Nicolás Olivera, tras dos años de gobierno: “Sueño con un Paysandú vivo, activo, que empuje en el camino al progreso”

Se sirve el mate y lo deja un momento, como si esperara que el agua pierda algo de temperatura. Mira a los ojos y mueve frecuentemente las manos. Piensa las preguntas que se le hacen y medita las respuestas, salvo algunas que le salen espontáneamente. Han pasado dos años desde que ocupa el cargo de intendente de Paysandú y Nicolás Olivera se encuentra en un momento en que no solamente debe convencer con las obras y gestiones realizadas, sino con lo que planifica concretar en lo que queda del período. Con el agregado que se espera el resultado del estudio de OMA, que deberá aportar una serie de proyectos a realizar en la costa, muchos para aplaudir, otros para abuchear.
Controla –asegura– un poco mejor su agenda, porque puede dar el debido espacio a cada cosa, como era su plan, que divide en tres tercios. Uno vinculado a la parte protocolar, otro a la gestión y un tercero dedicado a recorrer la ciudad y a conceder audiencias para escuchar propuestas o demandas. Al principio puso énfasis en la gestión, hoy, con las cosas más encaminadas puede cumplir con su planteo original.
En la mayoría de las audiencias personales que concede “se plantea uno de dos temas centrales: vivienda o empleo. Es evidente que un intendente tiene potestades para usar la Intendencia como un lugar para emplear gente. De hecho la gente ha escuchado muchas historias de antecesores que hicieron eso. Pero en mi caso, en la propia campaña electoral siempre dije que no cambiaba un voto por un empleo. Lo mantengo. Eso sí, si llegan inversores, entonces puedo derivarlos a las empresas privadas. Pero no creo que la Intendencia tenga que ser una agencia de empleo, porque estaría utilizando mal el dinero que los sanduceros entregan para obras y servicios”.

De vez en cuando piensa en qué puede hacer tras dejar de ser intendente. “Puedo decir de manera simplista que me iré a casa, y eso es evidente. Pero hay algo que no se pierde –en mi caso al menos– y es la vocación de servicio”.
Sostiene que no le tiene temor a abandonar el cargo, o no tener cargo electivo. Empero, “a lo que le tengo pánico es irme de acá sintiendo que no hice lo que sentía que debía hacer. A eso sí le tengo pánico, a que yo mismo me interpele y comprenda que he perdido oportunidades para Paysandú”.

Como no hay un libro que enseñe cómo ser intendente, “uno se va poniendo en ese physique du role”. Pero además reconoce que “mucha gente me ayudó, aprendí mucho trabajando en la Intendencia. Eso me ha ayudado a construir un perfil que creo es adecuado. Sobre eso se modela lo que se quiere ser cuando toca la oportunidad”.

EL FLORENCIO, TURISMO, CORRALES DE ABASTO, TRASLADO DEL CORRALÓN

Rehúsa anunciar proyectos que aún no ha cerrado totalmente. “No anunciamos las cosas, le damos inicio y luego recién informamos. En estos días confirmamos que el Florencio Sánchez va a tener climatización y lo hicimos porque la empresa está adjudicada. Es por fideicomiso que se realizará, pero no siento la necesidad de estar anunciando proyectos. Un ejemplo es la obra de Bulevar Artigas al norte. Cuando se dieron las condiciones se comenzó. Ni siquiera teníamos un cartel. Después lo informamos”.
Informa entonces que “estamos trabajando en un tema que está muy avanzado, pero no lo puedo informar en detalle porque está en etapa de reserva. Pero digo esto, porque va a demostrar, sincerar, que hay inversores que ven potencial en Paysandú mucho más que los propios sanduceros”.

“Será en tema turismo y servicios. A veces hablo con empresarios de acá y siento que logramos más en esos peregrinajes que hemos hecho a Buenos Aires y Córdoba, más de una vez, pues hemos logrado persuadirlos a creer en Paysandú. Aquí hay gente que puede hacerlo, pero por razones que desconozco no lo hacen. Quizás quieran después de tres días ver resucitado al hombre para creer”, reflexiona.
Cuenta que “cuando quise tener una reunión con hoteleros y gastronómicos, después que más allá que generábamos eventos, actividades, no se notaba la complicidad de esa gente. La verdad, fue muy poca gente a la reunión. Por supuesto, siempre hay otra mirada y esa me la dieron quienes concurrieron. Explicaron que habían sido invitados a cientos de reuniones similares, por cada autoridad que viene con un librito diferente. Por eso, cuando llegan inversores de otras partes, creyendo en Paysandú, la Intendencia tiene que estar, tiene mucho que ver”.

