No dejó dudas. Porque jugó su mejor partido en lo que va del Mundial, pero también porque el rival le dejó hacer lo que quiso. Es el resumen de por qué Argentina terminó ganando 2 a 0 y quedándose con el Grupo C ante una Polonia que, increíblemente, terminó clasificando como segunda por el gol que Arabia Saudita le marcó a México. Argentina dominó a placer. Intentó no desesperarse, manejar la pelota y buscar los espacios ante un equipo polaco que sorprendió por no tener respuesta ni ideas. Solo se limitó a plantarse en su cancha y retroceder. Así, los ayer vestidos de violeta fueron sumando ocasiones de gol, hasta olímpico. Hasta que un penal cobrado a través del VAR, en una incidencia que dejó más dudas que otra cosa, le daba la posibilidad a Messi de abrir la cuenta. Pero Szczesny se volcó a la izquierda y con mano cambiada evitó la caída de su valla, y atajó su segundo penal en la cita mundialista. Los de Scaloni no cambiaron la tónica y pegaron apenas comenzado el complemento. Fue Mac Allister el que tomó, aunque sin definir bien, la pelota que cruzó tras recibir desde la derecha. De tiro libre llegó lo más claro de Polonia, que igual no ofreció resistencia. Y Julián Álvarez marcó el segundo tras una linda serie de toques. Pudieron ser más, pero lo cierto es que Argentina ganó, alejó fantasmas y sigue de largo.
