Calidad de vida en un planeta envejecido y cambios culturales en las comunidades

El envejecimiento saludable es vital para las personas mayores, cuyo porcentaje de población aumentó en la última década y media.

En los próximos ocho años, una de cada seis personas en el planeta tendrá 60 años o más y las comunidades deberán crear las oportunidades necesarias para llevar al envejecimiento saludable y así lograr mejorar la salud física y mental, con independencia y calidad de vida.
Atención de Alzheimer Paysandú (ADAP), lleva adelante distintas actividades desde su creación hace 17 años, a cargo de un equipo de técnicos –liderado por el siquiatra Gustavo Curbelo– en diferentes áreas de estimulación cognitiva, con voluntarios, auxiliares y una comisión directiva que promueve la realización de talleres mensuales para familiares y cuidadores.
El doctor Marcelo Luaces, integrante del equipo técnico, recordó que la población de personas mayores aumenta en forma exponencial y se desarrollan en coyunturas socioeconómicas complejas e inciertas. “Las intervenciones oportunas permitirán potenciar la contribución de este grupo al desarrollo social y prevenir que se convierta en un factor de crisis para la estructura sanitaria y de la seguridad social” en el continente.

El programa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) apunta a impulsar una política pública sobre el envejecimiento saludable en todos los países, con la creación de entornos amigables y armonía de los sistemas de salud con las necesidades de las personas mayores.

Algunas cifras

En 2030, se estima que una de cada seis personas tendrá 60 años o más. En 2019, el 16% de la población de la región tenía más de 60 años, pero en 2.100 estiman que el 36% tendrá más de 60 años. La proporción de edades de 15 a 65 años disminuirá en 2050, incluso se observa un aumento en el número de años vividos con una discapacidad para la población de más de 80 años, que aumentó aproximadamente un 77% durante la última década y media.
El Observatorio de Salud y Envejecimiento para las Américas es una plataforma creada por el Programa de Envejecimiento Saludable, dentro de los objetivos de la Década del Envejecimiento Saludable, de la OPS.

Luaces explicó que “los datos sobre el envejecimiento y la salud son cruciales para comprender mejor el estado de salud de las personas mayores, así como sus contribuciones sociales y económicas. Por eso el fortalecimiento de los datos, la investigación y la innovación para acelerar la implementación es uno de los facilitadores de la Década del Envejecimiento Saludable. Los datos disponibles en este observatorio brindan información que puede ser útil para priorizar y evaluar las intervenciones de salud pública. Las personas mayores no son un grupo homogéneo, ni el proceso de envejecimiento ocurre de la misma manera y velocidad en todos los países. Por lo tanto, los datos desglosados pueden ayudar a los países a prepararse para el cambio demográfico”.

Una década

De acuerdo a las estadísticas vigentes de 2021, el número de personas mayores en todo el mundo es ligeramente superior a mil millones. “Es aproximadamente el 13,5% de la población mundial y, por eso, son el centro de un nuevo plan de acción sobre el envejecimiento y la salud. La Década del Envejecimiento Saludable que comenzó en 2021 y se extenderá hasta el 2030 es impulsada por las Naciones Unidas y reúne a los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, las instituciones académicas, los medios de comunicación y el sector privado”.
La Década presenta la posibilidad de “trabajar sobre el cambio de nuestra forma de pensar, sentir y actuar ante la edad y el envejecimiento. Garantizar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores. Ofrecer una atención integral, centrada en la persona y servicios de atención primaria de la salud que respondan a las necesidades de las personas mayores. Y facilitar el acceso a la atención de largo plazo a las personas mayores que lo necesiten”.

Definió que el envejecimiento saludable “consiste en crear las oportunidades para que las personas sean y hagan aquello que valoran a lo largo de su vida. El objetivo de la Década es optimizar la capacidad funcional de las personas mayores”. Las capacidades intrínsecas comprenden a todas las capacidades físicas y mentales de las que puede disponer una persona, incluida su capacidad locomotora, sensorial, vitalidad, capacidad cognitiva y psicológica. Son capacidades que se interrelacionan entre sí y contribuyen a la capacidad funcional, como por ejemplo, la audición que ayuda a la comunicación y autonomía, para conservar la salud mental y la cognición.

Entornos

“Los entornos determinan lo que las personas mayores con un determinado nivel de capacidad intrínseca pueden ser y hacer. Incluyen el hogar, la comunidad y la sociedad en general, y se relacionan con los productos, el equipamiento y la tecnología que facilitan las capacidades y habilidades de las personas mayores”, aseguró.
El entorno “natural o construido, el apoyo emocional, la asistencia y las relaciones proporcionadas por otras personas y animales. Las actitudes, que influyen en el comportamiento, tanto negativa como positivamente y los servicios”.

Datos

La falta de datos sobre el envejecimiento saludable o los grupos de edad avanzada aumenta la invisibilidad de las personas mayores. Es información relevante “para la presentación de informes sobre los progresos que se realicen a lo largo del Decenio; los gobiernos y otras partes interesadas deben invertir en datos para monitorear el envejecimiento saludable a lo largo de la vida”. La recopilación de datos requiere de un mayor desglose de los datos por edad (agrupaciones por franjas de edad de cinco años y por sexo hasta al menos los 90 años o más) y por lugar de residencia, situación socioeconómica, entre otros marcadores de desigualdad.

Uno de los principales objetivos es reforzar la presentación de informes por los países. La OMS informará sobre los progresos realizados en 2023, 2026 y 2029, y presentará un informe final alineado con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. “En la actualidad, unas 142 millones de personas mayores en el mundo no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Las desigualdades en materia de género y educación contribuyen a las diferencias dentro de los países y entre ellos. Los gobiernos y otras partes interesadas deben invertir en datos para monitorear el envejecimiento saludable a lo largo de la vida y solo el 25% de los estados miembros disponen de datos comparables limitados”, señaló.