Quizás apiadado por la mirada del periodista que demandaba información un poco más concreta, afloja, y confirma que “se presentó ante la Intendencia de Paysandú un emprendimiento privado para intervenir en Corrales de Abasto. Es una iniciativa privada, nunca fuimos a buscar inversores para ese lugar, sino que oficialmente se presentó un proyecto para hacer un centro vinculado al hipismo nacional e internacional, explotar ese negocio y obviamente también darle relevancia al arroyo. Por un lado, sinceramente, me parece mejor que el sueño de tener un centro termal con un hotel 5 estrellas y demás, porque para empezar no hay seguridad que haya agua termal y luego si hay que calentarla, entonces, se desvirtúa. Pero además, se va a incluir una cláusula de desenganche de modo que si más adelante aparece un proyecto removedor, de gran impacto, podemos dar por terminado este emprendimiento, que reitero es totalmente privado”.
Aprovechando el momento, surge la pregunta que inquiere saber adónde trasladará el Departamento de Servicios y el Corralón, en la medida que ese lugar será utilizado por la Universidad de la República para construir un campus universitario.
Medita un momento, mientras aprovecha para servirse un mate y dejarlo sobre la mesa ratona. Y cuenta, pero al estilo de “como te digo una cosa te digo la otra”.

“Tenemos un plan A y un plan B. El primero es trasladar cada uno de los dos grandes sectores del Corralón, el operativo, de trabajo, logística de camiones y demás a un lugar y el otro de atención al público a una locación diferente. La idea es llevar talleres, limpieza y demás a un espacio de la planta de Ancap. Ya hemos tenido conversaciones y es un espacio seguro, que no genera inconvenientes a la propia planta. En tanto, las oficinas pasarían a un sector del Estadio Abierto por calle 25 de Mayo. Ahí habría que hacer algunas construcciones para oficinas. Ahora bien, debo dejar en claro que también hay un plan B, que no depende de nosotros sino de terceros. Estamos en conversaciones, pero no estoy en condiciones de dar detallas, por –sinceramente– si doy informaciones podrían aparecer competidores para utilizar (con otros fines) el mismo lugar. Pero estamos trabajando y será definido en breve”.

“NO NOS SACAMOS LA FOTO CON EL CHEQUE”

Por allí aparece el tema del estacionamiento tarifado, ahora denominado Parking Centro. “Colaboramos con instituciones pero no nos sacamos la foto con el cheque en la mano, informando que el aporte es del Parking Centro. Quizás nos falta esa parte, pero no la creemos necesaria”, responde rápidamente, casi como afilando el cuchillo.
“No sé si la gente se pregunta qué se hace con el dinero que ingresa por Parking Centro, pero creo que es evidente. Hay gente trabajando en eso. Creo sí que fue muy importante reivindicar la soberanía de la herramienta, sin requerir de servicios de terceros, que se llevaban una buena tajada, la parte del rey. Trabajamos con la Agencia para el Desarrollo, se va encaminando bastante bien, los números mejoraron, aunque hay que mejorar el control porque hay algunos pillos. Asimismo, se está realizando un relevamiento de 18 de Julio y lo que se necesite para una obra de mantenimiento provendrá de ese fondo, lo mismo que lo que se utiliza para el mantenimiento de la semipeatonal”, agrega.

UN MILLÓN NO SOLUCIONA EL DESEMPLEO

Piensa si usar la ironía cuando se le consulta sobre el millón de dólares previsto en el fideicomiso Paysandú II para empleo, si lo ha utilizado, si lo va a utilizar. Disfruta de la buena yerba uruguaya y dice: “El millón de dólares del fideicomiso destinado a empleo es para los Jornales Solidarios. De hecho estamos preparando un estudio que habla de en qué proyectos extraordinarios hemos usado el fideicomiso y qué obras se llevan adelante con recursos propios, porque es bueno demostrar que lo que decimos en relación a obras que deben ser realizadas con fondos propios, no endeudándose. Vamos a contrastar lo que la Intendencia ha hecho discriminando con recursos propios o fideicomiso. Porque queremos dejar en claro que las obras que la Intendencia debía hacer con recursos propios las hicimos, las estamos haciendo y las haremos”.

“Es una manera también de decir que no es buena cosa utilizar el fideicomiso para el Plan Veredas, por ejemplo. De hecho con dinero de la Intendencia hemos concretado decenas de miles de metros de veredas y cordón cuneta, toneladas de carpeta asfáltica, material para bacheo y hormigón, algo que estaba previsto como una de las obras posibles de hacer en el fideicomiso”.
Entonces, responde el núcleo de la pregunta: “Finalmente en este tema, quiero decir, que quien diga o crea que con un millón de dólares se puede resolver el problema del desempleo en Paysandú, no entiende nada”. Saca una calculadora de un bolsillo, hace una rápida cuenta y sigue. “Con un millón de dólares se pueden pagar 2.666 quincenas, lo que en un programa de seis meses significa el contrato de 444 personas. Esto no resuelve el desempleo en Paysandú”.

