Croacia es de bronce

Es el partido que, se dice, ninguno quiere jugar. Pero Croacia y Marruecos dejaron en claro a lo largo de los 90 minutos que querían llevarse el tercer puesto del Mundial de Qatar 2022, y fueron finalmente los balcánicos los que se subieron al podio por segunda Copa del Mundo consecutiva, aunque no pudieran alcanzar el segundo escalón como en 2018.
Ninguno se dio tregua. Y apenas iban 8 minutos de partido y el tanteador estaba abierto e igualado.
Iban solo 7 minutos cuando Gvardiol marcó el primero. Llegó un tiro libre, apareció Perisic para cabecear atrás y Gvardiol para tirarse en palomita y festejar.
Claro que no hubo mucho tiempo para ello, porque los marroquíes igualaron rápidamente, de cabeza por intermedio de Dari, tras un tiro libre.
De ahí en más, los dos buscaron el arco rival. Modric buscó espacios y decidió encarar al medio al borde del área, remató y Bono tuvo doble buena reacción, dado que no solo desvió el remate del volante sino también ante el delantero que llegaba a definir.
Pocos minutos pasaron hasta que Marruecos respondió. Una gran jugada por derecha terminó en un centro demasiado fuerte, que no se pudo conectar frente al arco.
Los dos iban y venían. El gran problema que tuvieron en ese primer tiempo jugado por momentos con un ritmo enorme, fue el que los dos mostraron a lo largo de su participación mundialista: la falta de gol, de hacerse fuerte en los últimos metros.
Igual, Croacia lo definió cuando faltaba poco para ir al descanso. Orsic tomó la decisión de no levantar el centro desde la izquierda y probar al arco, y terminó haciendo un golazo, porque la pelota se coló en el segundo palo, en el ángulo.
Los croatas intentaron cerrarlo a poco de comenzado el complemento, como para no tener ninguna sorpresa. Pero si bien estuvieron cerca, el cansancio en los dos equipos comenzó a sentirse.
Igual Marruecos, pese a sufrir algunas lesiones que llevaron a realizar variantes obligadas e ir adaptándose a la situación, tuvo también alguna ocasión de poder alcanzar la igualdad.
Pero las cosas no cambiaron. Croacia fue sellando el partido, y Marruecos puso todo como para intentar llegar al alargue.
Y al final uno se subió al podio, por segunda vez consecutiva, y el otro debió irse con las manos vacías pero la frente en alto, tras haber logrado ser el primer seleccionado africano en llegar a unas semifinales mundialistas.
Croacia dejó en claro que ya no es casualidad. Y Marruecos, que el fútbol africano está en pleno crecimiento y dispuesto a seguir sorprendiendo.