Caída de producción y buen ritmo de faena exportadora, anuncia análisis de Opypa

El último anuario de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) analiza las perspectivas de las cadenas agroindustriales 2022-2023 y reconoce una expansión del PBI agropecuario de 0,8% “impulsado por todos los subsectores, excepto la ganadería”.

Un contexto inflacionario, influenciado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, provocó una crisis energética con repercusiones en los mercados alimentarios. Este año, “se espera que la economía mundial se expanda 3,2%, mientras que para 2023 se prevé un crecimiento menor, de 2,7%”. Los bancos centrales del mundo, aumentaron rápidamente “sus tasas de interés de referencia, para prevenir un mayor ritmo inflacionario. Es así como la actividad real y los mercados financieros reaccionaron a estos aumentos, con signos de enfriamiento de los mercados de la vivienda –en especial en Estados Unidos–, un enlentecimiento en la mejora de las condiciones de los mercados laborales y una alta volatilidad en los mercados financieros”.

Los precios de los commodities aumentaron hasta abril,y esos incrementos perturbaron a los productos básicos. Desde entonces, “la desaceleración de la actividad económica mundial y las condiciones financieras más restrictivas propiciaron una caída generalizada de los precios”.

En 2023 “se espera que los precios de los alimentos continúen registrando una trayectoria descendente”, pero sujeto a lo que ocurra en el conflicto ruso-ucraniano, que “podrían ejercer una presión al alza sobre los precios de cereales y aceites, y la eventual ocurrencia de un nuevo año Niña (el tercero consecutivo) podría reducir drásticamente los rendimientos de cultivos clave en América del Sur y África meridional”.

En uruguay

El anuario de la Opypa analiza que “la economía uruguaya creció 8% en la primera mitad de 2022 respecto al mismo período de 2021. Esta expansión se sustentó en un aumento del valor agregado a nivel de todas las ramas de actividad, a excepción de las actividades de la Administración Pública”.

Durante el primer semestre, se registró un alza de la demanda externa, reflejada en el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios de algo más de 19%. “En segundo lugar, se destacó la incidencia del gasto en consumo final. En este caso, el consumo privado continuó creciendo, aunque el freno en la mejora del mercado laboral y la caída del salario real podrían determinar una desaceleración en las próximas mediciones”.

Baja el déficit

El documento analiza “la trayectoria descendente del déficit fiscal en comparación con lo observado a fines de 2021” y los explica “por un descenso real de la mayoría de las partidas de gastos, en particular las vinculadas con la emergencia sanitaria por COVID-19, mientras del lado de los ingresos se destacó un aumento de la recaudación del BPS. De este modo, se cumpliría por tercer año consecutivo con la meta fiscal establecida”.

El endeudamiento neto con relación al PBI se ubicó en torno a 36% en junio. “En lo que refiere a las características de la deuda soberana, se continúa observando una mayor participación de la moneda nacional por sobre la extranjera y un perfil de vencimientos que no genera presiones en cuanto al cumplimiento en los próximos años”.

Las perspectivas de la Rendición de Cuentas anterior, señalan que en 2022 la actividad económica se expandirá un 4,8%. En el próximo año, la economía registraría un crecimiento de 3%.

Mercado laboral

El informe señala “un leve deterioro” en el empleo. En octubre, la tasa de desempleo se estimó en 7,8% y supera a la observada el año anterior e implica que alrededor de 145.000 personas se encuentran desempleadas. La tasa de empleo se ubicó en octubre en 57,2% de la población en edad de trabajar, en un nivel similar al registrado antes de la pandemia por COVID-19, pero por debajo del registro de fines de 2021. Este descenso de la oferta de empleo se explica por lo ocurrido en Montevideo y el interior urbano, ya que en las localidades de menos de 5.000 habitantes y zonas rurales, la tasa de empleo aumentó respecto al cierre de 2021.

Exportaciones

Las exportaciones de bienes (incluyendo Zonas Francas) totalizaron U$S 11.262 millones entre enero y octubre, lo que implica un incremento en valor de 27% en comparación al año anterior. Este año se prevé que las ventas externas de bienes alcancen los U$S 14.000 millones. “En particular, las exportaciones de bienes agroindustriales (considerando a la celulosa) se ubicarían algo por encima de U$S 10.000 millones y alcanzarían un nuevo máximo histórico”.

Cadenas agroindustriales

Los fenómenos climáticos vinculados a La Niña, “fueron poco favorables en los últimos tres años. En particular, la tasa de extracción, impulsada principalmente por los altos niveles de faena, registró un récord”. Explica que “esto último habría determinado un descenso del stock de alrededor de 3% con respecto a los datos actualizados del ejercicio 2020/21, a un nivel de 11,5 millones de cabezas en junio de 2022. Pese a lo anterior, el ejercicio 2021/22 registró un crecimiento de la producción medida en peso vivo de 2,4%”.
En el ejercicio 2022/23 “se espera una caída de la producción medida en peso vivo, debido a los altos niveles obtenidos en los ejercicios previos. El ritmo de extracción se mantendría, en particular con destino a faena, lo que permitiría un buen desempeño en materia exportadora”.

La falta de lluvias, “jugó a favor del rubro ovino durante el ejercicio 2021/22, ya que redujo la incidencia de parasitosis y permitió obtener buenas tasas de señalada en las principales zonas de producción del país”, con stock estable. “En tanto, la producción de lana se incrementó 3% en volumen y en base sucia en el mismo ciclo. En lo que refiere a las ventas externas de carne ovina, la primera mitad de 2022 registró precios históricos para el productor y para la exportación, a impulso de la demanda de China y Brasil. En tanto, Uruguay continuó posicionándose en el mercado internacional con lanas peinadas de excelente calidad, principalmente destinada a países europeos”.