PREPARANDO EL PDGS III

Subraya que no está en sus planes convocar a otro estudio internacional de la jerarquía de OMA para transformar otra parte de Paysandú. “Por el momento no. Me parece que hay material de la pasada Administración que estuvo cinco años en ese proceso de El Paysandú Que Queremos y sinceramente no quiero caer en eso, en reincidir en cuatro o cinco años de puro diagnóstico y consultorías”.
Y además deja en claro que “no nos basamos en el fideicomiso, que es para obras extraordinarias. De hecho, estamos trabajando para el PDGS III, que nos proveerá de unos siete millones de dólares. La idea es que esa inversión vaya a la costanera norte, una obra anunciada porque está muy próxima concretarse. En la zona de influencia de la costa, con fideicomiso, vamos a construir una residencia estudiantil, para cumplir con la palabra empeñada con la Universidad de la República”.

“ME SENTÍ VIOLENTADO”

Al inaugurar el Camino General a la Colonia, que une ruta 3 con Paysandú, como fuera in formado, una mujer interrumpió el acto con gritos, aparentemente fuera de sí. ¿Cómo se sintió más allá de su lenguaje corporal y sus palabras en esos momentos?, preguntó el periodista.
“En mi vida he pasado por situaciones complejas, difíciles. Pero en Porvenir me sentí violentado, esa es la palabra. Me acuerdo que en el barrio Los Álamos cada vez que llovían prendían fuego a cubiertas. Ahora tienen sus viviendas. Como esta, muchas otras situaciones. Pero como lo del otro día nunca, por la forma como se dio. No es que piense que por ser intendente me deban un respeto distinto, sino que fuera quien fuera el que estuviera hablando ahí, no fue la forma interrumpir así. Quienes tengan dudas, reclamos o lo que sea tienen derecho a manifestarse, pero en este caso la forma invalidó el fondo”, asegura. “Por ejemplo, el 11 de julio, la gran tormenta que azotó Paysandú dejó 7.000 personas afectadas, decenas de miles sin energía eléctrica. El grado de ansiedad de la gente que se quedó sin techo, sin casa, sin nada por lo que habían trabajado durante años o toda la vida. Cuando hablábamos con ellos tratábamos de brindar una ayuda, pero no hubo un solo episodio de ese estilo, nadie increpó a nadie. Tampoco cuando el gran incendio forestal. No se vio ese nivel de violencia, con una señora que no dejaba hablar, explicar, gritando y siendo prepotente. La realidad es esa, me sentí violentado”, destaca.

EL PAYSANDÚ CON EL QUE SUEÑA

“El mundo necesita soñadores y el mundo necesita hacedores. Pero sobre todo, el mundo necesita soñadores que hacen”, escribió en uno de sus trece libros la escritora neoyorkina Sarah Ban Breathnach. Y bien, ¿cuál es el Paysandú con el que sueña Nicolás Olivera?
De nuevo hace una pausa, como creando expectativa, y luego dice: “Sueño con un Paysandú vivo, activo, con una sociedad que empuje en el camino al progreso. Me parece que es una visión compartida por la gran mayoría. Lo más difícil es concretar esas ideas. Hay autorías intelectuales que hay que reconocer, pero en cierta forma aquello de que era idea de uno y la concreta otro, no vale mucho. Lo importante es hacer. En nuestro sueño tenemos la visión que sea un lugar para vivir mejor. A diario se nota lo que hacemos para que sea un mejor Paysandú en materia de vialidad, servicios públicos, recolección, espacios públicos, limpieza. Lo que se está proyectando para la costa sin dudas será transformador. Y también hacer que Paysandú sea un mejor lugar para estudiar. El campus universitario ayudará sin dudas, es una obra de la Universidad pero de la cual nos sentimos parte porque desde el comienzo hablamos, exploramos qué posibilidades había para esto que ahora se concreta. No dejo de destacar el apoyo del rector (Rodrigo) Arim, que es fuera de serie y tiene una enorme vocación descentralizadora, así como la parte del presidente que se animó a destinar una importante moneda”.
Ya no se usan grabadores de voz, ni siquiera los pequeñitos. Así que simplemente se tomó el celular y se interrumpió la grabación, después de más de una hora de jugar al entrevistado y entrevistador. Aún faltaba para el mediodía, aunque no tanto. Un apretón de manos y cada cual a seguir con sus obligaciones. Coincidiendo en una cosa evidente: soñar con un Paysandú orgullo de todos.