcionado, está reglamentado, por lo que no es un invento de ahora”.
Vacunación obligatoria

Sobre la posibilidad de vacunar obligatoriamente todas la terneras con la RB 51, y que el doctor Lauro Artía, directivo del Centro Médico Veterinario de Paysandú (CMVP) indicara recientemente en EL TELEGRAFO, Mattos sintetizó que “es una opción”.
Agregó que “el propio CMVP tuvo a su cargo de alguna manera el asesoramiento, porque esto no es solamente del servicio sanitario oficial, esto es el compromiso de los productores y también un rol fundamental del libre ejercicio de la profesión veterinaria”.
Consideró que las comisiones departamentales de salud animal, “de la que participan asesorando los veterinarios a los propios productores, es una pieza esencial. Y ahí hay cosas también para mejorar. Debemos mejorar lo nuestro en el ámbito oficial, los sistemas de diagnósticos, mejorando el mensaje hacia los productores, pero los veterinarios también deben colaborar”.
Estableció citando un ejemplo, que “durante varios años el departamento de Paysandú estuvo sometido al sangrado obligatorio, y también a la vacunación obligatoria de los animales susceptibles. Sin embargo a pesar de la obligatoriedad, apenas el 50% de los productores aplicó el mecanismo, y a pesar de ello hubo una reducción de casos significativos en el departamento”.

EL GASTO EXTRA

Para el ministro de Ganadería, “en realidad vacunar a todas las terneras, puede ser una opción, pero cuando al productor se le dice que tiene un gasto determinado para aplicar la vacuna, que debe ser realizada por un profesional habilitado, además de hacer la lectura, es posible, pero trae aparejado un costo”.
“Habría que ver la posibilidad de hacer la experiencia en algún departamento en donde la situación esté más complicada, y ver si se logran resultados, pero recordemos que las terneras comienzan a ganar inmunidad, y estarán evitando contagiarse en el período previo a la entrada del proceso reproductivo”, destacó.
Sostuvo que “hay una medida que puede ser de mediano plazo, como puede ser esa, pero no quita que los predios estén afectados, porque puede haber animales hembras susceptibles de más edad que ya pueden estar infectadas”.

NO SE NECESITA AUTORIZACION

Aclaró sobre la vacuna que “no es que esté requiriendo autorización. Es libre en su uso, aunque previamente a su aplicación debe hacerse un sangrado, y es lo que entiendo muchas veces el productor ha evitado realizar”.
Indicó que “se conoce muy poco sobre el comportamiento de la enfermedad. Inclusive hemos escuchado aseveraciones de profesionales, que da la impresión que faltaron a la clase en los fundamentos básicos de lo que es el funcionamiento de esta enfermedad, en función de algunas propuestas que escuchamos, en algún caso. No digo en general, hay gente muy capaz y confiamos mucho en la profesión veterinaria, y hemos apoyado la formación del Colegio, pero acá hay un tema de respuesta colectiva, de la profesión, de los servicios oficiales, de los laboratorios oficiales y los habilitados para hacer el diagnóstico”.
Aseveró que “vamos a estar siendo muy estrictos respecto a algunas sospechas que tenemos, de resultados que llaman la atención”, finalizó diciendo Fernando Mattos.